El fabricante ruso Hoversurf ha compartido un vídeo y detalles sobre el primer accidente conocido de una moto voladora, durante unas pruebas realizadas en Dubai; el piloto no sufrió heridas graves, pero el vídeo impacta igualmente.
Fue en el 2017 cuando Hoversurf conquistó todos los titulares gracias a su nuevo producto, la Scorpion-3; una moto voladora de verdad, que parecía sacada de una película de ciencia ficción pero que era tan real como el peligro que suponía.
Aunque cualquiera es capaz de ver lo mal que pueden ir las cosas en caso de accidente, en Dubai no dudaron en aprobar la compra de estas motos para el cuerpo de policía; aunque por aquel entonces todo indicaba que no era más que una campaña publicitaria, igual que los supercoches que recibe la policía de allí de vez en cuando.
La extravagante moto voladora de Dubai
De hecho, ya nos habíamos olvidado de este proyecto; han pasado ya casi tres años y no se ha sabido nada más, ni siquiera si han 'pillado' a algún maleante con la moto voladora. Hasta hoy, que Hoversurf ha publicado en su cuenta de Youtube un vídeo con el accidente sufrido por uno de los pilotos.
El vídeo fue grabado en Dubai, como parte de las pruebas que aún se siguen realizando sobre estos prototipos. A simple vista, la moto no ha cambiado mucho desde que fuera presentada, al menos en lo que respecta al diseño; sigue estando basada en cuatro hélices, cada una en una esquina, que mueven a gran velocidad para levantar al piloto del suelo.
A diferencia de un dron, la persona a bordo de la moto es la que controla todos los sistemas, con un sistema de doble palanca; aunque también es ayudado por varios algoritmos que realizan ajustes sobre la marcha automáticamente.
El preocupante accidente
Al principio, parece que todo va bien, y el piloto consigue despegar sin problemas, alcanzando una gran altura rápidamente; sin embargo, es entonces cuando las cosas empiezan a ir mal.
Es evidente que el piloto tiene serias dificultades para mantener la moto estable, y mientras pelea con los controles, se toca la cabeza; un indicador visual para sus compañeros de que tiene problemas.
Actualizado: Hoversurf ha retirado el vídeo del accidente, pero como era de esperar, ya han aparecido copias en redes sociales.
A partir de ahí, está a merced de la gravedad. La caída fue de unos 30 metros, según la compañía, y por momentos parece que se estrellará de morro contra el suelo; pero en el último instante, la moto se levanta y golpea primero con las hélices traseras.
Eso fue lo que probablemente salvó al piloto de heridas más graves, pero lo peor no había terminado; sorprendentemente, las hélices delanteras seguían funcionando, provocando que la moto diese una vuelta de campana.
El momento más peliagudo es el motivo por el que tenemos tanto miedo de estos aparatos: las hélices, aún funcionando, pasaron muy cerca de las piernas y la cabeza del piloto. Tanto, que en un fotograma da la impresión de que el pie derecho toca el centro de una de las hélices.
Que este accidente no haya terminado con una amputación o peor aún, en una muerte, parece resultado de la suerte. Pese a esto, la compañía ha aclarado que "todos los sistemas de seguridad funcionaron bien", pero no aclara de a cuáles se refiere; en concreto, que las hélices sigan moviéndose después del impacto inicial es muy preocupante.
Hoversurf recuerda que es gracias a 'incidentes' como este que los diseños pueden ser mejorados y ser más seguros; pero lo que es evidente es que esta tecnología aún no está al nivel que debería.