El tren de lujo para ir de Barcelona a Pekín: un "palacio sobre raíles" de 350 millones
El Train G es un tren de lujo privado de 14 vagones diseñado por Thierry Gaugain que tendrá unas grandes cristaleras, terraza y todo tipo de exclusividades por 350 millones.
16 julio, 2021 02:03Noticias relacionadas
El tren como medio de transporte de lujo dejó de ser una prioridad para las operadoras en buena parte del mundo hace ya muchas décadas. Salvo contadas excepciones como el Transcantábrico en España, la apuesta por los servicios de alta velocidad y la demanda de pasajeros de conectar grandes ciudades en el tiempo más corto ha hecho que ese concepto de lujo se haya trasladado a los aviones de largo radio en los que se puede disfrutar de una auténtica suite privada.
Pero los tiempos cambian y lo que un día pasó de moda, vuelve más fuerte. Lejos de las grandes operadores de trenes, hubo también una época en la que los bolsillos más acaudalados contaban con coches -vagones- privados con total disponibilidad. Siguiendo esta línea, el diseñador francés Thierry Gaugain quiere que los ricos del siglo XXI también puedan disponer de sus trenes completos privados al igual que lo hacen con aviones y yates.
Gaugain es, entre otras cosas, el reconocido diseñador del Venus, uno de los yates de lujo más famosos del mundo. Perteneció a Steve Jobs y ahora lo disfruta su familia. En esta primera incursión en el mundo de los trenes, Gaugain emplea altas dosis de la tecnología más puntera en un conjunto de 400 metros de largo y un precio de infarto: 350 millones de dólares, más que el triple de lo que cuesta un AVE.
Millonarios al tren
El concepto ha sido bautizado como G Train y, aunque no se encuadra dentro de los trenes de alta velocidad, sí consigue una media muy interesante. Y plagado de detalles que indican que es un tren de lujo. Uno de los más llamativos es el empleo de un exterior de vidrio que permite una visibilidad excepcional del paisaje.
Ese tipo de vidrio, además, es uno muy especial que se usa en la actualidad en algunas aplicaciones aeronáuticas -en las ventanillas de los aviones- y en domótica normalmente para grandes edificios. Aplicando una corriente eléctrica mínima, el cristal comienza a oscurecerse en diferentes tonalidades. Desde un efecto oscurecido como unas gafas de sol a otro prácticamente opaco.
Si bien ese recubrimiento es el protagonista de todo el tren, no es el único detalle que indica el lujo. El interior ha sido diseñado par acomodar a pasajeros y el dueño podrá ir adaptando los espacios a discreción. Grandes salones de fiesta, terrazas al aire libre, suites... Prácticamente todo lo que se puede encontrar en un yate, pero trasladado a un tren.
"Tendemos a pensar en el transporte ferroviario solo en términos de velocidad, moviendo a muchas personas del punto A al punto B en un tiempo récord", ha dicho Thierry Gaugain, diseñador del Train G. "Pero este tren de 14 vagones pertenecería a un solo propietario. Es una forma alternativa y muy tranquila de ver el mundo, más allá del yate y el jet".
Esos 14 vagones con la locomotora hacen que el conjunto tenga una longitud de unos 400 metros y una velocidad de crucero de 160 kilómetros por hora. "El tren es esencialmente un escenario que el propietario puede configurar de muchas formas", apunta. Para comprarlo será necesario tener una cuenta corriente con 350 millones de dólares,
El proyecto del Train G se ha ido desarrollando a lo largo de los últimos 3 años y, para ello, ha recurrido a grandes actores del sector como al constructor de trenes personalizados Stadler, el fabricante de vidrio Saint-Gobain y la compañía de ingeniería Eskerley O'Callaghan.
"Teníamos que asegurar la viabilidad del proyecto antes de seguir adelante", ha comentado Gaugain. Así que el tren será capaz de operar en mercados tan dispares como Europa, Asia. "De Barcelona a Pekín", afirma. Y también en América del Norte. Eso sí, el traslado a ultramar será más complicado que el de un yate o un avión ejecutivo.
Más transporte de lujo
Esta misma nostalgia que quiere rescatar el tren se está viviendo en los últimos tiempos con los dirigibles -con participación de empresas españolas- que buscan reencontrar al pasajero del siglo XXI con medios de transporte lujosos asociados a otra época.
Elefant Travel es una agencia de viajes de lujo con ese en España que espera fletar un dirigible al Polo Norte en el 2024. "Contaremos con algún chef español de renombre para que cocine a bordo y hablaremos con algún diseñador para que vista a la tripulación", contó a OMICRONO Gonzalo Gimeno, socio director de Elefant Travel.
"Nuestra idea pensando en el futuro es crear una aerolínea de dirigibles completa" empleando dirigibles del AirLander 10. "El dirigible permite ir a sitios directos, imagínate hacer un trayecto desde Ciudad del Cabo hasta El Cairo pasando por cataratas Victoria o hacer un safari sin hotel".