Con el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental por parte de Estados Unidos, se abre una nueva etapa en las relaciones diplomáticas entre el país americano y el africano. Un hecho histórico que ha venido acompañado de un acuerdo de 1.000 millones de dólares en armamento con destino Rabat donde se incluyen varios drones de un modelo similar al que tiene España.
Porque, además de los Lockheed Martin F-35 a los que opta Marruecos al abrir relaciones con Israel, los drones ya están considerados como la mejor herramienta de los ejércitos de todo el mundo que evitan exponer a pilotos humanos. Tanto Israel como Estados Unidos son especialistas en este campo cuyos productos se exportan a los países aliados con excelente rendimiento en el campo de batalla.
Los drones actualmente sirven para todo, desde pequeñas aeronaves dispuestas para monitorizar las cosechas de los agricultores a auténticos 'cazas' no tripulados armados con misiles guiados. Todo un menú de plataformas, modelos y accesorios de los que Marruecos tendrá uno muy específico y avanzado.
Drones de Marruecos
El acuerdo al que han llegado Estados Unidos y Marruecos contempla la adquisición por parte de este último de un total de cuatro drones MQ-9B SeaGuardian. Un modelo fabricado por General Atomics que ya opera desde hace un tiempo en algunos ejércitos. El MQ-9B SeaGuardian es una evolución del Reaper que actualmente opera el Ejército del Aire de España situándolo un paso más allá en cuanto a avances tecnológicos abordo y un potencial de ataque del que carece el modelo español.
"El MQ-9B contiene actualizaciones de hardware y software, así como una mayor tolerancia a la fatiga estructural y los daños", según apunta la propia General Atomics. Por otro lado, también cuenta con un software de vuelo más sólido y mejoras que le permiten llevar a cabo operaciones en condiciones climáticas adversas.
La plataforma Predator cuenta, ya desde versiones anteriores, con una amplísima gama de accesorios y módulos dedicados a todo tipo de misiones. En concreto, el modelo que recibirá Marruecos está especialmente diseñado para volar en entornos de operaciones de vigilancia marítima, aunque podrá ir mucho más allá.
El propio fabricante lo anuncia en la página web como el dron perfecto para tareas de guerra antisuperficie, guerra antisubmarina, asistencia humanitaria, operaciones SAR (Búsqueda y Rescate en el mar) y apoyo a las fuerzas de seguridad (tráfico de drogas, inmigración ilegal, piratería...). General Atomics también apunta a que se está llevando a cabo un desarrollo para poder aplicar el MQ-9B en las misiones antiminas.
Asimismo, el acuerdo cerrado entre ambos países recoge el suministro de misiles Hellfire y kits Paveway y JDAM, fabricados por las estadounidenses Lockheed Martin, Raytheon y Boeing, respectivamente. Todo esto apunta a que los drones de Marruecos tendrán capacidad de ataque, algo que no se ha previsto para los que operan en el Ejército del Aire, ofreciendo al país africano una flexibilidad extraordinaria para emplear los drones en tareas de inteligencia y de ataque.
En lo relativo a especificaciones, los MQ-9B SeaGuardian de Marruecos cuenta con una envergadura de 24 metros -similar al de un avión comercial de corto alcance-, una longitud de 11,7 metros, un motor turbopropulsado de hélice firmado por Honeywell y un peso máximo al despegue de 5.670 kilogramos. El resto de especificaciones se completan con un techo de vuelo superior a 12.000 metros y una autonomía máxima de 40 horas.
El dron encuadrado dentro del Ala 23 del Ejército del Aire, con base en Talavera la Real (Badajoz), es el modelo MQ-9A Reaper. El primer vuelo de esta aeronave no tripulada se produjo en el año 2001 y ha sido el preferido por la Fuerza Aérea de Estados Unidos para sus operaciones en Medio Oriente. Entró en servicio en España en 2019 y hace pocas semanas que el Ejército recibió la última de las cuatro unidades con la que cuenta.
El propósito del Predator español es la vigilancia del territorio nacional y para ello cuenta con una surtida carta de sensores dedicados a la recopilación de información para labores de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. En este caso, la envergadura es de 20 metros con una longitud de 11 y un peso máximo al despegue de 4.763 kilogramos.
Las especificaciones se completan con una altitud máxima algo superior a 15.000 metros, una autonomía máxima de 27 horas y, como apuntamos, todo el equipamiento necesario para realizar las labores de inteligencia. Un modelo más antiguo que el marroquí pero igualmente válido para las tareas encomendadas en España.
Cuando Marruecos finalmente reciba los drones MQ-9B, se unirán a la ya amplia fuerza militar y policial con capacidad de monitorización marítima. Actualmente, cuenta con embarcaciones especializadas en vigilancia así como aeronaves, de las que recibirá una pequeña flota de aviones espía de última generación, e incluso satélites con el fin de recabar información de sus fronteras.
Dron europeo: 2030
España actualmente está inmersa en el desarrollo de una plataforma de vehículo aéreo no tripulado junto con algunos países europeos a través del consorcio Airbus, la francesa Dassault y la italiana Leonardo. De esta forma, España, Francia, Italia y Alemania dejarán de depender de terceros -como Estados Unidos- para equipar drones en sus flotas.
Se espera que el Ministerio de Defensa anuncie la compra de 12 drones (con todo el equipamiento necesario para su operatividad) con opción a 6 mas, según infodefensa. Algo que no ocurrirá a corto plazo. Se espera que las primeras unidades de Euromales se pongan en servicio en el año 2029, seguramente después de la llegada de los MQ-9B a Marruecos.
En cuanto a las especificaciones, los países están trabajando para que el dron se encuadre dentro de los más avanzados del momento contando con una envergadura de 26 metros, una longitud de 16 metros y un peso máximo al despegue de 11 toneladas; superando en todos los aspectos al MQ-9B. El techo de vuelo se situará en los 14.000 metros y una capacidad de carga de 2.700 kilogramos.