Volar se ha convertido en algo tan común que no es extraño pasar de largo alguna de las indicaciones que ofrecen los asistentes o auxiliares de vuelo. Siempre pendientes de la seguridad del pasajero, estos empleados podrán revisar compartimentos, salidas de emergencia, armar rampas de evacuación y vigilar que todo el mundo se ponga el cinturón en las fases más delicadas del vuelo, entre otras muchas cosas. Pero hay algo que no pueden revisar, o al menos no de forma tan pormenorizada: que pongamos el modo avión en nuestros dispositivos.
El modo avión corta de raíz todas las comunicaciones y redes inalámbricas con las que cuentan nuestros smartphones, tablets, ordenadores y prácticamente cualquiera de los dispositivos electrónicos que cualquier persona en España lleva encima hoy en día. Como el nombre indica, está especialmente diseñado para activarlo cuando los auxiliares nos lo pidan, para no interferir en la operación del avión.
Es complicado entender cómo un 'inocente' teléfono móvil puede provocar interferencias tan graves como para que la seguridad de la aeronave quede comprometida. Los aviones modernos tienen prácticamente todos los sistemas duplicados -en algunos casos hasta triplicados- y protegidos contra las radiaciones que emiten los aparatos electrónicos. O quizá no tanto.
Interferencias de radio
En un capítulo de Los Simpsons, Bart juega con una consola dentro del avión. La azafata le reprende para que la apague, Bart Simpson obedece y el avión comienza a caer en picado. Tras un pequeño susto, Bart vuelve a encender la consola y el avión regresa a su senda de vuelo. Un pequeño gag sobre la insistencia de algunas aerolíneas en eliminar cualquier rastro de electrónica en pleno vuelo. Costumbre heredada de cuando los aviones eran más sensibles a las interferencias.
Aunqu los sistemas esenciales de vuelo están más que protegidos contra la radiación electromagnética que emite nuestro teléfono móvil, las comunicaciones entre aeronave y controlador aéreo siguen recurriendo a la radio tradicional, muy sensible a cualquier interferencia externa. Y es ahí donde tiene especial relevancia el modo avión.
"Es posible que hayas escuchado un ruido desagradable en un sistema de audio [auriculares, altavoces...] que se produce ocasionalmente cuando un teléfono está cerca", apunta Nikita Schmidt, piloto privado, en Quora. "Las emisiones de radio de un teléfono pueden ser muy potentes, hasta 8W, causando ese ruido debido a la demodulación parásita".
Para los que vivieron la época del 2G, esto les será bastante familiar; por ejemplo, si alguna vez han puesto el teléfono al lado de un altavoz y han recibido una llamada, las interferencias generadas se convertían en algo muy desagradable que incluso podían notarse en los auriculares y dejar desconcertados unos segundos a quienes sujetaban el teléfono. Con la llegada de las bandas 3G y 4G esto se eliminó de raíz, pero el 2G sigue siendo la única red disponible en lugares remotos.
"Imaginemos que cincuenta personas a bordo no han tenido la consideración de apagar su conexión a la red móvil, habrá cincuenta teléfonos buscando torres de telefonía constantemente y a máxima potencia. Esto se traduce en mucha contaminación de radio", se cuenta en artículo de Quora.
Alguno de los teléfonos puede generar una interferencia de radio en el momento menos indicado y hacer que una comunicación entre el controlador aéreo y los pilotos sea imposible de entender. Si ocurriera en alguna situación de delicada del vuelo -como el aterrizaje o despegue- podría poner en peligro a toda la aeronave incluidos al pasaje y tripulación.
El WiFi no es un peligro
"La señal de las redes WiFi es mucho más débil (100 mW) que la red GSM en su pico de potencia, y nunca he oído que cause problema alguno", recalca Schmidt. Actualmente muchísimas aerolíneas de todo el mundo proporcionan conexión WiFi en sus aviones.
El Wi-Fi en los aviones se ha ido extendiendo en los últimos años y permite ver películas, series, consultar el estado del vuelo, leer la prensa e incluso jugar a juegos desde nuestro dispositivo. Todo a 11.000 metros de altitud. En los vuelos de largo radio también hay aerolíneas que ofertan conexiones de datos móviles de uso libre para poder consultar el correo electrónico, utilizar redes sociales, mensajería o navegar por internet.
Salvo honrosas excepciones (una de ellas es el plan gratuito de datos a bordo de Norwegian) se cobra el megabyte 'a precio de oro'. Poco a poco, y a medida que la tecnología de conectividad global va mejorando, es cada vez más accesible pero todavía hoy no es algo común.