En las últimas semanas, el cohete chino descontrolado Long March 5B que se espera que caiga este fin de semana en alguna zona de la Tierra ha suscitado preocupación. Hablamos de un aparato de 21 toneladas que ha generado el temor de que pueda caer en países poblados, como en España. No obstante, la Unión Europea considera poco probable que el cohete caiga en zonas con población.
El Servicio de Vigilancia y Seguimiento Espacial de la Unión Europea (EUSST) está realizando una monitorización exhaustiva del cohete debido al hecho de que actualmente se encuentra fuera de control. Este consorcio considera que hay pocas posibilidades de que el cohete impacte en alguna zona con población civil.
Este cohete ha copado titulares después de que se descontrolara en la misión Long March 5B, después de poner en órbita el primer módulo de la que será la estación espacial china. El cohete, tras realizar su cometido, se pasó de largo de su órbita, y no se sabe específicamente ni cuándo ni dónde impactará en la Tierra.
Pocas probabilidades
Se espera que a lo largo de este fin de semana el cohete realice el aterrizaje previsto en la Tierra. La EUSST no es la única que está vigilando de cerca el cohete; el polémico Comando Espacial que inició Trump en Estados Unidos también está rastreando el objeto, y sus militares esperan que caiga el día 8 de mayo.
Este consorcio, del que forman parte varias agencias espaciales y organismos públicos de numerosos países europeos, lleva días vigilando la reentrada a la atmósfera del cohete chino. No es para menos; este es uno de los trozos más grandes que han realizado esta reentrada a la Tierra nunca, y merece un "monitoreo cuidadoso", según el consorcio.
Según la EUSST, el cohete ya está cayendo y su ventana de reentrada, al menos la estimada del consorcio, es algo más ambigua, comprendiendo entre los días 8 y 9 de mayo. Todo esto está siendo medido gracias a la red de sensores y radares propiedad de este servicio de vigilancia espacial.
Los datos que ha publicado en abierto este consorcio revelan que el objeto lleva una inclinación que sugiere en principio que los restos o "escombros" del mismo caerían en una región de la Tierra cubierta en su mayor parte por el océano o áreas deshabitadas, y ha aseverado que la probabilidad estadística de un impacto en suelo en áreas pobladas "es baja".
Aún con todo, debemos coger estas predicciones con pinzas, ya que no son demasiado exactas dado el descontrol del aparato. Las estimaciones aproximadas sobre el lugar donde caerían esos restos sólo se podrán realizar unas pocas horas antes del reingreso real del objeto en la atmósfera terrestre.
Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación del Gobierno de España ha explicado en Twitter que la mayoría de los restos "se desintegrarán durante su reentrada a la atmósfera", y ha explicado que España está proporcionando datos de su radar en la base de Morón de la Frontera (Sevilla) al consorcio encargado de realizar el seguimiento del cohete.
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