La década de los 2020 será muy importante para la exploración espacial, incluyendo posibles visitas a Marte; pero aunque eso es muy llamativo, en realidad algunos países están más interesados en volver a la Luna.
El satélite no está precisamente abandonado, pero desde hace décadas ningún humano lo ha pisado. Eso cambiará con las próximas misiones de potencias como EEUU y China; y la idea es que nunca nos volvamos a ir de la Luna.
La posibilidad de colonizar la Luna ya no es una idea absurda; ya hay proyectos que imaginan grandes colonias, especialmente para minar materiales valiosos. También puede servir como un anticipo del futuro de la humanidad.
La ESA obtiene oxígeno de polvo lunar
Pero para que eso ocurra, primero hay que solucionar el gran problema de vivir en el espacio: la falta de oxígeno. Y curiosamente, la clave puede estar en el suelo de nuestro satélite natural. Aunque es cierto que la Luna no tiene atmósfera como la de la Tierra, eso no significa que no tenga oxígeno.
El estudio de las muestras de regolito (la capa de tierra que descansa sobre la superficie) ha confirmado que está compuesta de entre un 40 y un 45% de oxígeno. Sin embargo, no lo podemos respirar al estar en forma de compuesto químico, especialmente óxido con los metales presentes en el polvo lunar.
Ahora la ESA ha creado la primera planta de producción de oxígeno, basada enteramente en el regolito presente en la Luna. Es un proyecto experimental, pero ya han conseguido idear métodos para obtener el oxígeno y de analizarlo en el propio laboratorio con un espectrómetro de masas.
La idea de la ESA es que este laboratorio sea el prototipo de las plantas de producción que se instalarán en la Luna en el futuro; y de hecho, el objetivo actual de los miembros del laboratorio ahora es optimizar el proceso para simplificarlo y que todos los materiales se puedan incluir en futuros lanzamientos.
El proceso de extracción de oxígeno implica el uso de un método conocido como electrolísis de sal fundida; el polvo lunar se mete en una cesta de metal con sal de cloruro de calcio fundido, calentado a 950 ºC. Si se aplica corriente eléctrica a la cesta de metal, es posible extraer el oxígeno, además del metal presente en el regolito que a su vez se puede reaprovechar.
La clave para colonizar la Luna
Este proceso tiene el inconveniente de las altas temperaturas, y por lo tanto la energía que hay que obtener; pero el equipo ya está trabajando en solucionar esto. Además de oxígeno, el proceso también puede servir para producir aleaciones metálicas; la impresión 3D se podría usar para crear piezas y componentes con estos materiales.
La primera demostración de esta tecnología se espera para mediados de la década, cuando la ESA podría desarrollar una "planta piloto" que podría operar en la superficie de la Luna. Eso permitirá a los astronautas vivir durante mucho más tiempo sin necesidad de enviar tanques de oxígeno de manera periódica.