En qué fijarse en un televisor: de la resolución al sonido hasta el tipo de pantalla
Cuando nos enfrentamos a comprar un nuevo televisor nos asaltan decenas de dudas sobre sus especificaciones y las especificaciones técnicas antes de elegir.
3 octubre, 2020 01:24Noticias relacionadas
Elegir una televisión nueva es una tarea realmente complicada. Basta con echar un vistazo en cualquier tienda en línea o en las estanterías de las superficies comerciales especializadas para darnos cuenta de la enorme cantidad de propuestas que hay a disposición del potencial comprador. Una situación similar a la que nos enfrentamos también cuando queremos elegir un nuevo ordenador portátil, el dispositivo estrella en España en los últimos meses.
El punto más positivo, fruto de la competencia, es que actualmente encontramos muy buenas propuestas por relativo poco dinero. Televisiones inteligentes, paneles LED, multitud de tamaños, diferentes sistemas operativos... Una amalgama tan compleja que requerirá de tiempo para elegir la que mejor se adapte a las necesidades.
Pero no es tan difícil como pueda parecer. El primer corte que hay que superar es el relacionado con el presupuesto. Una horquilla de dinero que nos queremos gastar eliminará muchísimas opciones del mercado y, lo más importante, no guiarse pensando que algo por ser más caro es mejor.
Tamaño de pantalla
Tras el presupuesto, elegir un tamaño de panel correcto suele ser el segundo paso. Antes de nada, y para evitar 'sustos', conviene medir el espacio disponible que tenemos para colocar el televisor. Basta un flexómetro al uso y después consultar las medidas que proporciona el fabricante en su página web para cada modelo de tele.
El siguiente paso es el de elegir las pulgadas correctas dentro del espacio disponible. Seguro que alguna vez nos hemos visto en un salón con una tele demasiado grande que parece ser la protagonista de la estancia. Parece 'que estamos dentro de la pantalla'. Para que esto no ocurra, se suele utilizar la siguiente tabla:
- De 1,5 a 2 metros de distancia a la tele: 32 pulgadas de pantalla.
- De 2 a 2,5 metros: entre 40 y 45 pulgadas.
- De 2,5 metros a 3 metros: de 46 a 49 pulgadas.
- De 3 a 3,5 metros: de 50 a 55 pulgadas.
- Más de 3,5 metros: a partir de 60 pulgadas.
Por supuesto que son las medidas óptimas sacadas de un estudio que realizó la OCU en 2016, habrá personas a las que les guste tener una pantalla mayor y otras que opten por algo a la baja más discreta.
Más grande no es mejor
Tal y como ocurre con el precio, por ser una televisión grande no necesariamente tiene que ser mejor. Es una de las ideas más complicadas de dejar atrás. Como hemos comentado, la tele debe ajustarse a la distancia de visualización al tiempo que el aumento de pulgadas también debe ser acompasado con un aumento en la resolución.
Por poner un ejemplo extremo, un panel de 60 pulgadas con resolución FullHD (1920 x 1080 píxeles) no tiene ningún sentido. Se vera realmente mal mientras una de 32 pulgadas con esa resolución es más que aceptable. En la actualidad, se manejan básicamente 3 escalas de resolución: FullHD, 4K y 8K.
Las 2 primeras son las más populares en la actualidad siendo FullHD la elegida para televisiones de pocas pulgadas o para las más económicas y el 4K como el estándar actual en paneles de todo tipo. El 8K viene muy fuerte y las grandes casas de televisores ya apuestan por esta tecnología en sus diferentes ramas. Pero lo cierto es que todavía hay poco contenido nativo en esa resolución y quizá es más una compra pensando en el futuro con una tele de gama muy alta con un tamaño importante.
LED, OLED, QLED
La lucha definitiva. Los dos tipos de tecnología más populares en la actualidad que luchas, cada una con sus armas, por ser las elegidas por los compradores. Se ha escrito muchísimo sobre cuál de ellas es mejor y lo cierto es que 'va por gustos'. Las pantallas OLED tienen unos negros mucho más intensos, pero tienen la desventaja de que se pueden terminar 'quemando'. Esto es, que de tener imágenes fijas en pantalla -como las moscas de las cadenas de televisión- se hagan sombras y queden marcadas aunque ya no estén en pantalla.
Los paneles OLED, con LG como máxima exponente, tan solo están disponibles a partir de 55 pulgadas así que si nuestra próxima televisión tiene menos pulgadas debemos elegir alguna con panel LED. Esta tecnología es más apropiada para aquellas televisiones que van a estar muchas horas al día encendidas debido a que las imágenes fijas no les suponen ningún problema.
La más extendida de este segmento es la QLED con Samsung como abanderada, una que promete pantallas con colores vibrantes sin el problema del 'quemado' de las OLED. Dos formas muy diferentes de entender cómo debe verse una imagen y que dependerá de los gustos de cada persona.
Desde hace poco tiempo existen paneles mini-LED y micro-LED, que pretende unir los beneficios de las OLED y LCD-LED tradicionales. Por el momento existen pocas propuestas en el mercado empleando estos paneles y las que hay suben de precio. Si consiguen implantarse, y a medida que más marcas las vayan empleando, seguro que terminan abaratándose.
También relacionadas con las pantallas nos encontramos con las diferentes tecnologías que las marcas aportan para mejorar la imagen. El HDR (Alto Rango Dinámico, en inglés) potencia en contraste de los colores haciéndolos más vivos. El estándar que se maneja actualmente es el HDR10+ junto con Dolby Vision. Si vamos a optar por televisores de gama media-alta tendremos que fijarnos si llevan alguna de estas tecnologías pues, realmente, se nota en el día a día.
Sonido
Uno de los puntos más importantes a la hora de disfrutar de una buena película, serie o videojuego es el sonido. Uno malo resta entero en la experiencia de usuario y uno bueno nos hace sumergirnos mucho más en la historia.
Salvo muy contadas excepciones, tendremos que recurrir a alguna de las barras de sonido externas que las marcas ponen a su disposición. Como ocurre con las teles, existen infinidad de propuestas de todos los precios. Debido a temas de sincronización, puede ser una buena idea optar por una barra de sonido de la marca de la televisión y tener muy en cuenta la tecnología que proporciona la tele respecto al sonido.
Este segmento de dispositivos ha evolucionado muchísimo en los últimos años y algunas marcas ya ofrecen conjuntos completos con inteligencia artificial que estudian el entorno. Y otras con especificaciones de última tecnología como la integración de Dolby Atmos o DTS:X. Una buena barra de sonido es capaz de ofrecer una experiencia de usuario similar a equipos de home cinema más complejos de instalar.
La televisión inteligente
Para cerrar los puntos en los que fijarnos a la hora de comprar una nueva televisión queda el apartado de televisión inteligente. Las smart TV cuentan con aplicaciones de todo tipo y una conectividad mejorada que permitirá, entre otras cosas, poder ver la pantalla de nuestro teléfono inteligente u ordenador en la televisión. Dentro de las apps podemos encontrar algunas como Netflix, Disney+, Prime Video, Apple TV+, HBO, aplicaciones de noticias, del tiempo, juegos...
Las televisiones se han convertido con estos sistemas operativos en centros de entretenimiento muchos más completos que lo eran antes. Han pasado de ser objetos pasivos a activos gracias a la interacción que están comenzando a ofrecer poco a poco. Casi es complicado hoy en día no encontrarnos con diferentes plataformas de televisión inteligente en todos los precios.
Otras soluciones como Apple TV o el Fire TV Stick de Amazon han permitido impulsar esto muchísimo y ha supuesto un cambio importante. Han permitido que teles antiguas o sin funciones inteligentes puedan disfrutar de aplicaciones, juegos y ecosistemas completos por muy poco dinero.