Puede que las compras online hayan crecido de manera vertiginosa en los últimos años, pero eso no significa que las tiendas o centros comerciales ahora estén desiertos; como tampoco lo estarán en el futuro. Aunque cada vez compremos más online, las tiendas físicas aún tienen muchas ventajas que la web simplemente nunca tendrá.
Es por eso que, para sobrevivir, estas tiendas tendrán que apostar plenamente por lo que las hace únicas; detalles como la posibilidad de probarse la ropa antes de comprarla, de tocar y comprobar el producto, o incluso la experiencia de “salir de compras”.
Según Euromonitor International, dentro de unos 20 años los centros comerciales habrán evolucionado para abrazar y mejorar esta experiencia. Y lo harán con tecnología, incluyendo nuevas funciones que las hagan destacar del resto. Algunas de estas innovaciones aún no se han puesto en marcha, mientras que otras ya están siendo probadas y serán familiares para los lectores de Omicrono.
Así será el centro comercial del futuro
Tal vez la más llamativa es la presencia de “zonas frías”. En estas partes de la tienda, la temperatura será más baja para que nos podamos probar ropa de invierno aunque sea verano; es algo que siempre nos ocurre, sobre todo en rebajas, que acabamos comprando ropa para todo el año. Ponerse una chaqueta con 40º a la sombra no es lo más agradable.
Estas zonas serán climatizadas de manera diferente al resto de la tienda o el centro comercial; de manera efectiva, serán “microclimas”, cada uno para diferentes tipos de ropa. En las zonas frías podremos probarnos abrigos y ropa de invierno, en otras zonas de césped podremos probar ropa deportiva, y así con el resto del catálogo; incluso cada tienda podría estar dividida claramente, en diseño, temperatura y ambiente para cada sección.
El reconocimiento facial es otra tecnología que llegará más pronto que tarde a los centros comerciales; ya está siendo probado en algunos sitios, pero en apenas unos años se implantará en muchos centros comerciales. Estas cámaras serán capaces de identificar a los clientes conforme entren en una tienda, con el objetivo de ofrecerles experiencias personalizadas.
Por ejemplo, si buscamos un tipo de vestido en concreto, o solemos comprar un tipo de producto; sería similar a lo que yas hacen tiendas online como Amazon, que nos recomiendan productos basándose en datos como nuestras últimas compras o nuestra navegación web. Aunque por supuesto, esta implementación probablemente será más polémica; aunque estamos acostumbrados a que nos sigan en Internet, en la “vida real” no solemos aceptar tan bien que nos identifiquen y mantengan un perfil personalizado de cada persona.
Centrados en la experiencia frente a la inmediatez de las tiendas web
Pero es gracias a estos perfiles que los centros comerciales podrán ofrecer experiencias personalizadas. Por ejemplo, con estilistas virtuales, como espejos inteligentes que nos indiquen si nos va a quedar bien ese pantalón. Y no tendremos que ir a caja para pagar, sólo con salir de la tienda con el producto se nos cobrará automáticamente; algo similar a lo que Amazon está probando con sus tiendas sin cajero.
Amazon es el gran rival de los centros comerciales, pero eso no significa que vayan a renegar de Internet; también se prevé que muchas tiendas tengan dos entradas, una para clientes normales y otra para clientes de la página web para retirar sus compras.
La palabra clave es “experiencia”, lo que los centros comerciales pueden ofrecer. ¿Será suficiente para luchar contra la facilidad y la inmediatez de la Web?
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