Pocos días después del debate frente al candidato demócrata Joe Biden y en esta mañana española, Donald Trump ha informado a primera hora de la mañana de España, y a través de Twitter, de su positivo y el de la primera dama en COVID-19. La infección le sobreviene en medio de la campaña para revalidar su posición como presidente que tendrá que someterse al filtro democrático en poco más de un mes.
Y como era de esperar, no se iba a dejar ni un solo fleco suelto. El positivo del presidente de la nación más poderosa del mundo puede verse como un punto débil que los rivales naturales del país norteamericano pueden aprovechar. Pero ya se han encargado de mover ficha. Tanto es así que una cuenta de Twitter pudo adivinar el positivo una hora antes del comunicado de Trump; tan solo viendo el tráfico aéreo de aviones militares.
Concretamente el vuelo de uno muy especial: el Boeing E-6B Mercury. Una de las joyas de la corona del Pentágono que tiene la misión de servir de enlace entre el presidente de Estados Unidos (o quien tenga sus funciones en ese momento) y la amplísima flota de submarinos que el país tiene desplegado por todo el mundo.
En una primera captura de pantalla, se puede ver un Boeing E-6B Mercury sobrevolando aguas del océano Atlántico cerca de Washington. Una aeronave que no suele aparecer en las páginas web de radares por lo esencial de su misión y que si se ha mostrado públicamente es para "mandar un mensaje a un pequeño grupo de adversarios", tal y como indica en el tuit, publicado a las 6:19 hora peninsular española. Donald Trump informó en Twitter su positivo a las 6:54.
Esta aeronave, dotada de los sistemas de comunicación de larga distancia más avanzados, servirá como nodo si el presidente de Estados Unidos decide lanzar un misil nuclear desde submarinos o bien un misil intercontinental desde cualquier base militar. Esto es, la total capacidad de destruir a quien se lo proponga sin importar lo lejos del país que se encuentre el objetivo.
Poco minutos después, el mismo tuitero publicó una captura de otro Boeing E-6B Mercury volando en la costa oeste de los Estados Unidos. Como indicábamos, es muy extraño que este tipo de aeronaves salten a las páginas públicas de radar de aviones, normalmente, vuelan en el más absoluto de los secretos para no revelar ni su posición ni las posibles intenciones.
En caso de un ataque nuclear, el presidente de Estados Unidos cuenta con un avión totalmente preparado. Se trata de una modificación de Boeing 747 conocido como "el avión del juicio final" donde la plana mayor del ejército del país se podrá mantener a salvo mientras planifican el siguiente movimiento.