Una de las grandes molestias de una persona con diabetes es, sin duda, la necesidad de controlar los niveles de azúcar en sangre de manera periódica y constante. Gracias a los avances de la tecnología, los diabéticos ya no tienen que ir a su centro de salud para hacerse el análisis; lo pueden hacer en cualquier sitio gracias a glucómetros, pequeños y portátiles.
Eso no significa que sea algo sencillo, por supuesto. Para funcionar, estos monitores de glucosa necesitan una muestra de sangre; y aunque sólo suponga pincharte el dedo, sigue siendo doloroso, ya que la aguja tiene que ser de unos 7 mm de largo, para que la muestra sea lo suficientemente representativa como para que el análisis sea fiable.
Ahora investigadores del Real Instituto de Tecnología de Estocolmo afirman haber encontrado la solución: un monitor de glucosa que no duele, gracias al uso de una aguja tan minúscula que no notaremos cuando nos pinche. Esta aguja se aplica con un simple parche que nos colocamos en la piel.
Para crear este parche, los investigadores se han centrado en los dos mayores obstáculos para conseguir una muestra de sangre: el tamaño de la aguja y que las muestras se obtienen del tejido adiposo bajo la piel, donde no se pueden conseguir resultados tan fiables.
Cómo funciona el monitor de glucosa que no duele
Así que su objetivo era crear una alternativa que fuese menos dolorosa, pero que al mismo tiempo fuese más precisa. El resultado fue un parche para la piel, que en la parte inferior tiene una microaguja de silicio; esta aguja es 5o veces más pequeña que las agujas convencionales, y completamente indolora, ya que ni siquiera es capaz de alcanzar los nervios.
La aguja sólo penetra en un milímetro de piel, pero entonces, ¿cómo consigue sangre? Ahí está la que tal vez es la mayor novedad: esta aguja no está diseñada para extraer sangre de un vaso sanguíneo. En vez de eso, usa la acción capilar para atraer líquidos de las células cercanas; en concreto, busca el líquido intersticial que rodea a las células capilares.
El sensor enzimático, compuesto de tres electrodos, se usa para analizar el líquido, cuyos niveles de glucosa son representativos de los niveles en la sangre.
En las pruebas, el parche ha tenido mucho éxito, mostrando lecturas muy precisas, aunque no todo son buenas noticias. El proceso de captación de líquido es muy lento, por lo que podemos tirarnos unos diez minutos con el parche puesto, esperando a que el sistema termine su análisis. Pero como es un parche que nos podemos poner y quitar cuando queramos, podemos dejarlo puesto y seguir haciendo otras cosas mientras esperamos a que se termine.
Además, en prototipo creado aún necesita que nos pinchemos de vez en cuando, para recalibrar el sensor. Pero si finalmente llega a producirse, esta tecnología se podría vender como un parche reutilizable que se convierta en lo único que necesitemos.
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