La venta masiva de drones y los peligros que pueden acarrear si caen en malas o inexpertas manos ha llevado a las fuerzas de seguridad y ejércitos de todo el mundo a hacerse con escopetas antidrones. En España, la Policía Nacional lleva varios años con este tipo de armas que consigue repeler los vuelos en zonas no autorizadas.
Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, la industria militar es una de las más potentes y avanzadas del mundo. Y no iba a ser menos en el sector de los drones. La compañía DroneShield tiene, de hecho, una de las escopetas antidrones más grandes del mundo.
A simple vista bien podría ser un sistema antidrones de esos que emplean enormes cantidades de radiación para dejarlos fuera de juego. Pero la disposición de la culata y del cuerpo junto con la mirilla nos indica que se trata de un arma personal.
Tiene una longitud de 1,42 metros y un peso de 7,25 kilogramos de "contramedida de vehículos aéreos no tripulados altamente efectiva para ser manejada con las dos manos y de largo alcance".
Su diseño se basa en las antenas direccionales de alto rendimiento, con una interfaz de usuario sencilla que permite al operador configurar el arma y adaptarla a la situación. Puede "seleccionar y activar el rango de frecuencias de interferencia para derrotar al objetivo", según recogen en la página web del fabricante.
La DroneGun Tactical, como así se denomina comercialmente, cuenta con un par de baterías capaces de proporcionar hasta 2 horas de autonomía a pleno rendimiento. Lo que diferencia a la DroneGun Tactical del resto de armas antidrones es el alcance y la amplísima variedad de frecuencias con las que puede trabajar al ismo tiempo.
El secreto está en el radomo de la antena que ha sido diseñado específicamente para trabajar al mismo tiempo con diferentes bandas de frecuencia y que el operador pueda seleccionarlas a discreción.
Entre sus características, se encuentran algunas interesantes como que corta inmediatamente el vídeo al operador del dron y el arma consigue hacerlo aterrizar lentamente para poder realizar las investigaciones oportunas. Y otra que hace que el dron regrese por donde ha venido sin dejarlo fuera de juego.
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