Starlink está cerca de llegar a España, y lo puede cambiar todo. Ya existían servicios de Internet por satélite, por supuesto, pero ninguno con el mismo planteamiento de crear una gigantesca constelación de miles de satélites cubriendo todo el planeta.
Sólo SpaceX ha sido capaz de hacer realidad algo semejante, gracias a sus cohetes reutilizables Falcon 9 que han reducido el presupuesto necesario. De hecho, Starlink nació como una manera de aprovechar estos desarrollos para ganar ingresos que soporten a la compañía.
Pero hasta SpaceX y Elon Musk tienen límites, y eso se está demostrando con la expansión de Starlink más allá de usuarios entusiastas. Es por eso que se han buscado un aliado poderoso: nada menos que Google.
Google y Starlink
El problema de SpaceX era evidente: necesitaba infraestructura y recursos de redes para ofrecer servicio a todo el mundo, especialmente si pretendía expandir su servicio a usuarios profesionales y empresas, que no son tan comprensibles ante los fallos de conexión como un entusiasta de la compañía.
Aquí es donde entra Google Cloud, la división de la nube de Google, que ha conseguido un contrato para suplir esos recursos a SpaceX y así mejorar el servicio de Starlink. Lo ha conseguido gracias a la gran cantidad de centros de datos que posee, una infraestructura que ya ofrece servicio a millones de personas en cualquier localización del planeta.
SpaceX instalará estaciones de tierra de Starlink en esas localizaciones, con el objetivo de ofrecer acceso rápido a Internet; la compañía quiere empezar a ofrecer servicio a empresas en la segunda mitad del año.
Internet más rápido
Para Google, esta es una manera de potenciar su división en la nube, frente a alternativas como AWS de Amazon o Azure de Microsoft. Llama la atención que este acuerdo supondrá que Starlink usará la red interna de Google; no es que la compañía vaya a instalar nuevos centros de datos, sino que usará los que ya tiene.
A cambio, Starlink ofrecerá servicios en la nube, datos y aplicaciones, accesibles directamente a negocios en áreas rurales o remotas.
Recordemos que Google lleva años intentando hacer justo eso, llevar Internet a las zonas más remotas, con algo de éxito; pero hasta ahora, no ha conseguido convertir esos desarrollos en productos reales, y ha tenido que ir cancelándolos, como con el sistema de Internet con globos. Antes, también intentó ofrecer Internet con drones, pero el proyecto nunca llegó a despegar.
Ahora, Google tiene la oportunidad de hacer realidad esa idea, con la ayuda de Starlink, para ofrecer sus servicios a más usuarios.