Hace ya un tiempo que en Omicrono probamos la marca Slimbook. Española, se caracteriza por ofrecer una variedad de ordenadores con Linux junto a unos acabados envidiables. Quedamos muy satisfechos y el análisis de uno de sus portátiles, el Excalibur, así lo demuestra. Las alternativas con Linux siempre son bienvenidas, máxime si además ofrecen unas buenas prestaciones por el camino.
Ahora Slimbook ha presentado su nuevo portátil, el que quizás es su tope de línea más ambicioso, con características propias de un ultrabook. Y sí, habéis leído bien en el título: podríamos estar ante el mejor ultrabook con Linux, el Slimbook Pro X.
Slimbook Pro X: un ultrabook con Linux ambicioso
- Pantalla
- 14.4 pulgadas 16:9
- True Color sRGB 99 por ciento
- Tecnología anti fugas
- Marcos reducidos
- Brillo de 300 nits
- Procesador:
- Intel i7-8565U
- 4 núcleos y 8 hilos
- Frecuencia base: 1.8 GHz y boost de 4.6 GHz.
- GPU:
- Nvidia MX250
- 2GB GDDR5
- Memoria RAM:
- Configuraciones
- 8 GB
- 16 GB
- 32 GB
- Frecuencias
- 2400 MHz
- 2600 MHz
- No soldada
- Configuraciones
- Sistema operativo:
- Linux (con varias distros a elegir)
- Windows
- Se puede elegir
- Almacenamiento:
- 2 ranuras SSD M.2 (con opción a NVMe)
- Variantes:
- 250 GB
- 500 GB
- 1 TB
- Opción a RAID 0/1
- Puertos:
- 2 x USB 3.1 Gen 1 (Tipo A)
- 1 x USB 3.1 Gen 1 (Tipo C)
- 1 x USB 2.0 (Tipo A)
- 1 x jack de 3.5 mm
- 1 x HDMI
- 1 x RJ-45 Ethernet 10/100/1000 Mbps
- Batería:
- Autonomía de hasta 11 horas
- Carga rápida de 1 hora
- Adaptador externo de 65 W
- Audio:
- Sound Blaster Cinema 5
- Altavoz multicanal
- Otros:
- Lector/grabador de DVD o CD opcional
- Cámara frontal 720p
- Segunda cámara con reconocimiento facial
- Wi-Fi
- Intel 3165N a 433Mbps
- Intel 9560 AC a 1730 Mbps
- Bluetooth 5.0
- Dimensiones:
- 320 x 210 x 16,8 mm
- Peso
- 1,1 kg
Este es uno de los portátiles más ambiciosos que Slimbook ha llevado a cabo, y su estética así lo deja muy claro. Estamos ante un diseño que nos recuerda levemente al clásico MacBook de Apple pero con mucha personalidad; las teclas son blancas y tienen un acabado distinto, las líneas de diseño son algo más cuadradas (pero no por ello más feas) y nos congratula ver que en este portátil disfrutaremos de unos marcos frontales muy bien aprovechados para una pantalla de 14.3 pulgadas.
Etsa también se lleva un buen pedazo del pastel en el plantel de características del Slimbook Pro X; en formato 16:9, la pantalla mate disfruta de un soporte del 99 por ciento del gamut sRGB. Por otra parte, las fotos exteriores nos recuerdan que además tiene una tecnología anti fugas y un brillo máximo de 300 nits para que no sea un problema usarlo fuera de casa.
Normalmente muchos usuarios relacionan Linux con ordenadores baratos o poco potentes. Linux no es un sistema operativo ni tan demandante ni tan popular como Windows, pero Slimbook rompe con eso. Nos ofrece unos acabados en metal espectaculares, unas especificaciones muy buenas con un i7-8565U como procesador y una Nvidia MX250 como GPU de la mano de Linux (o de Windows, si así lo prefieres).
Nos gusta que mantenga las líneas de los MacBook ya que, reconozcámoslo, es un diseño que tiene muy buena cabida pero que no hayan perdido la personalidad en el camino. Es un portátil muy bonito, con líneas elegantes y con unos acabados robustos. Los marcos reducidos le dan un aporte todavía más estético y la solidez, según comprobamos en el Slimbook Excalibur, queda fuera de toda duda.
Bajo el capó Slimbook no ha escatimado, y eso son buenas noticias. Además del Intel i7 y la GPU Nvidia MX250, tenemos unas configuraciones con el sello de Slimbook: dar poder al usuario. Podremos optar por memorias RAM no soldadas de 8, 16 y 32 GB con frecuencias bien de 2666 MHz o de 2400. En el almacenamiento interno pasa algo similar, ya que además de contar con 2 ranuras SSD M.2 la variedad de memoria nos da mucho margen de elección: 250, 500 y 1 TB, con opción a usar un NVMe. Estos SSD se pueden configurar en RAID 0 o 1 según se quiera.
Sus detalles marcan la diferencia, ya que aunque sea un ultrabook compacto ligero no escatima en conectividad como sí hacen otros fabricantes con tal de aligerar. Tenemos un excelente compendio de puertos con USB-C 3.1, USB 3.1, una conexión Ethernet RJ-45 y también un jack de 3.5 milímetros. El único punto que echamos de menos es el Thunderbolt 3, pero se compensa con esta buena cantidad de puertos. Slimbook da la opción a los usuarios de elegir si quieren una variante con un lector/grabador de CD y DVD aunque esté en desuso, por lo que este es otro punto a favor de la marca.
Slimbook ha conseguido aunar en un cuerpo compacto y ligero una pantalla de 14.3 pulgadas y una buena construcción gracias a unos marcos reducidos, ya que de otra forma y con marcos más tradicionales, seguramente este PC hubiera acabado con una diagonal de unas 12 pulgadas. El chasis es de aluminio y magnesio, prometiendo una portabilidad y ligereza propias que se esperan en un ultrabook, consiguiendo una delgadez de tan solo 16.8 milímetros. En cuanto a la batería, tendremos una autonomía de 11 horas más que decente, aunque tendremos que comprobar en qué se traduce eso en un escenario real.
Lo que más nos ha gustado, sin embargo, de este Slimbook Pro X es su capacidad de expansión; tanto la memoria RAM como el almacenamiento se pueden expandir. Por ejemplo, en el almacenamiento contamos con 2 ranuras M.2, y al no estar la RAM soldada podremos acceder a sus slots para poder expandir dicha memoria con el paso del tiempo. No estamos obligados a comprar la versión más top del Slimbook Pro X, sino que podemos actualizarla con el tiempo y que este ultrabook dure más.
Al brindar al usuario la opción de poder comprar la opción más básica y de forma externa añadirle más ventajas al producto Slimbook demuestra que tiene en cuenta a sus usuarios. Esta táctica no la hacen demasiados fabricantes, y si le sumamos sus capacidades de elección en distintas características del portátil, queda como una de las principales motivaciones para comprar este portátil.
La decisión más valiente que ha tomado Slimbook es la que la caracteriza: la elección entre Windows y Linux. Si queremos ir a por un Slimbook Pro X con Linux, podremos elegir entre las distribuciones Ubuntu, Elementary OS, Linux Mint, Manjaro, KDE Neon o Debian, entre otras. Si por el contrario queremos Windows, se nos ofrecerá tanto Home como Pro. Y si queremos las dos, podremos usar los dos sistemas en dual boot.
Precio y disponibilidad del Slimbook Pro X
El Slimbook Pro X estará disponible en julio y tendrá un precio de partida propio del mejor ultrabook con Linux: 998 euros. Hablamos de la versión básica, que tiene 8 GB de memoria RAM, 250 GB SSD (no NVMe) y sin sistema operativo instalado. La instalación antes de la compra de Linux no tiene coste alguno para el usuario. Dependiendo de cuántos componentes mejoremos, más caro será el ordenador.
No obstante, el precio base no es en absoluto descabellado tomando en consideración todas las opciónes de configuración que permite Slimbook. Podemos ir a por la configuración básica, y ya en otro momento y de forma externa ir expandiendo las posibilidades del ordenador. Depende de ti: que estas vengan con el ordenador, o que las añadas tú sin prisa ninguna. Un gran punto positivo a favor de la marca española.
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