La tecnología personal del día a día no solo se compone de un smartphone o de un ordenador para teletrabajar. O si no, que se lo pregunten a las 18.000 personas en España que llevan un implante coclear. Estos dispositivos permiten poner sonidos y voces donde antes había sordera, y cada vez lo hacen mejor gracias a mejoras técnicas obtenidas en los últimos años.

La situación ha empeorado en tiempos de pandemia, por el distanciamiento social, las mamparas y especialmente, las mascarillas. Una combinación que puede ser fatal para todo tipo de personas incluso con prótesis auditivas, ya sean audífonos o los citados implantes cocleares.

Debido a estas barreras, es importante que los espacios públicos se adapten incluyendo los bucles magnéticos. Algo realmente barato para la cantidad de beneficios que reportan a las personas con problemas auditivos que llevan prótesis. Una de las últimas compañías en adaptarse a esta situación ha sido FreeNow, que ha anunciado que sus taxis comenzarán a instalar el bucle magnético en todos sus coches. Pero todavía queda mucho por hacer tanto en el sector privado como en el público.

Qué es el implante coclear

"El implante coclear es un dispositivo que consta de una parte externa y otra parte interna, que es la que se implanta en la cóclea del oído", nos ha contado a OMICRONO Carmen Jáudenes, directora de FIAPAS (Confederación Española de Familias de Personas Sordas). La cóclea es lo que muchos conocemos como el 'caracol', que aparecía en los libros de texto de primaria.

"La parte externa tiene un micrófono que recoge el sonido, que puede ser el habla o de cualquier otra fuente emisora, lo procesa y lo conduce hasta el oído interno mediante unos electrodos", apunta Jáudenes. Estos electrodos estimulan eléctricamente esa parte del oído y vienen a sustituir el funcionamiento de las células ciliadas.

El aparato hace que la cadena del sonido continúe hasta su destino, en el cerebro, y permite escuchar con una calidad muy elevada con los dispositivos más actuales. Jáudenes nos ha indicado que no todas las personas sordas pueden aprovecharse de los implantes cocleares -depende de la situación y del problema de cada uno-, pero sí afirma que hay un número importante de todas las edades.

La operación la cubre la Seguridad Social, y actualmente se operan a niños a partir de un año de edad. Desde que la implantación del implante dio inicio en los años 50 -la primera vez en Francia- la tecnología ha evolucionado muchísimo. Lo mismo que si tomamos como referencia el primer implante en España, que se realizó en el año 85.

"La parte interna se coloca a través de una cirugía que require muy poca hospitalización. El paciente regresa a su casa y a los pocos días se realiza la primera prueba para comprobar y programar el implante".

¿Cómo suena?

Además de la calidad de los micrófonos, uno de los elementos que más han evolucionado en los últimos tiempos son los procesadores. Esta parte del implante coclear se encarga de 'traducir' el sonido recogido por los micrófonos en pequeñas descargas eléctricas que se aplican en la cóclea.

"La tecnología ha mejorado mucho principalmente en el tratamiento del habla por parte del procesador, cada vez proporciona una calidad de la audición más próxima a la audición normal". Teniendo en cuenta, apostilla, que nunca será exactamente igual. También se ha mejorado en cuanto conectividad con el resto de sistemas que nos rodean en el día a día. Hay, por ejemplo, implantes cocleares con Bluetooth y existen algunos teléfonos móviles con funciones que potencian la calidad de las llamadas.

Según nos ha contado Carmen Jáudenes, la voz que escuchan las personas con implantes cocleares es un tanto "metálica". Pero "el lenguaje se oye como lenguaje". Y es que ha existido -y existe- "la creencia de que estas personas escuchan poco menos que bits y eso no es así".

Los niños sordos que nunca han oído nada y no tienen una experiencia auditiva previa, cuando aprenden a hablar, lo hacen como las personas de su entorno. "No reproducen ruidos extraños, reproducen palabras con la sintaxis y la candencia del habla de su entorno".

"Los implantes funcionan con baterías, que se encuentran en la parte externa". Pueden ser recargables o no y suelen tener una duración de aproximadamente un día. La parte interna, por su parte, no suelen acarrear problemas y los reimplantes son un porcentaje muy bajo. "Lo que si tiene un periodo de vida útil es la parte externa, que se suele renovar cada siete años".

Qué es un bucle magnético

Otro de los factores imprescindibles para tener una experiencia completa son los bucles magnéticos. Tanto con el implante coclear como con audífonos. Estos dispositivos se pueden encontrar en espacios públicos tales como aulas universitarias, teatros, cines y ahora también los taxis de FreeNow.

El bucle, según recogen desde FIAPAS, es un sistema de sonido que transforma la señal sonora, generando un campo magnético que la prótesis de la persona con discapacidad auditiva es capaz de captar. Es un sistema normalizado mundialmente y permite mantener una cierta privacidad en algunas situaciones. "La persona con el implante escucha directamente la voz de la persona que está al otro lado de la ventanilla", afirma Jáudenes. Sin apenas interferencias sonoras del ambiente y potenciando en parte el audio "unos 5 decibelios".

Para una vida normal

Los ejemplos de aplicación que nos plantea Carmen Jáudenes no podían ser más acertados. "En una consulta médica o cuando se tienen que hacer gestiones en la ventanilla de un banco". Pero también hay más, como la posibilidad de disfrutar de una película sin el siempre molesto ruido ambiente o de una obra de teatro. "También se pueden hacer visitas guiadas a museos adaptadas, la persona con el implante deberá llevar un dispositivo extra que cree el campo magnético pero permite que escuchar bien las explicaciones".

En el espacio donde está instalado, el bucle genera un campo magnético y, cuando la persona sorda está situada dentro de ese perímetro adaptado, coloca el implante coclear o el audífono en el modo T. De hecho, este es uno de los aspectos en los que están trabajando desde FIAPAS. "Queremos que cuando haya un espacio adaptado, las personas con prótesis la ponga en posición T".

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