Siempre que has mirado a la Luna, has visto lo mismo. Gracias a que los periodos de rotación y traslación alrededor de la Tierra de la Luna son idénticos, se da la circunstancia de que nuestro satélite siempre nos muestra la misma cara, todos los días de nuestra vida.

Es por eso que puede parecer que la luna es imperturbable, que permanece quieta en la bóveda celeste; pero en realidad, también está en constante movimiento y rotación. Y también es por eso que el lado que normalmente no podemos ver, el conocido como “lado oscuro” o cara oculta, se haya convertido en un misterio que duró generaciones.

Fotos desde la cara oculta de la Luna gracias a la misión china Chang’e 4

Es gracias a la tecnología moderna que sabemos cómo es la cara oculta de la Luna; aunque aún hay mucho que no sabemos, algo sorprendente teniendo en cuenta lo cerca que está en términos cósmicos. La exploración de la Luna llevaba décadas en pausa, después de que científicos y legisladores considerasen más crucial visitar otros planetas y satélites.

Eso está cambiando, y en los últimos años cada vez escuchamos más voces que piden volver a la Luna. Ya hay países que han vuelto a iniciar la conquista de la Luna, con China al frente. Hoy, el gigante asiático puede presumir de ser la primera nación en aterrizar una sonda en la cara oculta de la Luna.

Ha sido la Chang’e 4 la que ha conseguido semejante logro, a las 3:26 del día 3, hora de Madrid. Llevaba en órbita lunar desde mediados de diciembre, en preparación para este importante paso para la humanidad. Finalmente, recibió luz verde e inició el alunizaje, que por primera vez fue un “soft-landing”, un alunizaje controlado.

La Chang’e 4 es una sonda bastante completa de sensores, incluyendo algunos centrados en estudiar la geología del satélite. Más interesante aún es que la sonda intentará cultivar plantas en la Luna; lleva semillas de patatas y otras plantas para un experimento.

La sonda ha tardado poco en enviar las primeras fotos tomadas desde la cara oculta; y eso que no las puede enviar directamente, ya que los datos enviados antes tienen que pasar por satélites que retransmiten esa información a Tierra.