La meteorología no da tregua a Madrid. Al bloqueo de la capital de España provocado por Filomena ahora ha dado paso la borrasca Gaetan, con la que se prevé que lleguen lluvias persistentes que acelerarán el deshielo de la nieve que aún queda en aceras y calzadas.
Se espera que en estos días caigan en Madrid en torno a 20 litros por metro cuadrado, una "cantidad normal y habitual", aseguran los expertos. Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Madrid se ha realizado una operación exprés para identificar y limpiar cientos de puntos críticos que deben ayudar a evacuar el agua por el riesgo a posibles inundaciones por acumulación de aguas.
Esta misma limpieza a contrarreloj se ha realizado en todos los municipios de la Comunidad en un listado de puntos claves, porque la limpieza de imbornales es fundamental para dar salida al agua desde la superficie hasta el sistema de alcantarillado.
Una vez limpias las salidas de agua, el foco se pone sobre al sistema de alcantarillado que tendrá que hacer frente en unas horas a más presión de lo habitual. Ha de ser capaz de gestionar tanto el desagüe de las lluvias que traerá Gaetan en las próximas horas como de toda la nieve que se irá deshaciendo. Algo para lo que está preparado.
Pero ¿cómo es posible que el sistema no colapse y a la vez conocer qué sucede en tiempo real en el alcantarillado de Madrid para vigilar la infraestructura? La respuesta está por un lado en el trabajo que realizan los tanques de tormentas, y por otro en la comunicación entre miles de sensores y estaciones remotas conectados entre sí.
Miles de sensores conectados
El cerebro que toma el control de las aguas de Madrid se encuentra junto al laboratorio de aguas residuales que el Canal de Isabel II, la empresa que gestiona el agua en la Comunidad, tiene en el municipio de Majadahonda (Madrid). Desde ahí se monitorizan las 24 horas del día cómo está la red para poder solucionar los problemas que puedan surgir en el menor tiempo posible.
El Canal de Isabel II gestiona cerca de 15.000 kilómetros de redes de saneamiento que recogen las aguas residuales de 5,6 millones de habitantes. Los trabajos que realiza en estas redes -la mayoría de titularidad municipal- son de vigilancia, inspección y limpieza de las conducciones, resolución de avisos y actuaciones para la conservación de las mismas.
Todo se conoce en tiempo real desde el centro de Majadahonda. Desde ahí se pulsa al instante la situación hidráulica de las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento, el estado de la calidad de las aguas, las captaciones de aguas subterráneas y otros parámetros. Absolutamente todo el ciclo del agua pasa por este gran centro ubicado al noroeste de Madrid.
Para poder llevar a cabo el control al instante, el sistema está articulado en torno a unos 30.000 sensores y 2.000 estaciones remotas, redes y comunicaciones conectadas entre sí. Estos sensores sirven de referencia para gestionar casi más de 100.000 instrumentos que se transmiten a través de una red de telecomunicaciones y permiten conocer en directo qué sucede en la red de aguas de Madrid. Si hay un problema, lo saben al instante.
Para saber cuándo algo falla, se establecen unos niveles de alerta que son los que dan el aviso para conocer que algo no va bien, incluso ante que los clientes y usuarios de la red madrileña puedan enterarse.
Vigilancia del saneamiento
Más allá del telecontrol de todo el ciclo del agua, desde el Canal se realiza una función específica para el saneamiento y alcantarillado. Una tarea ambiciosa pues manejan más de 14.400 km de redes de alcantarillado, casi 900 km de red de grandes colectores y emisarios, 133 estaciones de bombeo de aguas residuales y 157 estaciones depuradoras de aguas residuales.
Para vigilarlas cuentan con caudalímetros en las instalaciones de bombeo y depuradoras que "nos van diciendo el caudal que pasa por esos puntos. Además, disponemos de sensores de nivel en más de 50 aliviaderos que detectan cuando se vierte a cauce, y en los tanques también se conoce el volumen que entra a los mismos", explica la empresa a OMICRONO, y es que es en las depuradoras "donde hay más información, no solo de caudales sino de otros muchos parámetros, para verificar el buen funcionamiento de estas instalaciones".
Tan imporante como el seguimiento en tiempo real es el estar preparados. Desde el punto de vista de la predicción de lluvias cuentan con 3 radares meteorológicos que indican la intensidad de lluvia que ha caído y permiten realizar una predicción a corto plazo (máximo de unas 6 horas). "Nos servimos también de predicciones meteorológicas detalladas y a plazo más largo para estar prevenidos", añaden.
Lo cierto es que el sistema de telecontrol no es nuevo en el Canal de Isabel II. Desde hace más de 30 años se puede hacer un seguimiento de la red hídrica de la Comunidad de Madrid, aunque es cierto que el sistema ha ido creciendo año a año. "Este sistema de supervisión y control ha crecido de forma exponencial tanto en cantidad y variedad como en complejidad, aportando un alto valor añadido a la explotación, supervisión y control del proceso de las infraestructuras que opera la empresa en toda la Comunidad de Madrid", explica la empresa.
Precisamente el sistema recibirá una inversión de casi 3 millones de euros para modernizarse aún más y estar más conectado. "Seremos capaces de conocer en todo momento el estado de los equipos electrónicos que vigilan, monitorizan y controlan a distancia el estado de las instalaciones de la empresa. El nuevo sistema permitirá recoger la información de estado de los equipos de telecontrol para que el personal de mantenimiento pueda realizar las correcciones o reparaciones pertinentes, ya sea de manera remota, cuando sea posible, o presencialmente: por ejemplo, cambios de batería, reemplazo de sensores, actualizaciones de programas, etc", detalla la empresa.
Red de tanques de tormentas
El punto tener capacidad para recoger tanto el agua de lluvia como el deshielo reside en la propia infraestructura de la comunidad autónoma. Y es que Madrid cuenta con la mayor red del mundo de tanques de tormentas, un tipo de construcción concebida para regular el paso del agua de lluvia hacia las depuradoras y evitar así vertidos y prevenir inundaciones.
En concreto, la Comunidad de Madrid cuenta con una red de 65 tanques de tormentas, la mayor del mundo en este sentido. Este miércoles la consejera regional de Medio Ambiente, Paloma Martín, ha asegurado que "están operativos y preparados para recibir tanto las aguas de lluvia como de deshielo de todas las vías públicas de la región".
El trabajo que se realiza en ellos es clave, pues tanto el agua como el hielo arrastran metales y suciedad acumulada en calzadas o aceras, por lo que es necesario "enviar estas aguas de forma progresiva y controlada a las depuradoras y ayudar a evitar posibles inundaciones (...) son instalaciones útiles y fundamentales para el cuidado medioambiental", puntualiza Martín.
Más de la mitad de este tipo de tanques se encuentran en la capital. En concreto 36 de ellos colocan a la ciudad de Madrid como la ciudad del mundo con mayor número de infraestructuras de este tipo, lo que le permitió recoger el año pasado nueve millones de metros cúbicos de agua.
Lo cierto es que el sistema hidráulico de la región está diseñado para recibir grandes volúmenes de agua por el deshielo. De hecho, Martín también explicaba que tras el deshielo, "los 13 embalses gestionados por la empresa pública recibirán hasta 70 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa el 7,4% de la capacidad de los embalses o equivalente al consumo de agua de los 6,7 millones de habitantes de la Comunidad de Madrid durante dos meses".