A diferencia de la gran mayoría de países occidentales como España, todo lo que rodea al ejército de China tiene una suerte de halo de misterio que recuerda a la primera edad de oro de la aviación estadounidense allá por los años 50 y 60. El ejemplo perfecto es el de Boeing F-15EX anunciado, mostrado y fabricado a bombo y platillo mientras las versiones específicas de algunos cazas chinos se cuecen a fuego lento en los hangares más secretos.
En lo aislados de sus desarrollos juega un papel determinante la capacidad tecnológica del país. China forma parte de ese selecto club de naciones capaces de desarrollar un avión desde cero con total independencia tecnológica y al final se traduce en un estricto control de la información. Justamente por ese motivo suelen llegar los datos con cuentagotas y los rumores se convierten en algo muy preciado.
China está en medio del desarrollo de una variante renovada de su conocidísimo Chengdu J-20 Mighty Dragon, un avión con tecnología furtiva -invisible, o casi, a los radares de aviación- que se introdujo en el servicio regular en 2017 para plantar cara a los cazas de quinta generación fabricados por Rusia y Estados Unidos.
Motores vectoriales chinos
Uno de los rumores que más fuerte están sonando para el Chengdu J-20B, como presumiblemente se terminará llamando la nueva versión, es el equipamiento de nuevo motores más potentes y vectoriales.
Con esto solucionan dos de los problemas de los que más se ha hablado J-20: su falta de maniobrabilidad y relativa poca potencia comparado con los modelos rivales. Los nuevos motores, que ofrecerán más rendimiento, vendrían acompañados de la función de empuje vectorial, según recogen en The Drive. Este sistema permite dirigir el motor variando unos grados el ángulo de salida de los gases de escape de la turbina.
El empuje vectorial se lleva usando varias décadas por lo que de novedoso tiene poco. Pero sí puede otorgar al J-20B ese extra de maniobrabilidad incrementando su capacidad para realizar despegues y aterrizajes en menos distancia. Los aviones comparables de Rusia y Estados Unidos ya cuentan con esta tecnología integrada, lo que posiciona al caza chino un escalón por debajo de los cazas de quinta generación. Al menos hasta la llegada de la nueva versión.
El avión con motores orientables por excelencia es el Harrier, uno de los máximos exponentes de este concepto de caza y que aún sigue operativo -actualizaciones mediante- a pesar de haber levantado el vuelo a finales de los 60. En este caso, el Harrier podía incluso despegar y aterrizar verticalmente empleando sus motores capaces de girar hasta colocarse perpendiculares a la superficie, convirtiéndolo candidato perfecto para llevarlo embarcado en un portaaviones, como así hizo España.
Los motores del J-20B, desarrollados igualmente en China, no irían tan lejos y se limitarían a realizar pequeñas variaciones angulares del chorro de empuje orientándolo para ofrecer mejor maniobrabilidad. El empuje vectorial permite a los pilotos realizar maniobras más rápidas y extremas para, por ejemplo, evitar misiles a punto de alcanzar a la aeronave o colocarse en una mejor posición dentro del combate aéreo.
El Chengdu J-20B ya habría sigo puesto en la cadena de montaje y según indica Forbes, el fabricante tendría una cadencia de fabricación de aproximadamente una unidad al mes. Se espera que la primera unidad salga de la línea a finales de este mismo año con los nuevos motores y quién sabe si alguna sorpresa más.
Los rivales del J-20B
El Chengdu J-20 es el primer caza furtivo en estado operativo fabricado fuera de Estados Unidos. Esto nos hace tener una idea aproximada de lo avanzada que está la nación norteamericana en esto del desarrollo de aeronaves que lleva aplicando esta tecnología desde hace varias décadas. Uno de los principales adversarios de J-20B es el caza F-22 Raptor diseñado y fabricando en EEUU como adalid de la quinta generación.
El F-22 es un caza fabricado por el gigante Lockheed Martin que supone una de las aeronaves de guerra más avanzadas del momento. Entre sus características principales similares al J-20B nos encontramos con el equipamiento de motores vectoriales y propiedades furtivas. A lo que hay que añadir todo tipo de dispositivos para guerra electrónica, misiles aire-tierra y unas especificaciones de rendimiento de primerísimo nivel. Todo ello elevaba la factura más de la cuenta y en 2009 se decidió detener la compra de más F-22 a favor del nuevo F-35.
Y de Estados Unidos pasamos a Rusia, donde el Sujói Su-57 compite con las anteriores aeronaves. El Su-57, al igual que los modelos anteriores, comparte propiedades furtivas y un par de motores con empuje vectorial. Se espera que sea introducido en las fuerzas aéreas rusas a los largo de este 2020, aunque sin fecha cerrada por el momento.