Las calles de España se han llenado, casi literal, de patinetes eléctricos. Una parte muy importante de ese elevado número viene de la mano de las grandes flotas de alquiler, pero poco a poco el número de usuarios individuales va en aumento y ya son muchos los que optan por adquirir cualquiera de los dispositivos disponibles en el mercado.
Este último caso puede convertirse en un pequeño dolor de cabeza. La gran mayoría de los patinetes tienen unas dimensiones prácticamente calcadas. Salvo en modelos muy específicos y como es lo lógico, los patinetes están diseñados para una talla media de persona. De este modo, alguien que sea muy alto puede no sentirse cómodo manejando una unidad estándar.
Pero, como suele ocurrir, ahí hay una necesidad y ya existe alguien dispuesta a cubrirla. Se trata de la marca Scotsman. Radicada en Silicon Valley, tiene un proyecto de construir patinetes eléctricos usando impresión 3D, lo que permite crear unidades únicas y a la medida deseada por el comprador.
Emplear esta tecnología también le permite un extra de versatilidad en cuanto a la construcción. Según indican, los chasis de sus patinetes están fabricados de una sola pieza de un termoplástico de fibra de carbono. Sin una gota de pegamento ni un solo punto de soldadura.
La propia compañía permite al usuario que va a encargar el patinete incluir datos personales como la altura, el peso y la longitud de piernas y brazos. Basándose en eso, realizarán una pieza única usando impresión 3D que se adapte como un guante a la fisionomía de cada uno.
Pero la personalización no termina en el chasis. Scotsman permite al usuario elegir especificaciones tan importantes como el tipo de motor, teniendo disponible un esquema con uno de 500 W y hasta una distribución dual de motores de 2.000 W. También la elección de baterías estará a mano del usuario que podrá optar por colocar una o dos unidades de 500 o 550 Wh.
Según indica la marca y dependiendo de la configuración elegida, el patinete eléctrico de Scotsman puede alcanzar los 112 kilómetros de autonomía. Siempre teniendo en cuenta unas condiciones ideales.
El resto de especificaciones son igualmente interesantes. Ambas ruedas son las tradicionales con aire para que la rodadura sea más cómoda, cuenta con un sistema de suspensión propio de la marca, dos discos de freno regenerativos... Y una pantalla multifunción con GPS, Bluetooth y conexión móvil. Con aplicación para gestionarlo todo incluida.
Visto el despliegue de medios, el patinete de Scotsman no será uno de estos baratos por unos pocos centenares de euros. La versión base del dispositivo parte de los 2.999 dólares a los que habría que añadir los extras que requiramos. Actualmente se encuentran en preventa por 1.599 dólares para recaudar financiación a través de Indiegogo.
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