Probamos Luna Display, un pequeño adaptador USB con el que podemos convertir el iPad en un monitor externo de nuestro Mac y exprimir macOS directamente desde la pantalla táctil del iPad o iPad Pro.

¿Cuántas veces hemos soñado con ver un iPad con MacOS como sistema operativo para poder exprimir toda su potencia y usar aplicaciones de escritorio completas? Sobre todo a raíz de los últimos iPad Pro, que tras nuestro análisis sabemos que son dispositivos muy capaces pero limitados por iOS.

Desde hace años existen aplicaciones para extender el escritorio del Mac en un iPad pudiendo usarlo como monitor externo, siendo la más conocida la aplicación Duet Display. Sin embargo este pequeño adaptador se llama Luna Display y apuesta por una solución de hardware, un pequeño USB que simplemente conectamos a nuestro ordenador Mac y listo. Aquí lo vemos:

¿Cómo funciona Luna Display?

Lo cierto es que la puesta en funcionamiento de Luna Display es tremendamente fácil. Lo primero que tenemos que hacer es instalar las aplicaciones de Luna tanto en el Mac como en el iPad. Por supuesto ambas son gratis.

Después insertamos el USB de Luna en un puerto de nuestro Mac, esperamos unos segundos y listo: tendremos un iPad como pantalla externa con macOS que funciona exactamente igual que un monitor tradicional.

Desde la aplicación del Mac podemos configurar la posición en la que tenemos el iPad para así ajustar el escritorio y trabajar cómodamente a la hora de arrastrar ventanas y navegar entre ellas. Por supuesto, también se puede ajustar el iPad como pantalla espejo, es decir, replicar lo que tenemos en el Mac.

Convierte el iPad en un monitor inalámbrico

Luna Display tiene soporte total de accesorios externos como teclados, el Apple Pencil e incluso un ratón. Sí, efectivamente, puedes controlar sin problema macOS en el iPad usando un ratón, exactamente igual a como lo haríamos en un iMac o un MacBook. Del mismo modo, también podemos utilizar nuestros dedos para controlar macOS y sus aplicaciones en la pantalla táctil del iPad, aunque esto no es siempre lo más cómodo ya que obviamente no está preparado para ello y algunos botones pueden ser demasiado pequeños.

Ahora bien, no hay que pensar en Luna Display solo como una solución para convertir el iPad en un segundo monitor. Podemos usarlo también para llevarnos el trabajo del Mac a otra habitación, moviéndonos libremente y sin cables teniéndolo todo en el iPad. Al fin y al cabo funciona a través del WiFi y por tanto podemos alejarnos del Mac siempre que tengamos señal WiFi. Si lo deseamos, también podemos usar Luna Display conectando por USB el iPad y el Mac, aunque esto limita nuestros movimientos, claro, pero nos servirá para casos en los que no tenemos una red WiFi disponible.

En la práctica Luna Display me ha dado un resultado realmente bueno usándolo junto a mi MacBook Pro. Utiliza una tecnología propietaria que denominan “LIQUID Technology” y con ella consiguen tener una buena calidad de imagen, baja latencia e incluso aprovechamos la aceleración por GPU del ordenador. Al final esto también depende de nuestra conexión WiFi, pero a poco que sea decente, conseguimos una muy buena experiencia.

Actualización: días después de este análisis, han actualizado las aplicaciones de Luna Display incorporando una nueva versión de su tecnología LIQUID 3.0. Afirman que el rendimiento GPU ahora es 4 veces mayor y tendremos hasta el doble de rapidez en respuesta, consiguiendo alcanzar una latencia de solo 11ms.

Luna Display es un accesorio muy muy curioso y útil para aquellos que quieran combinar el uso de iPad y Mac. Eso sí, no es compatible con ordenadores Windows. Su precio son 79,99 dólares y se vende en dos versiones, una con conexión USB-C, para los Mac de última generación que incluyen estos puertos, y otra con conexión Mini DisplayPort.