La primera misión de defensa planetaria ha comenzado. La NASA ha lanzado con éxito poco antes de las 9 de la mañana en España, una nave espacial de unos 550 kg con un reto sin precedentes: chocar deliberadamente contra un asteroide para desviarlo de su órbita con el fin de probar la tecnología que sería necesaria para evitar una colisión contra la Tierra.

El seguimiento y monitorización de asteroides es una de las tareas más complejas a las que se enfrenta la NASA en su día a día. Conocer la trayectoria, el tamaño y la masa es tan solo una parte del trabajo que se culminará con todo un sistema de naves espaciales de autoprotección de la Tierra que se llevará a cabo junto con otras agencias espaciales, como la Europea en la que participa España.

Pero, de momento, el protagonismo recae sobre los estadounidenses y en su programa DARTDouble Asteroid Redirection Test (Prueba de Redireccionamiento de Doble Asteroide, en español). El reto es mayúsculo con una misión que busca impactar una pequeña nave espacial contra un satélite de un asteroide. "Se cree que esta técnica es el enfoque tecnológicamente más maduro para mitigar el impacto de un asteroide potencialmente peligroso", declaró hace unas semanas Lindley Johnson, Oficial de Defensa Planetaria de la NASA.

Asteroide de 160 metros

El cohete, un Falcon 9 de SpaceX, será el vehículo que ponga a DART en una órbita de impacto con el satélite Dimorphos, que orbita a 1 kilómetro alrededor del asteroide Didymos. El objetivo es golpear a Dimorphos a una velocidad que la NASA ha calculado que será del entorno de 23.000 kilómetros por hora.

DART NASA / JHU

DART tiene una masa de unos 550 kilogramos en el momento del impacto y cuenta con un tamaño de 1,8 metros de ancho, 1,9 de largo y 2,6 de alto, similar al de un coche de pequeñas dimensiones. Si todo sale según lo planeado, impactará con una mole de 160 metros de ancho -campo y medio de fútbol, aproximadamente- y miles de toneladas. Visto la diferencia de tamaño y peso, la NASA no pretende destruir a Dimorphos, sino ver cuánto varia su órbita alrededor de Didymos y tener una referencia para futuras misiones.

"DART será la primera demostración de la tecnología de 'impactador cinético' [un misil] en la que una nave espacial choca deliberadamente contra un asteroide conocido a alta velocidad para desviar la trayectoria", comentó Johnson.

La distancia entre en la Tierra y Didymos varía entre los 10 millones y los 493 millones de kilómetros; dependiendo del momento en el que se encuentren respecto a la órbita respecto del Sol. Según los expertos, ni Didymos ni Dimorphos son realmente una amenaza para el planeta y por ello es un campo de pruebas perfecto para que los científicos midan ese cambio de órbita. 

Para el impacto, el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, quien ha colaborado estrechamente con la NASA en DART, ha calculado que ocurrirá cuando Dimorphos se encuentre a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra.

Esquema de impacto de DART contra Dimorphos NASA / JHU

"El momento del impacto del DART en otoño de 2022 [sin especificar una fecha más concreta] se elige para minimizar la distancia entre la Tierra y Didymos y permitir observaciones de la más alta calidad", apuntan desde la Universidad de Johns Hopkins. "Los telescopios de todo el mundo podrán contribuir a la campaña de observación global para determinar el efecto del impacto de DART", prosiguen.

Motor iónico

Una de las particularidades de DART es que contará con un sistema de propulsión de iones desarrollado por el Centro de Investigación Glenn de la NASA y Aeroject Rocketdyne. Denominado como NEXT-C, se trata de un motor eléctrico alimentado por los paneles solares que utiliza un propulsor de iones en rejilla que produce empuje por aceleración electrostática de iones formado a partir de xenón.

Motor iónico NASA

Este sistema ha demostrado ser uno de los más eficientes de los que tiene la NASA demostrando ser también muy flexible en misiones de espacio profundo como Dawn y Deep Space 1. Todo ello no sería posible sin las dos matrices de paneles solares de 8,5 metros cada una que DART estrena como la primera misión planetaria y tras la prueba satisfactoria -desde 2017- en la Estación Espacial Internacional.

Cámaras a bordo

El único instrumento científico que quedará a bordo de DART en el momento del impacto es el denominado DRACO, acrónimo de Reconocimiento de Didymos y Cámara de Asteroides para Navegación Óptica. Este dispositivo se encargará de apoyar al sistema de orientación y navegación de la nave, además de medir el tamaño y la forma del asteroide y determinar el situo del impacto y el constexto geológico.

Integración del sistema de propulsión de DART NASA / Johns Hopkins APL / Ed Whitman

Las imágenes que capte DRACO antes del impacto se retransmitirán a la Tierra en tiempo real, un cometido que comparte con LICIACube. Este segundo equipo está diseñado por la Agencia Espacial Italiana (ASI) y se desplegará desde DART momentos antes del impacto contra Dimorphos. LICIACube capturará, desde una posición privilegiada y gracias a su cámara, el choque de DART y será de gran ayuda para que los científicos evalúen el impacto.

Oficina de Defensa Planetaria

DART forma parte de una iniciativa que impulsó la NASA en 2016 llamada Planetary Defense Coordination Office (PDCO u Oficina de Coordinación para la Defensa Planetaria) con el objetivo de unificar todos los esfuerzos y capacidades para "detectar y advertir de posibles impactos de asteroides o cometas en la Tierra, y luego prevenirlos o mitigar sus posibles efectos", según recoge la web de DART.

Montaje DART NASA

Más en particular, PDCO proporciona detección de "objetos [espaciales] potencialmente peligrosos" que se clasifican por pasar a menos de 8 millones de kilómetros de la órbita de la Tierra y de un tamaño superior a los 30 metros. Esta Oficina de la NASA también lanza advertencias sobre los posibles efectos de impactos potenciales.

En este esquema, DART se encuadra dentro de la tercera tarea encomendada: "estudiar estrategias y tecnologías para mitigar los impactos de los objetos potencialmente peligrosos". Un arma de defensa, muy primigenia, que será realmente útil para la comunidad científica que ya busca métodos para luchar contra un posible Armageddon que ponga realmente en jaque a la Tierra.

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