Por qué los diésel van a ser los últimos motores de combustión, y no los de gasolina
Pese a los escándalos relacionados con las emisiones de los últimos años, los motores diésel aún no pueden ser sustituidos en muchos mercados.
11 diciembre, 2019 14:03Noticias relacionadas
El día de ayer Chevrolet presentó su nueva gama de SUVs; el Tahoe es un modelo pensado para la aventura y el trabajo duro, y el Suburban es el modelo más grande y familiar.
Ninguno de estos lanzamientos realmente nos importan, empezando porque Chevrolet ya no tiene presencia en Europa; así que es poco probable que veamos estos modelos fuera de EEUU. Lo realmente interesante del Tahoe y el Suburban es que se pueden comprar con un nuevo motor diésel, el Duramax de 3.0 litros y seis cilindros en línea.
Sí, has leído bien, un nuevo motor diésel, estrenado este mismo año en la camioneta Silverado 1500. Estamos en 2019 y uno de los principales fabricantes del mundo ha renovado su apuesta por el diésel, ¿se han vuelto locos?
El diésel no ha muerto
Esa es una reacción comprensible, teniendo en cuenta cómo el diésel ha sido demonizado en los últimos años; el público necesitaba un "enemigo" ante el crecimiento de la contaminación, y los diésel fueron el chivo expiatorio perfecto.
Como resultado, la mayoría de fabricantes europeos han eliminado su gama de motores diésel en sus utilitarios, compactos y sedanes; aún quedan algunos modelos, pero están "escondidos" o reservados a ciertas gamas. Hasta los fabricantes que apostaron más por el diésel, como el grupo Volkswagen, ahora los "ocultan".
Viendo esto, es posible que pienses que al diésel le quedan dos telediarios. Sin embargo, a este combustible le queda mucha vida por delante aún; hasta el punto de que seguramente durará más que la gasolina.
La clave está, por supuesto, en los coches eléctricos y su adopción. Como todas las tecnologías, los motores eléctricos son especialmente buenos en algunas cosas, y no tanto en otras; eso nos obligará a seguir manteniendo tecnologías a priori obsoletas, simplemente porque no tienen sustituto.
Hay dos aspectos clave en los que los motores diésel aún no tienen sustituto el par motor y la autonomía, y eso les permitirá continuar su presencia en el mercado.
La importancia del par motor
Una de las principales razones para comprar un vehículo diésel es el par motor que ofrecen; es decir, la fuerza de arrastre que es posible conseguir. Esto es especialmente útil al usar remolques o en vehículos grandes como camionetas o camiones.
Siguiendo el ejemplo del motor Duramax de Chevrolet, ofrece unos 624 N·m de par motor. El mismo fabricante ofrece un motor V8 gasolina con la misma cifra de par motor; pero es mucho más potente, con 420 caballos por los 277 del diésel.
La diferencia está en que el V8 gasolina tiene que revolucionar a hasta 4.100 revoluciones por minuto, mientras que al diésel le basta con llegar a 1.500 rpm. Esto se traduce en unos consumos reducidos para el diésel, y por lo tanto, también mejora las emisiones respecto a generaciones anteriores.
Puede que sacrifiques potencia, pero si no te interesa tener tantos caballos, el diésel es imbatible a la hora de mover grandes vehículos. En sectores profesionales y en coches grandes como los SUVs, al diésel aún le queda mucha vida, básicamente porque no hay otra opción.
Los motores eléctricos no pueden alcanzar ese nivel de par motor, al menos no por ahora. La gran apuesta de Tesla con el Cybertruck precisamente está en cambiar eso, pero no lo tendrá fácil.
No es un problema de potencia, de eso los motores eléctricos van sobrados; es que para producir la suficiente fuerza para mover objetos más pesados, las baterías se usan más. Es por esa razón que la autonomía de un coche eléctrico se resiente tanto si lo cargamos hasta arriba.
Los eléctricos ya pueden sustituir a los gasolina, pero no a los diésel
Para la gasolina, los coches eléctricos son malas noticias. Son capaces de hacer lo mismo, pero mejor, destacando en aspectos similares. Cuando un Tesla Model S es capaz de vencer a deportivos en aceleración, sabes que sus días están contados.
Quien se compra un coche de gasolina, busca potencia y un cierto tipo de respuesta; justo lo que ya ofrecen los coches eléctricos. Así que es lógico que la gasolina vaya a ser la primera "víctima" de este progreso del mercado.
En cambio, con los diésel lo tendrá más difícil, y no solo por el par motor; la autonomía es un aspecto que tiene incluso más importancia. Al fin y al cabo, la mayor ventaja de los diésel es que consumen menos, y un comprador de vehículos diésel no querrá perder eso.
Para transportistas, profesionales, familias y aficionados al off-roading, hacer la mayor cantidad de kilómetros posible sin tener que buscar una gasolinera o punto de carga es sumamente importante. Especialmente cuando estás en mitad de la nada y sólo hay una estación de servicio en varios kilómetros. Ese será el siguiente desafío al que los eléctricos se tendrán que enfrentar.