El GNAAS (Great North Air Ambulance Service) ha completado las primeras pruebas de un traje volador, que permita a los paramédicos llegar a la escena de un incidente en apenas unos minutos en vez de en horas.
El traje volador en cuestión será familiar para los lectores de OMICRONO, ya que ha sido desarrollado por Gravity Industries, que en los últimos años han ocupado muchos titulares con su tecnología basada en pequeños cohetes unidos a los brazos y a la espalda, como cuando crearon el traje de Iron Man.
La gran ventaja de este sistema es la velocidad, especialmente en terrenos difíciles como los que suele cubrir el GNAAS, en el norte de Inglaterra. El vehículo preferido para dar servicio en estas zonas es el helicóptero, debido a la cantidad de accidentes geográficos y en muchos casos, el mero hecho de que no hay carreteras aptas para ambulancias.
Un traje volador para salvar vidas
Pero los helicópteros también tienen desventajas, y por eso el GNAAS está interesado en esta nueva tecnología de trajes voladores, que permitan a un paramédico llegar primero a la zona del incidente y aplicar primeros auxilios hasta la llegada del equipo de rescate.
La prueba se realizó en la zona del parque nacional del Distrito de los Lagos (Lake District), donde el GNAAS reconoce que hay docenas de pacientes desperdigados por una zona muy complicada geográficamente hablando.
El paramédico puede volar directamente a la cima del monte o montaña con este tipo de traje, en un viaje que puede durar apenas 90 segundos; una gran diferencia respecto a los 30 minutos que tardaría hacer el camino a pie.
Nuevo uso para una tecnología "asombrosa"
Como el director de operaciones del GNAAS explica a la BBC, la necesidad de un aparato como el traje volador de Gravity Industries era evidente, pero no estaban seguros de si iba a funcionar en la práctica.
Las pruebas han demostrado que es "asombroso", y el director del GNAAS habla de un "gran potencial" para usar esta tecnología en los casos más críticos. La gran ventaja es la velocidad.
El paramédico llevaría un maletín médico, con medicinas y analgésicos, además de un desfibrilador para casos de parada cardíaca. Los pocos minutos en los que el paramédico podría llegar al paciente podrían significar su salvación.
El encargado de las pruebas fue el inventor del traje volador, Richard Browning; después de perfeccionar los diseños iniciales, en el 2018 presentó una versión con cuatro motores a reacción en los brazos, que permiten controlar el movimiento con más precisión. Desde entonces, se ha centrado en demostrar las posibilidades de su invento con maniobras publicitarias como el récord del mundo de velocidad.