La competencia entre los fabricantes de procesadores se ha convertido en una auténtica guerra abierta. Apple, AMD e Intel son los principales artífices de una competición casi a contrarreloj por desarrollar el chipset más potente y avanzado del momento. Tras la presentación de los M1 Pro y M1 Max de Apple hace tan solo unas semanas, hoy es el turno de Intel con la 12ª generación de su serie de procesadores Alder Lake.
Lo hace además estrenando un nuevo esquema de núcleos que emplea de dos tipos muy diferenciados: una serie de núcleos enfocados al rendimiento y otra tanda para la eficiencia energética. Este despliegue "híbrido", como lo denomina la compañía, se lleva utilizando en el mundo de los procesadores para smartphone varios años, pero hasta ahora Intel no los había utilizado para sus arquitecturas dedicadas a ordenador.
Toda una declaración de intenciones de una Intel que parecía haber perdido el paso en las últimas generaciones de portátiles con AMD y su gama Ryzen pisándole los talones. Pero que ahora busca resarcirse e intentar regresar por todo lo alto con un despliegue de medios realmente interesante.
Tecnología híbrida
Los núcleos Performance están especialmente diseñados para soportar la carga de trabajo más completa tanto de videojuegos como en la productividad diaria. Del mismo modo, los núcleos Efficient se encargarán de todos esos procesos secundarios que no requieren de una potencia te procesador elevada, pero a cambio hacen su trabajo con un consumo energético realmente ajustado.
Esta 12ª generación es, además, la primera de la compañía con litología de 7nm, un método de fabricación que se le estaba resistiendo a Intel respecto a su competidor principal AMD. Los primeros procesadores en llegar al mercado con esta tecnología son los de más alta gama enfocados a escritorio en las versiones i9, i7 e i5.
Las versiones más avanzadas, protagonizadas por los Intel Core i9-12900K e i9-12900KF cuentan con un total de 16 núcleos repartidos en 8 núcleos Performance y otros 8 núcleos Efficient con una frecuencia de reloj máxima combinada de hasta 5,2 GHz con la tecnología Intel Turbo Max Technology 3.0. Por separado, los núcleos Performance llegan hasta los 5,1 GHz y los Efficient a 3,9 GHz. La 11ª generación tenía una velocidad máxima de 5,3 GHz, pero sin esquema híbrido de núcleos.
Una de las claves en la que más ha insistido Intel en la presentación está relacionada con la eficiencia gracias a la distribución de las tareas entre los diferentes tipos de núcleos. De esta forma, usando 65 W en el Intel Core i9-12900K se consigue el mismo rendimiento que empleando 250W en el Intel Core i9-11900K.
La escalada continúa con un 30% más de rendimiento empleando 125 W en esta generación respecto a los mismos 250 W de la anterior y, finalmente, un 50% más de potencia si en la nueva hornada se invierten 241 W.
Entre las principales novedades de esta 12ª generación de Intel Core también se encuentra la compatibilidad con memorias RAM DDR5, sistemas de almacenamiento PCle 5.0, soporte para conexión WiFi 6E y una nueva arquitectura de la memoria caché, que se comparte entre los núcleos Performance, Efficient y el procesador gráfico.
Director de orquesta
La distribución entre los diferentes tipos de núcleos de las tareas que el usuario quiere realizar con su ordenador recae sobre el Intel Thread Director. Una tecnología desarrollada por la compañía y en la que han colaborado con Microsoft para hacerla especialmente útil con el nuevo sistema operativo Windows 11.
El Thread Director es capaz de monitorizar cada tarea y asignarla a un tipo u otro de núcleo con una "precisión de nanosegundos", según la propia Intel. "Proporciona feedback sobre el tiempo de ejecución al sistema operativo para tomar la decisión de programación óptima para cualquier carga de trabajo o flujo de trabajo".
Todo ello sin la participación directa del usuario que no notará absolutamente nada. Ni retardos en la toma de decisiones ni disminución de rendimiento por una mala elección. El Thread Director adapta dinámicamente la concesión de tareas según la temperatura, las condiciones de funcionamiento y la configuración energética.
Gran salto en videojuegos
Intel también ha aprovechado para sacar músculo comparando su nuevo Intel Core i9-12900K con el AMD Ryzen 5950X, su competencia más directa. Según sus datos, consigue mejorar un 8% en el videojuego F1 2021, 11% en el Age of Empires IV, 14% en el Far Cry 6, 15% en Hitman 3, 20% en Grid 2019 y hasta un 30% de mejoría en el Troy: A Total War Saga.
El salto también es importante en todo lo relativo a la productividad diaria. En este caso, Intel compara su Core i9-12900K con el i9-11900K de la anterior generación. El nuevo consigue mejorar el rendimiento un 32% en Premier Pro, un 36% en Lightroom Classic y hasta un 100% en Adobe Premier Effects.
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