Nokia es una de las empresas más importantes en el 5G. La empresa es responsable de producir todo tipo de componentes para el 5G (Antenas, routers y muchos más). La gran mayoría de lo que producen se exporta a países como China o Estados Unidos.
Sobre el papel suena como algo bueno, mostrando que en Europa se puede producir tecnología que se exporte al resto del mundo. Al mismo tiempo, da la sensación de que se ayuda a desarrollar tecnología en otras partes del mundo, en lugar de ayudar a su desarrollo en Europa.
Un problema que no es nuevo, pero que parece acentuarse más con el paso del tiempo. Europa no aprovecha el potencial de sus empresas en campos como el 5G, haciendo que sean otros mercados los que toman ventaja en este sentido.
La industria sufre
Europa tiene empresas, potencial y talento de sobra en el campo de la tecnología en general. Pese a ello, muchas de estas personas se trasladan a sitios como China o Estados Unidos a la hora de desarrollar sus patentes, debido a que es más fácil poder sacarlo adelante en estos países. También ha pasado con el 5G.
También se encuentran en muchos casos con problemas a la hora de encontrar inversores, siendo en muchas ocasiones dinero procedente de China, Japón o Estados Unidos el que ayuda a muchas startups en Europa a poder avanzar y desarrollarse en el mercado. Un grave problema, que puede hacer que estas empresas se acaben trasladando a estos países.
Europa pierde muchas oportunidades de esta manera. Ideas o empresas innovadoras, con gran potencial, se acaban marchando por las dificultades y obstáculos que se encuentran. Se necesita crear un mercado que facilite el desarrollo de ideas innovadoras, productos novedosos y que tengan un hueco en este mercado, sin tener que recurrir a inversiones procedentes de Estados Unidos o China.
Europa necesita cambiar mucho
Se necesitan cambios, en varios aspectos además. Por un lado, Europa necesita tener una legislación que favorezca la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías o productos. Las leyes actuales son demasiado restrictivas, como se puede ver con el 5G, que está avanzando a gran lentitud en Europa. Dejando que sean China y Estados Unidos quienes se llevan el gato el agua.
En Europa, las leyes tienden a proteger en exceso, que si bien es un buen principio, suelen perder de vista los beneficios o ventajas que determinadas tecnologías como el 5G pueden ofrecer, pese a que hay también quejas. Se están desaprovechando muchas oportunidades en este sentido. Pocos países, salvo Finlandia, tienen leyes que favorecen realmente este tipo de innovaciones.
Otro aspecto en el que Europa necesita cambiar, no solo en el 5G, es en la creación de una infraestructura a nivel continental. La existencia de colaboración entre el sector político, sectores legales, compañías tecnológicas, universidades, etc. Esto ayudará al desarrollo y avance de innovaciones y evitaría una situación como la que se vive con el 5G.