La pasada tarde del seis de noviembre será recordada por mucha gente, aunque en realidad no ocurrió nada. Esa es la paradoja de una falsa alarma como la que se activó durante el embarque del vuelo 1094 de Air Europa en el aeropuerto Shiphol de Ámsterdam.
Fue en ese momento que la policía y los servicios de emergencia holandeses respondieron a una posible "amenaza" en el avión, un Airbus 330 con destino a Madrid. Hasta las fuerzas militares estuvieron alerta, y es que todo indicaba que se había producido el secuestro de la nave.
Fueron unos minutos tensos, pero afortunadamente sin consecuencias. Cerca de las 9 de la noche, Air Europa publicó una disculpa oficial en redes sociales, y el vuelo estaba listo para despegar a las 21:15, unas tres horas después de la hora prevista pero bajo control, según EL ESPAÑOL.
Según fuentes militares, todo había ocurrido porque el capitán "ha presionado el botón de alarma" por error. Además, la disculpa de Air Europa habla de un "aviso" que inicia los protocolos relacionados con aviones secuestrados. Pero, ¿es eso lo que realmente ocurrió?
El código que avisa de aviones secuestrados
La verdad es que, aunque existen protocolos relacionados con el secuestro y otros problemas potenciales en un avión, no es tan fácil como pulsar un botón para activarlos, como los mensajes oficiales dan a entender. En realidad, tal y como explica el piloto @ignacioA320 en Twitter, el proceso de aviso es algo más complicado, y no depende de dispositivos exclusivamente diseñados para ello.
El llamado "sistema de avisos" en realidad depende de un aparato que tienen todos los aviones, que está siendo usado para propósitos diferentes para lo que fue diseñado: el transpondedor.
Un transpondedor es un dispositivo diseñado para identificar aviones desde la torre de control. Funciona respondiendo de manera automática a una emisión; una respuesta que consiste en un código de cuatro dígitos, que puede ser configurado desde la cabina del avión. Por lo tanto, cada vez que el transpondedor reciba una señal concreta, responderá con esos cuatro números, que pueden ir del 0000 al 7777; es lo que se conoce como "squawk", o "graznido".
A cada vuelo se le es asignado un código único que le representa; si no lo tiene, la torre de control puede asignarle uno cuando el avión se aproxime al aeropuerto o pista de aterrizaje, una vez que se identifique.
Como el transpondedor responde con ese código cada vez que la torre de control envía una señal, los sistemas de radar usados por los controladores pueden asignarlo a su posición en el radar. De esta manera, los controladores pueden ver claramente la posición de cada avión y gestionar el espacio aéreo correctamente.
Aunque en teoría se pueden usar los números desde el 0000 hasta el 7777, hay ciertos números que están reservados a situaciones concretas. Como el controlador ve ese número en el radar, puede saber inmediatamente si hay algún problema sin necesidad de que el piloto lo diga por radio.
Por ejemplo, uno de estos códigos significa "fallo de radio", y otro significa "emergencia". Estos códigos se usan a nivel global, por lo que no importa el país en el que esté el avión: los controladores están entrenados para reconocer esos códigos y activar los protocolos asociados.
El código que fue la fuente de problemas en el vuelo 1094 de Air Europa fue el código de secuestro de avión. Por lo tanto, los pilotos habrían introducido el código equivocado en el transpondedor, por lo que la torre de control habría activado los protocolos necesarios, avisando a las autoridades.