El arroz es uno de los alimentos más populares en España y de los más utilizados en la gastronomía de todo el mundo. Más allá de las miles de recetas, tiene diversos usos como arreglar un móvil mojado de una manera sencilla y efectiva, sin embargo en Seat han descubierto una nueva utilidad para este alimento: fabricar piezas de coches con él.
La firma automovilística comenzará a usar el Oryzite, un material renovable y sostenible creado a partir de cáscara de arroz. Una nueva materia prima que actualmente se está probando en el revestimiento del Seat León.
La idea de la compañía es aprovechar los desechos del arroz y al mismo tiempo poder utilizarlo en sus vehículos con un material que comparta características y capacidades con los componentes habituales, que le hagan estar a la altura de las altas prestaciones de su último coche.
¿Por qué arroz?
En esta búsqueda de nuevos materiales que permitan a Seat mantener la calidad pero al mismo tiempo reducir la huella de carbono, la pregunta parece obvia, ¿por qué usar arroz en vez de otro tipo de productos?
Cada año se cosechan más de 700 millones de toneladas de arroz en el mundo. Sin embargo, para poder consumirlo, ese arroz hay que pelarlo y quitarle la cáscara. En torno al 20% de esa producción, unas 140 millones de toneladas, son desechos y Seat quiere aprovecharlo para que pasen a formar parte de las piezas de sus coches.
El fabricante de vehículo se ha unido con Oryzite, empresa que se dedica a este proceso y que está ubicada en Tarragona. "En la Cámara Arrocera del Montsià (situada en el Delta del Ebro), con una producción de 60.000 toneladas de arroz al año, buscamos una alternativa para aprovechar toda la cantidad de cáscara que se quemaba, unas 12.000 toneladas. Ahora la convertimos en Oryzite, un material que, mezclado con otros compuestos termoplásticos y termoestables, puede modelarse", explica Iban Ganduxé, CEO de Oryzite.
Moldeable y renovable
Oryzite también es como se llama el novedoso proceso en sí. Aún en fase de desarrollo, permite incorporar cascarilla de arroz en todo tipo de compuestos termoplásticos en elevados porcentajes, en torno a un 60%, un factor clave para cumplir con la directiva europea que establece la necesidad de reciclaje de los vehículos. En este sentido, la compañía ha descubierto que la cáscara de arroz permite trabajar en la reducción de plásticos.
El nuevo material es más ligero pero igual de resistente. Aporta aporta firmeza y estabilidad dimensional, con menor peso que únicamente con cargas minerales y registra baja absorción de humedad. Además, pese a su componente vegetal no se inflama fácilmente, algo que sería terrible para incorporar en la automoción.
El proyecto de Seat pasa así por modelar algunas partes del coche con cáscara de arroz mezclada con poliuretanos y polipropilenos, como el revistimiento del techo, el doble piso de carga del maletero o el portón trasero. A simple vista no se aprecian diferencias con las piezas fabricadas con tecnología convencional.
Sin embargo, al pesar menos las piezas se puede aligerar el peso total del vehículo. "Reduciendo así la huella de carbono. Además, estamos utilizando un material renovable, promoviendo la economía circular y haciendo un producto más verde", explica Joan Colet, ingeniero de desarrollo de acabados de interiores en Seat.
Misma calidad
Seat está analizando actualmente los revestimientos para saber la cantidad exacta de cáscara de arroz que se puede utilizar para cumplir al 100% los requerimientos técnicos y que realmente no se note la diferencia en términos de calidad. "Trabajamos siempre en la búsqueda de nuevos materiales para mejorar nuestros productos", apunta Colet.
"Las exigencias técnicas y de calidad que pedimos a la pieza no cambian respecto a lo que hoy tenemos. En la medida que los prototipos que estamos haciendo cumplan esos requerimientos, estaremos más cerca de la introducción en serie", explica Colet.
Por ejemplo, el doble piso de carga de un maletero del coche creado con Oryzite pasa pruebas de carga en las que debe soportar hasta 100 kilos de peso concentrados en un mismo punto con el objetivo de comprobar tanto su rigidez como su fuerza.
Del mismo modo, Seat también lleva a cabo una serie de pruebas térmicas que se realizan en la cámara climática, con el fin de analizar la resistencia al calor, al frío y a la humedad de estos nuevos elementos creados con cáscara de arroz.