Los coches eléctricos parecen dispuestos a ser los sucesores de los coches contaminantes, pero no todo está dicho; otra posibilidad es apostar por los coches de hidrógeno. Aunque no son tantos, sí que hay algunos fabricantes y conductores que creen que son el futuro.
El hidrógeno tiene muchas ventajas respecto a las baterías; la principal, que podemos repostar tan rápidamente como si fuese gasolina. Aunque seguirá siendo necesario que las gasolineras se adapten, y el hidrógeno puede ser peligroso si no se trata adecuadamente; por no hablar de lo caro que es conseguir hidrógeno, tanto en términos económicos como de energía necesaria.
Un pulmón para el coche que mejora la eficiencia de las pilas de combustible
Por eso, cada vez más investigadores buscan la manera de poder usar hidrógeno sin estas desventajas. El último estudio salido de la Universidad de Stanford puede ser un paso decisivo en esa dirección; para ello, los investigadores se han fijado en cómo funciona el cuerpo humano.
Concretamente, el sistema que han ideado se basa en los pulmones. Aunque el oxígeno no esté presente en grandes cantidades en la naturaleza, podemos extraerlo fácilmente del aire que nos rodea usando los pulmones; en los alveolos, donde se produce el intercambio, los gases pasan por una fina membrana, extrayendo el oxígeno que pasa al flujo sanguíneo.
De la misma manera, los investigadores han creado una solución para mejorar la eficiencia de los electrocatalizadores y aumentar la cantidad de reacciones químicas que producen hidrógeno a partir de agua; de esta manera, se podrían fabricar mejores pilas de combustible, tanto para vehículos como para otros propósitos, como smartphones.
El equipo desarrolló una membrana de plástico, de apenas unos 12 nanómetros de grosor. Un lado tiene pequeños poros que repelen el agua; y el otro lado está cubierto de nanopartículas de oro y platino para la reacción química. Cuando se aplica un voltaje al agua para dividirlo en sus partes, el hidrógeno y el oxígeno entran en el “pulmón”, creando energía pasando por las nanopartículas metálicas.
La geometría del pulmón es importante; los investigadores descubrieron un aumento del 32% en la eficiencia con la membrana enrollada en vez de dispuesta de manera plana. Además, también han conseguido que el sistema sea estable, perdiendo sólo un 3% de su actividad después de 250 horas de uso; mejor que en otros sistemas basados en carbono.
Puede que en el futuro, los coches lleven estos “pulmones” para obtener energía a partir del agua.
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