Fui de los pocos afortunados que vieron cómo en su instituto instalaban una pizarra “táctil”. Era una pizarra convencional que, stylus en mano y proyector en sala, permitía interactuar con el ordenador tocando la superficie física. Un avance que a mí al menos me pareció el futuro, aunque este sistema no se implementara tan bien como se esperaba. Ahora el futuro es mucho más claro: los paneles 4K inundarán las aulas del futuro.
Y sólo hay que ver las ventajas y desventajas que esto traerá consigo. Fabricantes como Google, Microsoft o Dell ya están poniendo de su parte para crear masivas pantallas de resolución alta para las aulas que lo precisen. Las ventajas, afortunadamente, son superiores a las desventajas. Alumnos del futuro, tenéis una suerte que no os la creéis.
No es ciencia ficción, ya hay empresas con esta idea en mente
Puede sonar algo burro poner monitores 4K en una clase llena de alumnos. Pero el mercado es claro y no habría productos si la demanda fuera cero. Como decimos diversas empresas se han sumado ya al intento de aportar este tipo de material, aunque como es lógico no son especialmente baratos.
Un buen ejemplo lo tenemos en el reciente Dell 75 4K Interactive Touch Monitor (C7520QT). Este dispositivo es nada más ni nada menos que un monstruoso panel de 75 pulgadas en resolución 4K y con pantalla táctil. Cuesta unos 6 000 dólares pero está pensado única y exclusivamente para educación. Para ser una pizarra, vamos.
Soporta 20 puntos táctiles para que varios estudiantes puedan usar la pantalla a la vez tanto con las manos como con lápices. Tiene varias posiciones de altura regulables para la estatura de algunos alumnos, ruedas para que se pueda mover y unos soportes para dejar los lápices.
Microsoft, por su parte, también tuvo una idea similar: el Surface Hub 2. Es básicamente lo mismo; un panel 4K táctil pero esta vez con distinto formato. Se puede girar, tiene un soporte más adecuado para una aula y además tiene cámaras que son capaces de grabar a 4K también y su software permite ofrecer la máxima productividad en la oficina, si bien este dispositivo tiene un enfoque algo más propio del empresarial.
Pero nuestra favorita es, sin dudarlo, la Google Jamboard. Otra pizarra 4K y con un precio similar, unos 5 000 dólares, lleva el concepto al de ser una pizarra blanca. Puedes escribir en la pizarra, dibujar en ella con una serie de herramientas a tu disposición. Está más pensada para ser una pizarra para trabajar en un equipo pequeño de personas, pero es divertida y simple de usar.
¿Qué ventajas tiene poner un monitor 4K en una clase?
No os voy a mentir: pienso que gran parte del sistema educativo está obsoleto a día de hoy. La tecnología debe incluirse más en esta materia y dejar el estigma al que se la relaciona hablando de que la tecnología distrae más que instruye. Nada más lejos de la realidad y estas pantallas servirían para incentivar a los jóvenes a que aprendan lejos de los métodos convencionales que han quedado tan obsoletos.
Para empezar, la vista. Soy una persona con miopía y tuve que sufrir muchos años el tener que ver una pizarra negra con letras blancas. Sí, es cierto que una pantalla no se va a ver mejor con miopía, pero ayuda a mostrar de forma muchísimo más visual lo que se quiere transmitir, y más con una resolución tan alta como el 4K.
Por otra parte, se puede interactuar mucho más con ella. En una pizarra sólo se puede dibujar y escribir, y limita muchísimo la explicación. Con un panel se pueden poner vídeos, texto, imágenes e incluso los que escriban y dibujen se pueden expresar mucho más con las herramientas a disposición del usuario. Las posibilidades son mucho mayores.
Por último, queda el poder usar distintas formas de software en el panel. Pongamos que conectamos un ordenador con Windows; se podrían usar programas determinados para que los chicos pudieran expandir sus dotes de trabajo con material tecnológico y lo podrían hacer desde la misma clase, sin tener que llegar a casa y encender el ordenador. Por no decir que se pueden guardar todas las cosas que se dibujen o escriban en el panel mientras que una pizarra se ha de borrar todo el rato.
No todo es oro lo que reluce
Por otra parte, también hay problemas. Estos equipos son carísimos debido a toda la tecnología que aglutinan. Al ser las pizarras superficies tan grandes para que toda la clase las pueda ver, estos paneles son gigantescos y obligatoriamente se necesita una resolución 4K para que se puedan siquiera distinguir, lo que encarece todavía más el precio. Sí, no todas las aulas van a poder poner varios de estos.
Además, estamos exponiendo una maquinaria muy cara y sofisticada ante niños revoltosos y adolescentes con un sentido de la legalidad algo distorsionado. Miles de cosas pueden pasar y no me quiero imaginar la cara del profesor o profesora viendo en el suelo un carísimo monitor de varios miles de euros partido por la mitad.
Queda también el detalle de la educación tecnológica. Si bien es cierto que la tecnología no es tan dañina como dicen muchos profesionales del sector, la inclusión de la tecnología de forma tan temprana podría provocar problemas de atención. Hay que educar a las generaciones venideras en la inclusión de la tecnología como algo normal, y que no sea algo raro ni difícil de usar.
Ojalá hubiera tenido un monitor 4K en mi clase, hubiera atendido muchísimo más…