Barco ruso con central nuclear

Barco ruso con central nuclear Elena Dider Omicrono

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Mini centrales nucleares en barcos, ¿fin al problema del recibo de la luz?

Una compañía danesa está trabajando en la creación de un barco con centrales nucleares a bordo capaces de abastecer de energía a bajo coste durante 24 años.

20 enero, 2021 02:33

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La energía nuclear, pese a accidentes fatales en el pasado, es una de las más seguras y potentes del mundo. Aunque en España no se planteen nuevas construcciones a medio plazo, otros muchos países o zonas concretas sí necesitan de energía eléctrica que no dependa de renovables. Y la nuclear es la mejor candidata.

Existen varias formas para arreglar este problema energético, que se ha disparado en las últimas semanas, pero una de las más atractivas que ha surgido en los últimos tiempos es una que emplea barcos convertidos en pequeñas centrales nucleares. Esta es la propuesta de Seaborg Technologies, una startup con sede en Dinamarca, que busca construir centrales nucleares económicas como alternativa a la quema de combustibles fósiles.

De los tres físicos que fundaron la compañía en 2014, hoy cuentan con alrededor de 30 ingenieros, químicos, expertos en seguridad, físicos y desarrolladores de negocio en plantilla. Todo para que el barco con una central nuclear a bordo sea una realidad en 2025.

Central nuclear a bordo

La idea de equipar un barco con un reactor nuclear no es nueva. Desde que la energía de este tipo se probó como una fuente -casi- inagotable y con un mantenimiento poco complejo, barcos y submarinos nucleares navegan por aguas de todo el mundo.

Barcos con centrales nucleares

Barcos con centrales nucleares Seaborg Omicrono

Y tampoco es nuevo eso de convertir una embarcación en una central nuclear. En Rusia, existe una plataforma flotante con forma de barco (que no cuenta con sistema de propulsión) que alberga un generador nuclear y produce energía eléctrica. Está operado por la compañía nacional Rosatom y se encuentra amarrado en el puerto de Pevek, al este del Mar de Siberia, desde el 2019.

La principal diferencia con la propuesta de Seaborg es que estos últimos son barcos con motor capaces de desplazarse por sí mismos allá donde se necesite de energía nuclear. Y también que cuentan con un tipo de reactor nuclear diferente que les permite disminuir el tamaño al tiempo que aumenta la seguridad.

En los reactores nucleares de sal fundida, el combustible se mezcla con un compuesto de base salina líquida que actúa a su vez de refrigerante. Se asegura de esta forma que el reactor no puede explotar ni incendiarse. Y, si existe una emergencia, simplemente se apagará automáticamente.

Los técnicos de Seaborg han conseguido construir un reactor que es unas 10 veces más pequeño que uno equivalente instalado en tierra firme. Más pequeño también que los embarcados en algunos submarinos o barcos rompehielos.

Akademik Lomonosov

Akademik Lomonosov TuomoS Omicrono

Los reactores de sal fundida están considerados uno de los más seguros por el uso de combustible capaz de fluir y por el notable poder refrigerante que mantiene el reactor a una temperatura donde los componentes mecánicos no sufren tanto desgaste. Además, este tipo de reactores son capaces de abastecerse de combustible gastado en otras centrales nucleares. Eliminando los siempre polémicos desechos radiactivos.

El barco podrá estar anclado a puerto y generando electricidad durante 24 años, con los mantenimientos propios de cualquier reactor nuclear de este tipo. Un tiempo en el que también usará su energía para generar agua desalinizada y combustible de hidrógeno, que puede alimentar a los cohetes espaciales.

Hasta 200.000 hogares

Estos reactores embarcados están siendo diseñados pensando en los países que no cuentan con una infraestructura eléctrica consolidada. "Si no podemos encontrar una solución energética para estos países, recurrirán a los combustibles fósiles y seguramente no alcanzaremos nuestros objetivos climáticos", declaró Troel Schönfeldt, director de Seaborg.

Central nuclear

Central nuclear @mcktrts en Unsplash Omicrono

También se da el caso de naciones que no pueden acceder a la energía nuclear debido al requerimiento de una normativa regulatoria muy estricta aplicada para prevenir desastres nucleares o la proliferación de armas. Los barcos de Seaborg podrían ser una alternativa a estos países pues utiliza residuos de otras centrales a base de uranio ya empobrecido.

Seaborg espera abrir la ventana de pedidos de barcos con reactores nucleares en 2022 y serán construidos en un astillero de Corea del Sur. Por el momento, no ha trascendido el precio ni las diferentes opciones (solo que un barco puede tener más de un reactor), pero de lo que sí informan es de la capacidad que tendrán.

"El reactor compacto de sal fundida [CMSR, de sus siglas en inglés] podrá suministrar electricidad, agua potable y calefacción o refrigeración a alrededor de 200.000 hogares", según recogen en la página web.

Además, la temperatura de salida del reactor "es lo suficientemente alta como para producir de manera eficiente hidrógeno neutro en carbono, combustibles sintéticos y fertilizantes", recalcan.

Torres de refrigeración de una central nuclear

Torres de refrigeración de una central nuclear @jplenio en Unsplash Omicrono

Según sus creadores, los barcos de Seaborg serán capaces de generar energía eléctrica más barata que si se empleara combustibles fósiles, la técnica más económica actualmente y que requiere una tecnología poco avanzada.

Peligros

Si bien el peligro de accidente nuclear relacionado con la operativa del día a día es bajo, existen otros agentes externos que suponen un riesgo extra. Mientras las centrales nucleares en tierra firme implican un estudio geológico importante, el mar es menos previsible.

Akademik Lomonosov

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"El concepto de una central nuclear flotante existe desde hace mucho tiempo y tiene mucho sentido. Pero hay preocupaciones", ha declarado Chris Gadomski, analista nuclear de Bloomberg New Energy Finance. "En lugares como Filipinas e Indonesia tiene mucho sentido. Pero no hace mucho tiempo, Filipinas sufrió un tsunami".

En otra escala, la operación de este tipo de puertos necesita de una infraestructura más o menos compleja. Un puerto seguro y resguardado del oleaje y de las tormentas marinas, una obra civil que es complicada de encontrar en países en desarrollo que pueden ser los potenciales clientes de este barco.

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