La ciudad que flota en el mar a prueba de huracanes ideada por la ONU
Los chicos de la ONU han estao desarrollando un proyecto: crear una ciudad que flota en el mar que además resista huracanes.
4 abril, 2019 16:52Las Naciones Unidas están ideando un proyecto para crear una ciudad que flota en el mar qque además esté específicamente pensada para soportar desastres naturales como huracanes. El proyecto imagina a unos 10 000 residentes en una ciudad conformada por pequeñas islas unidas entre sí.
El diseño ya ha salido a la luz y está realizado por la empresa constructora de ciudades flotantes Oceanix y el arquitecto Bjarke Ingels. Estas ciudades están pensadas, según una mesa redonda celebrada en la ONU para proteger a las personas del aumento del nivel del mar al tiempo que abordan la falta de viviendas asequibles en las principales ciudades.
Imagen de portada | Oceanix.
Una ciudad que flota en el mar, la solución medida al cambio climático
Como decimos, esta es una idea que se baraja en la ONU para hacer frente a los devastadores efectos del cambio climático y su consecuente subida del nivel del mar. Surge la duda de si esto estará reservada para algunas de las familias más poderosas de la Tierra, aunque eso no nos atañe ahora.
La ciudad está pensada para ser asequible, y en la mesa redonda del pasado miércoles en la que participaron arquitectos, ingenieros y expertos en el sector se vio al proyecto viable. Muchas de estas ideas de índole futurista no suelen cuajar, pero el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Asentamiento Humano (ONU-Hábitat), Maimunah Mohd Sharif, dijo que la ONU apoyaría y lideraría este proyecto.
Esta ciudad mata dos pájaros de un tiro: solucionar los problemas de viviendas y su accesibilidad y el aumento del nivel del mar por el calentamiento global. El concepto llamado Oceanix City sería capaz de soportar todo tipo de desastres naturales, incluidas inundaciones, tsunamis y huracanes de categoría 5.
Se conformarían diversas islas pequeñas que estarían conectadas unas entre otras. Un conjunto de 6 islas sería considerado un pueblo según el proyecto y la ciudad entera albergaría a 10 000 residentes. Sería una ciudad que se basaría en la autarquía; sería totalmente autosuficiente al poder crear sus propios recursos como agua dulce, calor y energía.
Por supuesto no se permitirían vehículos de altas emisiones ya que la ciudad sería amigable con el medio ambiente (lógico, si esta es la medida contra el cambio climático). En cuanto a los desperdicios, los tubos de basura neumáticos transportarían la basura a una estación de clasificación, donde podría ser identificada y reutilizada.
Además se podrían jugar con todo tipo de tecnologías modernas como aviones u coches no tripulados (además de eléctricos). Bajo las plataformas flotantes se almacenarían todo tipo de alimentos marinos y verduras con unos sistemas llamados Aquaponic. Este sistema usa los desechos del pescado para ayudar a fertilizar las plantas, mientras que las granjas verticales generarían productos durante todo el año. Ambas tecnologías también podrían ayudar a la ciudad a mantenerse autosuficiente durante un huracán u otro desastre natural.
En definitiva se usarían dichos sistemas para producir suficiente cantidad de comida para toda la gente que haya encima de la superficie a la par que se reduce la generación de residuos malignos para el ecosistema. Las plataformas serían reforzadas por Biorock, un material creado al exponer minerales bajo el agua a una corriente eléctrica. Esto conduce a la formación de un revestimiento de piedra caliza que es tres veces más duro que el cemento pero capaz de flotar. La sustancia se vuelve más fuerte con la edad e incluso puede repararse a sí misma siempre que esté expuesta a la corriente.
Estas plataformas se podrían mover y navegar en caso de que haya un desastre cercano sin separarse unas de otras. Por lo demás, la ciudad contaría con un centro espiritual, un centro cultural y una biblioteca comunitaria, donde los residentes podrían hacer vida normal como siempre. Los edificios también se construirían respetando el medio ambiente con materiales como el bambú y la madera y así además puedan ser rediseñados sin tener que destruirlos.
Finalmente, pensamos que es una medida exagerada que muy difícilmente verá la luz, máxime para los que no tienen demasiados recursos. Porque sólo hay que ver las imágenes para ver que los que vivirán en esa hipotética ciudad oceánica son los que tienen más poder económico. Y no nos malinterpretéis; la idea en sí es buena. Pero si algo nos ha demostrado el ser humano es que no todo es tan bonito como parece.