Cada vez un mayor porcentaje de los coches vendidos en España tiene un interior dominado por pantallas táctiles. Las ames o las odies, está claro que han llegado para quedarse; sistemas modernos como Android Automotive permiten tener un coche que es básicamente un smartphone, con aplicaciones y funciones adicionales.
Sin embargo, la posible peligrosidad de las pantallas táctiles, lo poco intuitivas que son si no las miramos directamente, y lo fácil que se pueden romper les ha hecho ganar muchos detractores.
Si hay una marca que ha apostado por las pantallas en el coche es Tesla, sustituyendo completamente todos los indicadores y el cuadro de instrumentos; en algunos modelos como el Tesla Model 3, una pantalla se encarga de todo.
Las pantallas de Tesla no duran
Y ahora, se ha descubierto que esa pantalla puede dejar de funcionar de manera repentina, perdiendo el acceso a las funciones más básicas del coche como el velocímetro, el Autopilot o los mapas. Y lo peor, es que es algo que Tesla se esperaba.
Así lo ha confirmado la propia compañía en una carta (pdf) dirigida a la NTHSA, la agencia gubernamental estadounidense de seguridad de tráfico, donde afirma que no se debería esperar que las pantallas de los Tesla duren más de cinco o seis años.
Parece extraño que un fabricante de coches diga eso, pero la clave está en el contexto. La carta fue un intento de Tesla de evitar que la NTHSA ordenase una retirada masiva de coches de la compañía por culpa de un desperfecto descubierto en las pantallas, que puede provocar que se apaguen.
¿Obsolescencia programada?
Finalmente, la retirada ha sido anunciada, afectando a casi 135.000 vehículos vendidos en los últimos años. El problema se encuentra en la memoria flash que los sistemas integrados usan de almacenamiento; con el uso continuo y el paso de los años, esta memoria se puede desgastar y los datos se pueden corromper, haciendo que el sistema operativo no funcione.
La postura de Tesla es que a esto no se le debería llamar un "defecto", porque es de esperar que la memoria no dure más que esos cinco o seis años; es por eso que Tesla cree que no es "razonable" que la NHTSA espere que la pantalla funcione durante toda la vida útil del coche.
Sea como sea, es más probable que un salpicadero con botones dure más de esos cinco años sin problemas, pero eso es algo que muchos usuarios tal vez no sepan. Al juntar todas las funcionalidades del coche en una pantalla, el problema es que si esta falla, se pierden todas; en cambio, si un botón deja de funcionar en un coche tradicional es poco probable que eso ocurra.
Esto vuelve a recuperar el debate de la obsolescencia programada, y de cuánto tiempo las compañías tecnológicas deberían seguir dando soporte a sus dispositivos.
Por el momento, Tesla tendrá que retirar 134.951 coches, entre los que se encuentran Model S vendidos entre 2012 y 2018 y Model X vendidos entre 2016 y 2018; además de lanzar una nueva actualización que debería arreglar el uso excesivo de memoria y mostrar un mensaje en la pantalla cuando se detecte un posible fallo.
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