La operación de evacuación que se ha vivido en Afganistán en los últimos días no tiene comparación histórica. Decenas de aeronaves militares, entre ellos los A400M de España, sacando a marchas forzadas a miles de personas desde un Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul que se había convertido en una de las zonas más peligrosas del mundo.

A los ataques terroristas suicidas -con la correspondiente respuesta de Estados Unidos- se suman los perpetrados con misiles; ambas ofensivas reclamadas por el ISIS-K, la rama afgana del Estado Islámico. El último de los ataques con misiles se produjo a eso de las 6 de la mañana (hora local) de este lunes 31 de agosto, cuando los terroristas lanzaron 6 cohetes de artillería de calibre 107 milímetro contra las mismas instalaciones aeroportuarias.

Para esta ocasión, Estados Unidos estaba preparado, o como mínimo parcialmente. Al menos uno de esos cohetes lanzados por el Estado Islámico fue interceptado por la cúpula antimisiles C-RAM, según Forbes, aunque otros reportes indican que pudieron haberse anulado más misiles. Este sistema lleva instalado en Afganistán desde el año 2005 y que también tiene -o ha tenido- presencia en Irak con un rendimiento muy positivo.

La cúpula estadounidense

Los encargados del despliegue y operación del C-RAM es la U.S. Army, el equivalente al Ejército de Tierra de España y tiene como objetivo contrarrestar amenazas como cohetes, artillería y morteros (Rockets, Artillery and Mortar, en inglés). De desarrollo estadounidense, el sistema fue diseñado originalmente para equiparse en los buques de guerra del país y posteriormente modificado para su uso en tierra firme instalados encima de remolques.

C-RAM US Army

Basado en el Phalanx CIWS, el sistema equipa una serie de sensores que son capaces de detectar la amenaza y lanzar la contramedida en un proceso totalmente autónomo. El tiempo cuando se trata de repeler un ataque es esencial y en muy pocos segundos la maquinaria comienza a funcionar emitiendo un sonido muy característico similar al de un taladro. Ruido que se pudo escuchar en las cercanías del aeropuerto de Kabul esa misma mañana, según Military Times.

La cúpula antimisiles está compuesta por un sistema de sensores y sistemas de alerta llamado FAAD C2 (Fordwar Area Air Defense Command and Control o Mando y Control de Defensa Aérea del Área Avanzada) que da la orden a la ametralladora de disparar en la dirección y el sentido correctos para anular la amenaza.

C-RAM US Army

Este último encargo está encomendado a las ametralladoras M61A1 de tipo Gatling y 20 milímetros que utiliza el C-RAM. Es capaz de realizar hasta 4.500 disparos por minuto que son enviados contra las amenazas con su característico color rojo como si de un láser se tratara.

La munición utilizada por el escudo antimisiles está especialmente diseñada para que explote en el aire si no impacta antes con el objetivo, con el único fin de no ocasionar daños materiales o personales en las inmediaciones.

C-RAM US Army

"La protección del C-RAM funcionó. Se involucró y tuvo efecto en uno [de los misiles lanzados por los terroristas]", declaró William D. Taylor, general del Ejército. Y también mencionó que otro más cayó al suelo y no fue efectivo. Del resto de posibles interceptaciones no hay noticia.

C-RAM

Este sistema ha supuesto una protección extra en los momentos más difíciles de la evacuación masiva de las últimas semanas. Y con más ahínco si cabe en las últimas horas de los soldados estadounidenses, cuando los efectivos escaseaban y estos sistemas autónomos garantizaban cierta protección ante ataques con cohetes o morteros.

Iron Dome

Además del C-RAM, otro de los escudos antimisiles más famosos es el Iron Dome de Israel, que saltó a la fama internacional hace unos meses al repeler ataques de Hamás en la Franja de Gaza. La base de funcionamiento tanto del C-RAM como del Iron Dome son exactamente la misma: sistemas antimisiles plagados de sensores que dan la orden de disparo a una batería que con munición suficiente para aniquilarlos.

Iron Dome Amir Cohen Reuters

La Cúpula de Hierro, de su traducción directa al español, lleva en servicio desde el año 2011, siendo un sistema más avanzado y capaz que el C-RAM estadounidense."Es el sistema de defensa antimisiles más desplegado del mundo, con más de 2.000 interceptaciones y una tasa de éxito superior al 90%", según anuncia el propio fabricante.

Además de las amenazas de cohetes, artillería y morteros, el Iron Dome es capaz de detectar y anular otro tipo de amenazas como misiles de crucero, misiles guiados, drones, helicópteros e incluso aviones.

Misil de Iron Dome Reuters Omicrono

Los encargados de eliminar las amenazas son los misiles Tamir, también de desarrollo y fabricación israelí. Estos misiles tienen una longitud de 3 metros, un diámetro de poco más de 15 centímetros y una masa de 9 kilogramos. En cuanto al número de baterías, Israel tiene desplegadas más de 10 por la zona y cada una de ellas dispone de 20 misiles listos para interceptar amenazas.

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