El coche de Dyson era uno de esos secretos a voces que todo el mundo conocía; Sir James Dyson, el fundador de un fabricante más famoso por sus aspiradoras, quería expandirse por otros sectores aprovechando las tecnologías desarrolladas para sus productos más populares.
Puede que te estés preguntando qué tiene que ver un coche con una aspiradora, pero es una asociación que tiene más sentido con los nuevos coches eléctricos. La experiencia de Dyson en sacar el máximo partido a motores y baterías eléctricas podría haber sido su as en la manga.
Hablamos de manera hipotética porque, después de años de rumores y filtraciones, Dyson decidió abandonar definitivamente el proyecto el pasado octubre. Y tenemos que decir que es una pena.
Así iba a ser el coche de Dyson
Porque lo que Sir James Dyson ha mostrado al periódico The Times con motivo de una entrevista parece realmente innovador; aunque no sabemos si realmente hubiera sido posible hacer esa innovación realidad, y parece que en Dyson tampoco lo tenían claro y por eso terminaron cerrando el proyecto.
El coche de Dyson iba a ser un SUV eléctrico de siete plazas fabricado en aluminio, que pese a eso alcanzaba unas 2,3 toneladas; tenía cinco metros de largo y dos de ancho, y estaba preparado para un uso familiar. El SUV es un tipo de vehículo muy popular en la actualidad, pero que no es tan común entre los modelos eléctricos. Eso es porque son coches muy pesados y con una aerodinámica pobre, justo lo que no queremos para mejorar la autonomía.
Aquí es donde entraba la verdadera innovación de Dyson: el uso de baterías de estado sólido; su diseño patentado le hubiera permitido obtener una gran autonomía, pero se hubiera notado especialmente en el rendimiento sin importar las circunstancias. Según Dyson, este SUV estaba diseñado para el invierno británico.
La cifra de autonomía marea un poco: 600 millas, o unos 935 kilómetros con una sola carga. Por contexto, el nuevo SUV de Tesla, el Model Y, tiene una autonomía de 505 kilómetros con una carga. Estas cifras se obtendrían con el ciclo WLTP que se usa en Europa y que suele ser más duro para los coches eléctricos.
En cuanto a rendimiento puro y duro, no se quedaría muy por detrás; la aceleración de 0-100 km/h se haría en sólo 4,8 segundos, algo sorprendente teniendo en cuenta la masa del vehículo. La velocidad máxima sería de 200 km/h. Todo gracias a los dos motores eléctricos de 200 kW (536 caballos).
Dyson tuvo un prototipo de coche eléctrico
Lamentablemente, todas esas cifras ya no sirven de mucho: Dyson decidió en contra de fabricar su propio coche. Sólo llegó a fabricar un prototipo funcional, que el propio Sir James Dyson llegó a conducir en secreto.
Es por eso que también tuvieron que diseñar el interior, apostando por unos asientos con un mejor apoyo lumbar para los largos viajes, según el magnate. En vez de un cuadro de instrumentos tradicional, contaba con un 'heads-up display', una pantalla flotante que mostraría los datos necesarios durante la conducción.
No sabemos hasta qué punto todas estas características se hubieran traspasado al coche de producción. Es posible que tuviese peor autonomía y un diseño más conservador. Pero por ahora, esto no son más que elucubraciones.
Al menos Dyson no parece haber dicho adiós a su sueño completamente. La compañía mantiene a un equipo de desarrollo, y está abierta a vender su tecnología a otros fabricantes. Las baterías de estado sólido serán muy importantes para el futuro del coche eléctrico, así que ahí Dyson puede tener un producto muy atractivo.