La cárcel Evin es, desde hace años, el infierno en el que Irán encierra a opositores y activistas. Desde allí han llegado a España nuevas imágenes del maltrato sistemático que sufren los presos en Irán. Las pruebas que demuestran esos abusos se han conseguido gracias a un ataque informático a los servicios de vigilancia de la prisión.
Situada al noroeste de Teherán, recibe el apodo de la "Universidad de Evin" por la gran cantidad de intelectuales, políticos, periodistas y activistas defensores de los derechos humanos que cumplen condena en sus celdas. La película de John Steward, Rosewater de 2014 refleja la cruda realidad que se vive tras esos muros.
Sin embargo, más recientes y reales son los vídeos que se han filtrado desde el sistema de seguridad de la prisión. Un grupo de piratas informáticos ha conseguido acceder al sistema de vigilancia de la cárcel y hacer públicas imágenes grabadas por el sistema CCTV (Circuito cerrado de televisión).
Hacktivismo
El periodista Ed Clowes comparte en Twitter el momento en el que la prisión es atacada y las pantallas de vigilancia quedan bloqueadas por un mensaje de los piratas informáticos. La escena, como él la describe, parece sacada de una película.
En los últimos minutos del vídeo se puede ver un ejemplo de los abusos que cometen los funcionarios de la prisión. Un preso se desmaya y los policías lo arrastran por varias estancias, incluso un hombre pasa por encima del enfermo sin hacerle el menor caso, la BBC lo describe como un clérigo musulmán por la vestimenta que lleva.
No son las únicas imágenes, la cadena de televisión inglesa comparte otro vídeo donde se puede ver como un grupo de policías maltratan a otro preso esposado con puñetazos y patadas. La periodista iraní Masih Alinejad recuerda que en esta prisión hay muchos ciudadanos con doble nacionalidad de Estados Unidos, Reino Unido y la UE. "La comunidad internacional debe tomar medidas enérgicas" dice.
El grupo que ha perpetrado el ataque se llama Edalat-e Ali y en las pantallas de control de la prisión reprodujeron el siguiente mensaje: "La prisión de Evin es una mancha de vergüenza en el turbante negro y la barba blanca de Raisi", en referencia al nuevo presidente de Irán, Ebrahim Raisi, un clérigo ultraconservador y exjefe del poder judicial de Irán.
Irán se disculpa
Ante la filtración de estas imágenes, Haj-Mohammadi, el jefe de la Organización de Prisiones se ha visto obligado a pedir disculpas al líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, y al país por los abusos que se ven en los videos. "Acepto la responsabilidad por un comportamiento tan inaceptable y me comprometo a tratar de evitar que se repitan estos amargos eventos y a tratar seriamente con los malhechores", ha dicho.
En marzo de este año más de 150.000 cámaras de seguridad ubicadas en sitios como cárceles o fábricas de coches sufrieron un ataque masivo que tenía como objetivo mostrar la vulnerabilidad de estos sistemas de seguridad. Ahora es la prisión Evin la que demuestra no ser tan segura como debería, pero por motivos diferentes.
Este es un nuevo caso de hacktivismo, donde un ataque informático sirve para denunciar ante la comunidad internacional las violaciones de derechos humanos. Antiguos presos de Evin han asegurado a BBC que lo que muestran las imágenes filtradas no se pueden comparar con lo que ellos experimentaron dentro de la prisión durante años.
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