Hace unos meses Ford presentó su nuevo crossover, el Ford Focus Active. Por suerte, hemos tenido la oportunidad de probarlo, por lo que vamos a contaros nuestras primeras impresiones al volante. Os adelantamos que nos ha sorprendido gratamente el nivel tecnológico del vehículo.
Un crossover con un diseño agresivo
El Ford Focus Active es un crossover, una versión “rugerizada” del compacto con tanta presencia en nuestras carreteras. Eso supone encontrarse con algunas diferencias estéticas y funcionales respecto al modelo normal; algo que puede atraer más a quienes busquen un estilo más cercano a los SUVs que tan de moda están últimamente. En nuestro caso, nos pusimos al volante de la versión con cambio automático, pero también pudimos ir a bordo de la versión con cambio manual.
En lo referente al diseño respecto al Focus normal, el vehículo cuenta con una carrocería elevada, 30 milímetros en la zona delantera y 34 en la trasera; altura que nos hizo experimentar una conducción más cómoda que en algunos coches más bajos.
La delantera de este crossover nos recuerda bastante a un deportivo y le otorga un aspecto precioso; sobre todo en los acabados en bronce y rojo. Del exterior del vehículo también cabe destacar sus faros delanteros antiniebla LED con función de giro y las llantas de aleación de 17 pulgadas.
Comodidad para urbanitas y aventureros
El interior del coche está protagonizado por la combinación entre el azul y el negro, toques elegantes sin llegar a ser recargados. Nada más entrar uno es consciente de que está en un vehículo en el que las nuevas tecnologías se han hecho sitio.
Pese a estar basado en un compacto, el interior es amplio y cómodo; tenemos suficientes opciones para hacernos al sitio como mejor queramos, y la disposición de los pedales es bastante cómoda. El volante ofrece un tacto bastante agradable y cómodo para estar horas en la carretera.
Ford afirma que el Focus Active está enfocado a un perfil más aventurero, razón por la que cuenta con hasta cinco modos de conducción. Por un lado, nos encontramos con los ya conocidos Standard, Eco y Sport; por otro, los Slippery, para superficies resbaladizas, y Trail, ideal para superficies suaves y deformables (como la arena).
La tecnología como protagonista
Como ya es costumbre en los coches más modernos, el Focus Active incorpora una pantalla táctil de 8 pulgadas; cuyo cometido principal es ofrecernos la ruta a seguir para llegar a nuestro destino. También integra un sistema de sonido B&O; techo panorámico; cargador inalámbrico; y un sistema head-up display del que hablaremos a continuación.
El heads-up display nos ofrece información adicional junto al sistema Ford Co-Pilot360, que facilita el manejo del automóvil ofreciendo al usuario una serie de ayudas en la conducción. Por ejemplo, tenemos control de velocidad adaptativo Stop & Go, que ajusta la velocidad de crucero automáticamente según el vehículo que nos preceda. También detiene el motor al detectar que nos paramos demasiado; además de arrancar de nuevo cuando la carretera esté despejada.
Nos ha parecido una aplicación bastante útil que puede salvar a los usuarios más “empanados” en más de una ocasión. De hecho, el sistema también es capaz de reconocer señales de velocidad y ajustar la velocidad automáticamente; una buena manera de evitar que nos llegue una multa por pasarnos de velocidad sin darnos cuenta.
Del mismo modo, el Focus Active incorpora una función que se basa en las líneas de la calzada para mantenernos centrados en el carril. El modelo automático que hemos probado también cuenta con un asistente de aparcamiento en paralelo y perpendicular. Basta con pulsar un botón y el coche hará todas las maniobras necesarias.
Otro aspecto bastante curioso del Focus Active es su sistema de luces largas. Éste se ajusta de manera automática para evitar deslumbrar a otros conductores; una función que podría salvar vidas en una situación que, desgraciadamente, todos hemos sufrido alguna vez.
La app de Ford, donde se oculta el potencial del Focus Active
Todas las funciones que os hemos comentado son de gran utilidad; pero, hay algo que nos ha sorprendido aún más: la combinación de FordPass Connect y la aplicación para el coche.
FordPass Connect es un módem Wi-Fi integrado en el vehículo capaz de otorgar conexión a 10 dispositivos como máximo. Éste incluye una función Live Traffic que muestra información del tráfico en tiempo real; el sistema de navegación más preciso de Ford hasta la fecha.
La integración del módem permite contar con eCall; una función que avisará automáticamente a los servicios de emergencia en caso de accidente y que también se puede activar manualmente con un botón.
Ahora llegamos a la joya de la corona, FordPass, la aplicación totalmente gratuita para el coche (no solo está disponible para el Focus Active, sino para todos los Ford de última generación).
Con ella el usuario podrá arrancar el automóvil desde su casa, algunos pensarán que es inútil; pero, ¿y si hace mucho frío o calor? En ese caso, la app te brinda la posibilidad de arrancarlo y activar el aire acondicionado o la calefacción para que cuando entres el coche esté a tu gusto. Esta función de arrancado remoto puede regularse para que se apague a los 5, 10 o 15 minutos.
La app también permite bloquear y desbloquear el coche a distancia; evitando así que volvamos a todo correr para ver si lo hemos cerrado. También podrás dejar de preocuparte por olvidar dónde has aparcado tu vehículo, FordPass nos mostrará en todo momento su ubicación exacta.
Otra pestaña interesante de la aplicación es la de “Estado del vehículo”, puesto que desde aquí podemos comprobar el nivel de combustible; la presión de los neumáticos; el kilometraje; los niveles de aceite y agua del limpiaparabrisas, etcétera.
Una pista sobre cómo serán los coches del futuro
Con el Ford Focus Active la compañía ha demostrado que es capaz de exprimir la tecnología existente al máximo. Nos vamos con la impresión de haber probado un coche adaptado totalmente a los tiempos que corren, con funciones de ayuda a la conducción muy útiles y con una aplicación que tiene bastante lógica en un mundo en el que no nos despegamos los smartphones.
El Ford Focus Active es la prueba fehaciente de la revolución que van a sufrir los coches durante los próximos años. En sus inicios, Henry Ford logró popularizar el uso del automóvil; ahora, la firma parece tener un objetivo similar: la estandarización de la tecnología en los coches.
Si tuviéramos que resumir los pilares principales del coche lo haríamos así: comodidad, versatilidad y tecnología, mucha tecnología. El Ford Focus Active está a la venta desde 19.356 € en su variante estándar; mientras que nuestro modelo de prueba rondaba los 25.000€.
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