La nave gigante china que explorará el universo: un tamaño kilométrico que irá creciendo por módulos
Investigadores chinos desarrollan una nueva forma de fabricar naves espaciales gigantes y modulares para ensamblarse en órbita e ir más allá del sistema solar.
9 septiembre, 2021 02:52Noticias relacionadas
La próxima era de la exploración espacial y los viajes interplanetarios está a punto de eclosionar al mismo tiempo que las potencias de todo el mundo empiezan a posicionarse con proyectos cada vez más ambiciosos. La Agencia Espacial Europea, en la que participa España, no cuenta con grandes programas tecnológicos más allá de Marte, pero otras ven al planeta rojo como el trampolín perfecto para realizar el gran salto al resto del universo.
Una de las más importantes en esta línea es China. El gigante asiático ha impulsado tanto su programa espacial en los últimos años que hace unos meses comenzaron con la construcción de su estación espacial particular. Y ahora ha anunciado que llevará a cabo un proyecto de investigación para el diseño y desarrollo de una "nave espacial ultragrande" durante los próximos 5 años.
Si la investigación llega a buen puerto, la nueva nave espacial tendrá una extensión que superará el kilómetro de longitud, según ha publicado la National Natural Science Foundation (Fundación Nacional de Ciencias Naturales) de China, una agencia gubernamental dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Para animar a los científicos, han anunciado que dotarán de 2,3 millones de dólares a los proyectos que resulten ganadores del concurso público con el fin de impulsar una tecnología tan prometedora.
Una nave gigante
"Es un equipo espacial importante y estratégico para el uso de futuros recursos espaciales, la exploración del universo y la permanencia en órbita a largo plazo", según publicó la propia Fundación haciendo referencia a la nave. El objetivo es que los investigadores trabajen en nuevas formas de diseño y construcción de naves espaciales que las permitan romper las limitaciones actuales.
Una nave espacial tan grande, y teniendo en cuenta la tecnología disponible actualmente, es imposible lanzarla de una sola pieza. Esto es algo que deberán de tener en cuenta los equipos de científicos que participen en el concurso público. Según el esquema publicado por la fundación, la nave deberá ser modular y se tendrá que lanzar por partes para luego ensamblarla una vez en órbita. Un proceso similar al de la mencionada estación espacial china.
El objetivo de estos científicos será el de minimizar al máximo el peso de la nave espacial con el fin de necesitar el menor número de lanzamientos, lo que se traduce en una reducción de los costes. Al mismo tiempo, deberán de garantizar la resistencia estructural y el control de las diferentes piezas para que el ensamblado sea lo más sencillo posible.
"El mayor reto es el precio", ha declarado Mason Peck, quien fuera jefe de tecnología de la NASA, a Live Science. Según Peck, el proyecto "es completamente factible", apuntando que los problemas que puedan aparecer no son insuperables sino más bien de escala.
Uno de los problemas al que se tendrán que enfrentar es al estudio de fuerzas a las que una nave tan inmensa -de más de un kilómetro- está sometida. En concreto, y según Peck, el movimiento generado en las maniobras en órbita o en los acoples con otros vehículos puede provocar vibraciones -que a la larga pueden ser fatales- o incluso que la estructura llegue a doblarse.
La China espacial
Además de la mencionada estación espacial Tiangong, China se convirtió el pasado mayo en el segundo país en tener un vehículo de exploración rover en Marte, tan solo superado por Estados Unidos.
Pero los planes no terminan aquí, una de las grandes apuestas es la colonización de la Luna, que presumiblemente realizará junto a Rusia. Ambas firmaron hace unos meses un acuerdo sobre un plan de colaboración para ir desarrollando la tecnología necesaria para poner humanos en el satélite y que consigan sobrevivir.
Relacionado con este último fin, también China está desarrollando su cohete Long March 9 como la plataforma para lanzamientos pesados. Tiene planeado su primer vuelo para el año 2030 y se espera que sea capaz de transportar 50 toneladas en una nave capaz de llegar hasta la Luna.