La medicina moderna ha conseguido pasar a un nivel superior gracias a unos nuevos materiales capaces de integrarse dentro del cuerpo con diversos comportamientos desde el punto de vista sanitario. Por ejemplo, hemos podido ver cómo las impresoras 3D están ayudando en las cirugías de algunos hospitales de España o nuevos materiales inteligentes que estimulan el crecimiento de vasos sanguíneos.
Cualquier intervención quirúrgica en el cráneo sigue siendo, aún hoy por hoy, una de las cirugías más delicadas que los sanitarios tienen que abordar. La rutina clínica que se emplea pasa por el trasplante de hueso o el empleo de implantes de plástico o metal. Aunque esto puede estar a punto de cambiar.
Un equipo de científicos de la Universidad de Gotemburgo ha estado trabajando en un material biocerámico que puede implantarse al paciente y estimula la regeneración natural del hueso del cráneo. Permitiendo reparar heridas más grandes que nunca.
Implante regenerador
Las 2 técnicas que se usan en la actualidad acarrean un peligro importante para el individuo. La primera consistente en el trasplante de hueso de su propio cuerpo supone un riesgo tanto en la parte emisora como en la receptora. Asimismo, cuando se implanta un material externo al cuerpo (como el plástico o el metal) existe riesgo de infección debido al potencial rechado de esas piezas 'extrañas'.
"Se piensa que los factores de crecimiento y las células madre contribuyen a la curación, pero aún no se ha demostrado que tengan ventajas obvias después de la administración en grandes carencias del cráneo humano", ha declarado Peter Thomsen, profesor de biomateriales en la Universidad de Gotemburgo, que también es el responsable del actual estudio.
Los investigadores, según cuentan en la publicación de la propia universidad, han empleado un nuevo material biocerámico impreso en 3D, unido a un marco de titanio con la forma de la parte carente del hueso del cráneo. El descubrimiento ha sido toda una revolución pues ha conseguido una regeneración ósea sin el empleo de factores de crecimiento o células madre.
El material biocerámico, tal y como han podido comprobar, se convierte en hueso con una composición química indistinguible a la del hueso natural. "Podemos ver el crecimiento del hueso del cráneo, no solo en las partes circundantes del cráneo, sino también en el centro del defecto en sí", ha dicho Thomsen. Según la misma publicación, la biocerámica está formada por monetita que llega a convertirse dentro del cuerpo en apatita, el mineral principal del que están formados los huesos.
Intervención exitosa
Los experimentos han sido realizados con éxito en ovejas y los resultados, según apuntan, pudieron confirmarse en humanos. Concretamente en un individuo, donde la biocerámica se convirtió en tejido 21 meses después de la intervención quirúrgica. "Con una estructura y composición similar al hueso natural. En un proceso denominado osteoinducción", según afirman en el artículo.
En la investigación científica se encuentran involucrados, además de la Universidad de Gotemburgo, el Instituto Karolinska y la Universidad Upsala. Hakan Engqvist, profesor de ciencia de materiales aplicados en Upsala, ha sido el responsable del desarrollo del material del implante y de su composición. "La biocerámica innovadora se degrada con relativa lentitud", ha apuntado Engqvist.
"La combinación de la composición de la cerámica y su descomposición lenta ha resultado ser extremadamente buena para la formación de hueso en grandes defectos craneales", según recoge la publicación de la Universidad de Gotemburgo. Peter Thomsen, por su parte, recalca la necesidad de realizar investigaciones más en profundidad, tanto al investigar los procesos moleculares como en forma de estudios clínicos adicionales. "Este principio competirá con los principios de tratamiento existentes de trasplante óseo e implantes de plástico y metal", remata el mismo Thomsen.