El módulo de Jeff Bezos con el que la NASA volverá a la Luna: así es el HLS
Uno de los nuevos quehaceres de Jeff Bezos será Blue Origin, su compañía aeroespacial que tiene como objetivo próximo llegar a la Luna y lanzar satélites al espacio.
4 febrero, 2021 01:28Noticias relacionadas
El tiempo de Jeff Bezos al frente de Amazon, la página web de compra online por excelencia en España, ha llegado a su fin. La desconexión será paulatina y tendrá efecto en este verano de 2021, momento el que el empresario nacido en Nuevo México se centrará en su siguiente gran proyecto: el espacio. Un terreno en el que Bezos ya acumula cierta experiencia y algún contrato millonario por parte de la administración pública de Estados Unidos.
Blue Origin, como así se llama la rama espacial creada por Jeff Bezos, nació en el año 2000 como una compañía aeroespacial que se iba a centrar en los vuelos orbitales y suborbitales. Pero poco a poco fue internándose en proyectos más ambiciosos como el Programa Artemis, que llevará humanos a la Luna en 2024, y quién sabe si más allá.
Ahora que Bezos se va a desconectar de Amazon, se espera que los diferentes proyectos en los que está trabajando Blue Origin comiencen una etapa de desarrollo acelerado. No les queda otra si quieren llegar a tiempo a las diferentes entregas programadas por la NASA.
"La parte de Blue Origin en este viaje es construir un camino al espacio con nuestros vehículos de lanzamiento reutilizables, para que nuestros hijos puedan construir el futuro". Así describen la misión de la compañía en su página web. Buena cuenta de ello da Elon Musk, el rey de las naves y cohetes reutilizables, que también está embarcado en los viajes espaciales a través de SpaceX.
Vuelta a la Luna
Blue Origin ha sido una de las 'agraciadas' con un contrato millonario por parte de la NASA para construir vehículos en su afán en el regreso del hombre a la Luna. Se trata del ya conocido Programa Artemis y Blue Origin ha bautizado su aportación como Blue Moon.
"Blue Moon es un módulo de aterrizaje flexible que proporciona una amplia variedad de cargas útiles pequeñas, medianas y grandes a la superficie lunar", según la web de Blue Origin. Puede llevar tanto carga como tripulación y está especialmente diseñada para proporcionar aterrizajes precisos y suaves en unas condiciones tan complejas como las de la Luna.
En concreto, Blue Origin tiene un par de plataformas en las que está trabajando. La primera de ellas es la Cargo Lander, un una variante dedicada al transporte de cargas que promete acarrear "varias toneladas métricas de carga útil a la Luna, que van desde grandes rovers, hábitats y etapas de ascenso".
El otro vehículo es el denominado Human Landing System (HLS), un encargo de la NASA en el que Blue Origin está trabajando junto a Lockheed Martin, Northrop Grumman y Draper. El papel de Blue Origin en este proyecto es de contratista principal.
Una responsabilidad que tiene que asumir como líder en la gestión de programas, ingeniería de sistemas, garantía de seguridad e ingeniería de misión. Se espera que el HLS sea el responsable del descenso a la Luna de esta nueva edad de oro de la exploración espacial. "Esta vez para quedarse", afirman desde Blue Origin.
El Descent Element (Elemento de Descenso) es parte del HLS en la que se ha centrado Blue Origin. Está basado en el módulo de aterrizaje Blue Moon Cargo y en su propulsor BE-7, que se ha estado desarrollando durante tres años en la factoría de la compañía.
"Las variantes puede cumplir con una gama de capacidades de entrega tanto de tripulación como de carga en cualquier lugar de la superficie de la Luna, incluido el Polo Sur lunar", anuncian desde Blue Origin.
Una tecnología que han ido aprovechando y 'reciclando' de otros proyectos con mayor recorrido. La autonomía del módulo de aterrizaje, la guía, la arquitectura de aterrizaje vertical y los motores están basados en las novedades aplicadas en el New Shepard.
El propulsor que se instalará en el HLS, el BE-7, es uno de los proyectos estrella de la casa Blue. Se trata de un motor de alto rendimiento capaz de generar un empuje de 40 kN.
"Las capacidades de alto impulso específico, aceleración y reinicio del BE-7 hacen que el motor sea ideal para el transporte de grandes cargar útiles". Esos 40 kN pueden parecer 'pocos' a primera vista si tenemos en cuenta que el motor de un Boeing 777 tiene del orden de 10 veces más en modo despegue. Pero la escasa gravedad que genera la masa de la Luna lo hacen más que competente para un aterrizaje en la superficie.
Turistas al espacio
Sin duda, uno de los grandes eventos espaciales que se esperan en el 2021 es el lanzamiento de naves turísticas. Si todo va según lo planeado, será a finales de año cuando SpaceX, mediante un contrato comercial con Axiom, ponga en órbita a los primeros turistas espaciales -entre los que se encuentra Tom Cruise y Doug Liman- en mucho tiempo. Con un segundo vuelo planeado, esta vez formado totalmente por civiles, para finales de este mismo año.
Desgraciadamente para Jeff Bezos, su compañía todavía no está preparada para tales hazañas espaciales. En 2017 anunció que se encontraban "a un año vista" del lanzamiento, pero estamos en febrero de 2021 y por el momento no hay una fecha estimada del primer vuelo turístico.
Esto nos hace pensar que New Shepard acumula retrasos importantes en su desarrollo. Este cohete será el encargado lanzar la cápsula donde se sentarán los turistas en un vuelo que durará tan solo unos minitos y que les impulsará -un poco- más allá de la línea Karman, la 'frontera' entre la atmósfera y el espacio establecida en los 100 kilómetros de altura.
El último vuelo de un New Sephard se produjo a mediados de febrero como la decimocuarta misión de este cohete. Blue Origin lanzó la NS-14 desde su plataforma de lanzamiento en Texas completándose de forma satisfactoria. El cohete despegó y aterrizó como se esperaba y la cápsula hizo lo propio gracias a los paracaídas instalados.
Contando este último lanzamiento, Blue Origin acumula ya 15 aterrizajes exitosos de la cápsula en una misión que ha durado 10 minutos y 10 segundos.
Cohete orbital
El tercero de los desarrollos de Blue Origin es el New Glenn, que comenzó su diseño en el año 2012 en busca de un vehículo de lanzamiento orbital reutilizable. Según la propia compañía, es la apuesta para "construir la carretera hacia el espacio". Esto es, el cohete de cabecera para los viajes más allá del New Shepard.
Será capaz de llevar pasajeros y cargas para ponerlos en la órbita terrestre y regresar de vuelta a la superficie. Se estima que la primera etapa del lanzador tendrá, al menos, una vida útil de 25 misiones.
"El carenado de 7 metros dobla el volumen de carga útil de cualquier vehículo de lanzamiento existente, lo que significa más espacio para los satélites", apuntan desde Blue Origin. También hacen hincapié en que el New Glenn es capaz de despegar y aterrizar en el 95% de las condiciones climáticas, sin detallar cuáles son el 5% bajo las que la misión se deberá posponer.
A diferencia del New Shepard, el New Glenn tiene previsto ser lanzado desde Cabo Cañaveral, en una fecha por el momento indeterminada pero no a corto plazo. La primera etapa del cohete, una vez se haya separado del conjunto aterrizará en una barcaza a unos 1.000 kilómetros de distancia, en ese momento los motores de la segunda etapa se encenderán y posteriormente el carenado de 7 metros se separa. "La misión se completa cuando la carga útil se dispone de manera segura a la órbita".
Constelaciones
Otro de los puntos en común con SpaceX es que Blue Origin cuenta con su particular programa de constelaciones. Los de Elon Musk ya llevan mucho tiempo lanzando estos pequeños satélites para proveer a StarLink, su servicio de Internet de alta velocidad con cobertura -casi- mundial.
Jeff Bezos consiguió en julio de 2020 el permiso de las autoridades de Estados Unidos para el lanzamiento de un total de 3.236 satélites con un coste estimado de 10.000 millones de dólares. El Project Kuiper, como se ha denominado internamente, también tiene intención de proveer un servicio de conexión a Internet a todo el mundo.
Los primeros satélites de la constelación de Blue Origin deben lanzarse a mediados del año 2026 y se espera que la constelación termine de desplegarse a mediados de 2029. Según informaron el pasado julio, Blue Origin será capaz de ofrecer conexión cuando tenga en órbita 578 satélites, algo que no se espera que ocurra hasta finales de 2026.
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