Garmin está caído ya desde hace 24 horas aproximadamente, y lo peor es que posiblemente los usuarios aún tengan que esperar más para recuperar el acceso a los servicios.
Fue en la tarde del día de ayer que las alarmas se dispararon, cuando los relojes y pulseras de actividad de los usuarios de repente no podían subir los datos de las sesiones de ejercicio.
Estos dispositivos permiten llevar la cuenta de los pasos que damos y el tipo de ejercicio que hacemos, desde sesiones de entrenamiento a ciclismo, pasando por esquí o incluso por surf; y algunos incluso incluyen funciones avanzadas de GPS y seguimiento de la frecuencia cardiaca. Sin embargo, son sólo la mitad del puzle; es necesario conectar con los servicios de Garmin y usar la app para hacer un seguimiento completo de nuestros datos.
Garmin está caído, y aún le queda
Como los servicios de Garmin están caídos, eso supone que los usuarios no pueden subir sus datos, y estos no se reflejan en la app; es algo frustrante, ya que tanto los relojes como la app funcionan correctamente, pero no se pueden comunicar entre sí ni pueden reflejar los últimos ejercicios realizados.
Como también es frustrante que la situación aún no haya mejorado. Aunque al principio parecía una simple operación de mantenimiento, a estas alturas ya es evidente que ha ocurrido algo preocupante en los servidores de Garmin. No solo no funcionan sus servicios, sino que el Servicio de Atención al Cliente ni siquiera tiene acceso al teléfono ni a los correos.
Ahora parece claro que esta situación va a continuar al menos hasta el día de mañana. Según un mensaje interno que habría sido filtrado por la división taiwanesa de Garmin, se espera que los 'días de mantenimiento' sean el 24 de julio y el 25 de julio.
Por lo tanto, durante todo el día de hoy y el de mañana Garmin continuaría inaccesible, al menos mientras que la compañía pone en orden sus sistemas y comprueba si se han producido pérdida de datos.
¿Un ataque de ransomware? ¿Qué pasa con los datos?
Este último punto es muy importante, porque los rumores indican que la culpa de la caída la tiene un virus informático; según recoge el sitio taiwanés iThome, fuentes internas habrían confesado que los servidores son víctima de un ransomware, y que por eso no han podido ser recuperados aún.
En concreto, detrás de este ataque estaría WastedLocker, un nuevo tipo de ransomware que ha aparecido este mismo año y que ya ha afectado a varias compañías. Como todos los ransowmare, este es capaz de 'secuestrar' los archivos guardados en el sistema, cifrándolos con una clave; a continuación, muestra un mensaje en el que solicita el pago de una cierta cantidad a cambio de la clave para descifrar los archivos.
Lo notable de WastedLocker es que parece un virus casi completamente nuevo, y no basado en otros como suele ser lo habitual; eso lo hace más peligroso, ya que no hay métodos para luchar contra él o para descifrar los archivos.
Además, WastedLocker ha sido definido como "extremadamente agresivo" en su comportamiento, buscando no solo archivos personales sino también bases de datos, máquinas virtuales, servidores de archivo y entornos en la nube; es por eso que inicialmente este ransomware tiene como objetivo a empresas, la mayoría estadounidenses.
Por lo tanto, todo encajaría con la situación de Garmin. Sin embargo, por el momento la compañía no ha confirmado que sea víctima de un ataque, y tampoco se sabe si los datos de los usuarios se han visto comprometidos; si se han perdido o peor aún, si un hacker ha podido robarlos, lo que supondría un duro golpe para la privacidad de los usuarios.