Este pobre perro robótico recibe patadas de sus creadores, pero se mantiene en pie gracias a IA
Investigadores han desarrollado una Inteligencia Artificial que permite que un perro robótico se mantenga en pie y siga andando sin importar los golpes.
17 enero, 2019 12:37¿Es posible sentir empatía por un robot? Es una pregunta que filósofos y expertos en robótica se han hecho durante décadas; y la respuesta puede ser tan simple como sí, especialmente si el robot se parece a un animal. Durante años, en Omicrono hemos compartido todo tipo de experimentos con robots como protagonistas; pero pocos han conseguido emocionarnos como los robots inspirados en animales.
El último experimento del Instituto de Tecnología de Zúrich (ETH) es un buen ejemplo. El sistema capaz de entrenar a robots que han desarrollado es un gran avance; y puede tener muchas aplicaciones en robótica. En concreto, la Inteligencia Artificial es entrenada para moverse lo más rápido posible, resistiendo cualquier inconveniente que encuentre en el camino.
El perro robótico que aguanta lo que le echen
Con un sistema semejante, un robot podría avanzar siempre a la máxima velocidad posible por terreno peligroso o complicado; incluso si recibe golpes o pierde el equilibrio. Todo eso suena muy bien, pero claro, llega la hora de probarlo y eso supone pegarle patadas al pobre perro.
El vídeo publicado por los investigadores refleja las fortalezas del sistema. El robot de cuatro patas nunca pierde el equilibrio ni se cae, pese al abuso que recibe constantemente. Sus creadores afirman que esto le permitirá andar en condiciones difíciles; desde bosques a edificios derruidos o zonas nevadas, estos robots siempre llegarán a su destino.
Por lo tanto, estos perros robóticos tienen un gran futuro en tareas de rescate, donde llegar a las víctimas suele ser el principal desafío. Pueden transportar materiales de medicina o tecnología de localización para encontrar a personas enterradas.
El sistema funciona a base de prueba y error, analizando las posibles reacciones ante un imprevisto; y llegando a la mejor conclusión posible en cada momento para completar la tarea, en este caso, andar.