El uso de drones dentro del Ejército del Aire tiene un papel muy secundario si lo comparamos con otros países con presupuestos tan inmensos como Estados Unidos, donde ya trabajan en el sustituto del caza tripulado convencional. El papel de estas aeronaves teledirigidas en España tiene un objetivo meramente de vigilancia y para eso cerraron -hace algo más de un año- un contrato comercial con la estadounidense General Atomics.
En concreto, acordaron la compra de cuatro drones MQ-9 Predator B destinados a inteligencia en un contrato avalado por la OTAN que ascendió a 158 millones. Tras la primera entrega de dos unidades ocurrida el pasado septiembre, el Ejército del Aire acaba de incorporar la segunda tanda compuesta por otros dos drones, según recoge Defence Blog.
Su centro de operaciones se encuadra en la Base de Talavera la Real (Badajoz) donde compartirán pista con la aviación civil que aterrice en la ciudad extremeña. El Predator B es uno de los referentes mundiales en lo relativo a drones de recopilación de datos que levantó el vuelo en 2001 y desde entonces ha servido en diferentes ejércitos de todo el mundo como el del mismo Estados Unidos, Reino Unido, Italia o Francia.
"Estamos orgullosos de nuestra asociación con la Fuerza Aérea Española", declaró Tommy Dunehew, vicepresidente de desarrollo estratégico internacional de General Atomics. "Agradecemos la confianza que las autoridades españolas han demostrado en el MQ-9 [...] y esperamos ver que el sistema funcione con éxito en apoyo a los requisitos nacionales de inteligencia, vigilancia y reconocimiento del país".
El dron estadounidense con el que se ha hecho España tiene una autonomía que puede traspasar las 27 horas de vuelo ininterrumpido, una altitud máxima de 50.000 pies (más de 15.000 metros), un peso en vacío de 2.223 kilogramos y un peso máximo al despegue de 4.780 kilos.
En cuanto al radio de acción, el MQ-9 Predator B cuenta con uno de 1.850 kilómetros a una velocidad de crucero que va desde los 276 a los 313 kilómetros por hora y una velocidad máxima de 482.
Todo ello para vigilar desde el aire todo el territorio español. Tarea que ya se le ha encomendado en Estados Unidos en el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, en la Agencia de Seguridad Nacional (la famosa NSA) e incluso la NASA lo ha empleado en algunas ocasiones. La resistencia y flexibilidad también la ha demostrado sirviendo en la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), también conocidos con el sobrenombre de 'los cazatormentas', que se dedican a la vigilancia de tornados y otros fenómenos meteorológicos relevantes.
Actualmente existen otras versiones del Predator B que pueden ser equipados con armas, aunque no es el caso de España. Según algunas informaciones, este modelo de dron estaría detrás de algunas operaciones especiales llevadas a cabo por el ejército de Estados Unidos en el Medio Oriente, como el asesinato del general iraní Soleimani que va a cumplir dentro de poco su primer aniversario.