Ya nos parece de todo menos extraño que una persona lleve un reloj o pulsera inteligente en su día a día. Los wearables, como así se denominan, son dispositivos que se llevan como complementos en el cuerpo y ofrecen algunas funciones muy interesantes. En España, por ejemplo, basta con echar un vistazo a para darnos cuenta de la cantidad de Apple Watch, Samsung Galaxy Watch o Xiaomi Band atados a las muñecas de los usuarios.
Pero, como suele ser lo habitual, en la industria militar se está yendo mucho más allá. Una de las propuestas más en firme de realidad aumentada la tiene Microsoft con sus HoloLens. Un dispositivo que consigue proyectar cualquier tipo de contenido adaptado al entorno real y que ha sido anunciada en diferentes ocasiones como la herramienta perfecta para diseñadores, ingenieros o estudiantes de ramas científicas como la medicina.
Las aplicaciones en el potencial terreno de batalla también son extraordinarias. Con unas gafas de realidad aumentada el soldado de a pie puede obtener información muy valiosa sin necesidad de apartar un segundo la vista del objetivo.
Guerra del futuro
Microsoft es una de las grandes compañías tecnológicas a nivel mundial y sus HoloLens uno de los dispositivos más punteros. Tanto ha sido así que fueron los elegidos por la Army de Estados Unidos para desarrollar un wearable para los soldados. La realidad aumentada o realidad mixta -término que usa la propia Microsoft para referirse a este concepto- del ejército estadounidense ha sido desarrollado dentro del programa Integrated Visual Augmentation System (Sistema de Aumento Visual Integrado, o IVAS).
Por el cual se recogen las necesidades de un nuevo dispositivo integrado en los cascos de los soldados que sea capaz de proveer toda la información necesaria en el campo de batalla. El dispositivo al completo está compuesto por una pantalla donde se proyectarán los datos y una carta de sensores integrados en la montura para que los militares puedan 'ver' en condiciones de muy baja luminosidad o identificar objetivos a través de radiación térmica.
El IVAS "mejora los sentidos de los soldados, la toma de decisiones, la adquisición de objetivos, el compromiso de objetivos y el conocimiento de la situación", apuntan desde la propia Army. En la información que mostrarán las HoloLens, el soldado podrá encontrar todo tipo de datos sobre dónde se encuentra el enemigo y la posición de la unidad.
"Ayuda a los soldados a ver el objetivo al que tienen que disparar, utiliza un sistema de reconocimiento facial que les dice quién es cada persona, puede traducir desde diversos idiomas al inglés y permite a los soldados enviar diferentes tipos de información", según recoge el comunicado de la Army. Por ejemplo, puede compartir un mapa con coordenadas o vídeo de lo que está ocurriendo en el campo de la batalle en tiempo real.
El IVAS, además, incorpora conectividad inalámbrica entre los dispositivos de los soldados. Una función que destacan desde la Army gracias a que permite enviar y recibir todo tipo de información entre escuadrones, pelotones y compañías. "Pueden hablar entre ellos y compartir imágenes del objetivo".
Se espera que este sistema comience su despliegue operacional en los últimos meses del próximo año 2021. Según apuntan, la elección final del dispositivo de realidad mixta de Microsoft se ha producido tras más 20.000 horas de pruebas donde se han involucrado cerca de 1.000 soldados, marines y miembros del cuerpo de operaciones especiales del ejército.
El programa, pese a significar una inyección de dinero muy importante a Microsoft, no ha estado exento de polémica. Algunos trabajadores de la compañía con sede en Redmond protestaron ante la aplicación bélica del dispositivo. "Ayuda al gobierno del país a incrementar la letalidad empleando armas que nosotros hemos construido", apuntaron en un comunicado. Protesta que no se tuvo en cuenta y, tras firmar el contrato, la compañía publicó en el blog corporativo el compromiso de Microsoft con el ejército.
El caso español
A un nivel diferente, en España también hemos visto en fechas recientes algunos proyectos que emplean cascos inteligentes para el Ejército del Aire. En concreto, se trata del casco Scorpion que equipan ya algunos pilotos del caza F-18 del arma española.
Este casco, al igual que el empleado por la Army, es capaz de "designar objetivos y ofrecer simbología (navegación, inteligencia, combate...) sin tener que dirigir la mirada para buscarla", tal y como contó a OMICRONO Andoni Unibaso, responsable comercial de aviónica en Thales España, la compañía encargada del desarrollo y despliegue de los cascos.
El casco Scorpion se integra con el misil IRIS-T, un proyectil de seguimiento infrarrojo, con el sistema de visión diurno/nocturno y puede emplearse para la designación de objetivos.