Los lanzamientos de SpaceX ya no son noticia; son ya muy comunes y ni siquiera el hecho de que consiga aterrizar los cohetes después de ser usados es algo raro. Es por eso que es fácil subestimar los logros de SpaceX, viendo cómo los consigue sin aparentes dificultades. Pero la verdad es que cada lanzamiento supone todo un desafío, en el que un parpadeo puede acabar en un error muy costoso y espectacular.
El lanzamiento de hoy era incluso más especial: Elon Musk, CEO de SpaceX, llegó a decir que era el lanzamiento más difícil de la historia de la compañía. Hay que interpretar estas palabras no tanto por la naturaleza del lanzamiento en sí, sino por lo que representa y la misión que tiene encomendada.
En el caso de este lanzamiento, la dificultad radica en la carga: nada menos que 24 satélites, entre proyectos del gobierno de los EEUU y comerciales. Estamos hablando de una carga de nada menos que 3.700 kilogramos y mucho dinero invertido en una multitud de proyectos diferentes. Para llevar semejante carga se ha optado por el Falcon Heavy, un cohete que a su vez pesa nada menos que 1.420 toneladas con el combustible. Así que se trataba del lanzamiento más completo hasta ahora para SpaceX, y en el que un fallo sería más catastrófico.
El lanzamiento más difícil de SpaceX es un éxito a medias
Se trata de sólo el tercer lanzamiento de un Falcon Heavy, consistente en tres cohetes, dos laterales y uno central; entre los tres, en el futuro serán capaces de lanzar naves a Marte, por lo que pueden ser clave en la exploración del planeta rojo.
Pero el Falcon Heavy no solo tiene que ser potente, y ser capaz de llevar una gran carga; también debe ser económico. Los tres cohetes deben ser capaces de aterrizar para ser reutilizados durante varias misiones; y después de las increíbles imágenes de su primer lanzamiento, el tercero no ha salido tan bien.
El despegue ocurrió sin problemas, y en el momento de escribir estas palabras la carga se ha separado sin problemas y está alcanzando la órbita. Los satélites ya se están separando de la carga principal, a la altura necesaria para cada proyecto. En ese sentido, todo indica que puede ser “misión cumplida” para SpaceX, pero no podemos decir lo mismo del Falcon Heavy.
Aunque los dos cohetes laterales han aterrizado sin problemas, el cohete central no ha podido hacer lo propio en la plataforma marítima que le esperaba. Es pronto para sacar conclusiones, pero todo indica que el cohete se ha estrellado en una enorme bola de fuego. Las imágenes son espectaculares ya que el lanzamiento se produjo de noche. Tendremos que esperar para saber más de porqué se produjo este error, y si todos los satélites se han puesto en órbita con éxito.
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