Citröen se ha puesto de gala este jueves. La automovilística francesa ha presentado por todo lo alto en París el Citröen Ami, su nuevo coche eléctrico que destaca por tener unas dimensiones reducidas. Pero que además supone un nuevo concepto para la marca por su radical planteamiento para llegar a la mayor cantidad de gente posible.
El diseño y la concepción del Ami es rompedor y OMICRONO lo ha podido comprobar de primera mano. El coche no sólo parte esquemas por el hecho de que ni siquiera hará falta tener carné de conducir para ponerse al volante, por su diseño o por su tamaño, sino por el espejo en el que se mira Citröen para masificar su apuesta eléctrica: los smartphones.
El avance tecnológico ha llegado para cambiar para siempre la automoción, la empresa gala lo ha entendido así y se ha fijado en el dispositivo más popular y representativo del sector para aplicarlo a sus vehículos. De este modo, ha optado por basarse en unos pilares similares a los que se han ido observando en el mercado móvil: hacerlos accesibles, sencillos y atractivo.
Fórmula de la teleco
La primera barrera común es el precio. Como es lógico, no todo el mundo está dispuesto (o puede permitirse) gastarse más de 1.000 euros de golpe para comprarse un móvil de gama alta, por mucho que éste les pueda gustar. Así pues, las marcas de móviles comenzaron a asociarse con operadoras y telecos para vender mensualmente sus dispositivos. No es lo mismo pagar 40 euros al mes por el último gama alta del mercado que hacerlo de golpe.
Dicha estrategia ha dado sus frutos y ahora Citröen quiere hacer algo similar con su eléctrico más rompedor para que se expanda de manera masiva. El Citröen Ami es bastante económico ya de por sí, ya que se venderá por 6.900 euros, pero lo realmente interesante está en las otras opciones que ofrecerá la compañía para ponerse a sus mandos.
Los clientes que no quieran comprarlo podrán optar por un alquiler a largo plazo. Para acceder a él habría que realizar un pago inicial de 2.644 euros, tras lo que habría que pagar por él 19,99 euros al mes con una permanencia de 48 meses. Cifras muy asequibles, pues el coste mensual sería inferior a muchos abonos de transporte público, y es que el Ami está concebido 100% para moverse por ciudad debido a que tiene 70 km de autonomía.
Es cierto que ya hay vehículos, como el Renault Twizy, que cuentan con un precio final similar, pero la opción de alquiler a largo plazo es muy interesante. Hay que tener en cuenta que el alquiler de esos cuatro años nos saldría por un total de apenas 3.604 euros (2.644 euros iniciales + 240 euros por año). Sin duda, este calco del modelo smartphone podría hacer que por fin viéramos más eléctricos por las calles.
Por si fuera poco, el coche también estará disponible en la modalidad de movilidad compartida. Por ahora, la firma gala explica que estará en la plataforma Free2Move a un precio de 0,26 céntimos por minuto, un precio bastante asequible.
Fácil de usar y de comprar
Durante la presentación en París, la marca francesa ha repetido en reiteradas ocasiones que quieren convertir el Citröen Ami en "el eléctrico para todos". Y pretenden hacerlo a la imagen y semejanza de lo ocurrido con el mercado de la telefonía móvil: que todo el mundo tenga uno.
En este sentido, siendo fieles a su descripción no podríamos hablar de un coche como tal. Está catalogado como "cuadriciclo", una concesión que no es casual ya que está pensado para que sea conducido sin necesidad de carné de conducir B. De esta forma, igual que los teléfonos móviles van desde adolescentes a adultos, el Ami quiere conquistar a todos los públicos gracias a un sistema de conducción fácil.
Sus pequeñas dimensiones no sólo llaman muchísimo la atención, sino que lo hacen ideal para moverse por la ciudad. El coche mide tan solo 2,41 metros de largo, 1,39 metros de ancho y 1,52 metros de alto. Es decir, cabe en cualquier lugar y se aparca muy fácil. Además, como buen eléctrico, es automático y sólo cuenta con un acelerador y freno. Su sistema de carga además es tan fácil como recargar la batería de un teléfono, se enchufa y a las tres horas está completo para sus 70 km de autonomía a 45 km por hora.
Tan fácil como conducirlo es comprarlo. No hará falta desplazarse al concesionario, aunque los que lo prefieran podrán seguir haciéndolo. En su lugar, se podrá comprar directamente a través internet -al igual que hace Tesla- y como de un gadget de Amazon se tratase, y nos lo enviarán a la dirección que digamos.
Sin embargo, otra opción aún más llamativa es que se puede comprar en las grandes superficies especializadas en electrónica de consumo como Fnac o Darty, al menos en Francia, donde el próximo mes de marzo ya estará disponible.
Llamativo y futurista
Tan importante como el precio y la sencillez es el diseño. Como ocurre con los teléfonos, la utilidad tiene que combinarse con ser llamativo y atractivo, y el Ami lo es. OMICRONO sido de los pocos medios a nivel nacional e internacional que ya ha podido ver en primera persona y subirse al Citröen Ami. El aspecto exterior es una combinación de tecnológico, futurista y simpleza.
Como es lógico, la experiencia de subirse al coche es totalmente diferente a la de un eléctrico de gama alta. Su interior es tremendamente sencillo, aunque más espacioso de lo que pueda parecer desde fuera. Justo a la derecha del volante hay una zona habilitada para colocar nuestro teléfono móvil, que se convertirá en la pantalla principal del tablero.
Otros de los aspectos llamativos son sus puertas, pues cada una se abre hacia un lado diferente, con lo que de un primer vistazo se desconoce si mira hacia adelanta o hacia atrás. Un concepto curioso y buscado a posta ya que sucede igual con la carrocería con forma de cubo y cuya única diferenciación es la disposición de los faros. Además, el usuario podrá establecer colores y algunas terminaciones para hacerlo más personal.
Con estos mimbres, ¿conseguirá el Ami seducir a los urbanitas para pasarse de una vez a los eléctricos? Aún es muy pronto para saberlo, pero hemos de admitir que Citröen ha conseguido con el Ami otra de las características propias del éxito de los smartphones: optimizar la calidad y precio por encima de todo.