Las 3 claves para usar un altavoz o reloj inteligente de forma segura
Cambiar con regularidad las contraseñas y actualizar los sistemas son algunas de las medidas de seguridad necesarias para cualquier dispositivo conectado en casa.
19 diciembre, 2021 19:00Noticias relacionadas
Reino Unido prohibió hace unas semanas las contraseñas predeterminadas en los dispositivos y electrodomésticos conectados, aquellos que nutren el Internet de las cosas. Este tipo de contraseñas suponen uno de los principales riesgos de seguridad para los usuarios. En España no están prohibidas, por lo que es importante saber cómo se pueden proteger ante un posible hackeo.
En plenas fiestas de Navidad, los relojes inteligentes, altavoces, cámaras y muchos otros dispositivos conectados se regalan. Pero lo que puede ser una herramienta útil, puede convertirse en una puerta abierta para los piratas informáticos si no se toman las precauciones necesarias desde su instalación.
Cuidar las contraseñas de cada uno de estos equipos, así como conocer las medidas de seguridad que ofrece cada fabricante son pequeños gestos que todos los usuarios tienen a su alcance y pueden ser de gran ayuda para frenar ataques, aunque nunca se puede decir que se está del todo protegido.
Cambiar la contraseña
"Los dispositivos deben disponer de mecanismos sencillos para cambiar las contraseñas de los usuarios" afirman desde All4Sec. La empresa de ciberseguridad reitera que si el fabricante también ofrece mecanismos alternativos como sistemas biométricos o de doble autentificación, la seguridad será mayor.
Además, las contraseñas deben ser lo más aleatorias posibles y cambiarse cada cierto tiempo. Pero sobre todo, nunca se deben dejar los códigos que vienen por defecto en muchos de estos aparatos, se suelen ofrecer para facilitar la instalación, pero si no se cambian, los piratas informáticos tienen mucho más fácil acceder al sistema.
Teléfono de contacto
Cambiar la contraseña puede ser un tema muy obvio, al estar cada día más concienciados con las medidas de seguridad. Sin embargo, revisar que el fabricante ofrece un número de contacto para consultas sobre ciberseguridad no es tan común. All4Sec recalca que "es necesario comprobar que el fabricante se compromete a actuar de forma diligente en su resolución, por ejemplo, a través de respuestas a tiempo o con actualizaciones periódicas sencillas de instalar —tanto manual como automáticamente".
Igual que al comprar una lavadora o un televisor se suele revisar la garantía o el servicio de mantenimiento, las actualizaciones con parches de seguridad mantienen al dispositivo al día, protegido frente a posibles ataques. Los cibercriminales están constantemente dando con nuevas formas de infiltrarse en los sistemas y los desarrolladores deben seguir el mismo ritmo desplegando muros para detener a los hackers.
También es importante entender que al ser una red en la que todos los dispositivos se conectan al router, si uno cae, detrás irán los demás. Los delincuentes pueden acceder por un cepillo de dientes electrico con conexión WiFi y acabar recabando datos de lo que se compra online con el ordenador. Los antivirus y las actualizaciones son barreras esenciales para que esto no pase.
Datos privados
La mayoría de los dispositivos que forman el inmenso Internet de las cosas recopilan datos sobre la vida cotidiana del usuario: la ubicación de esa persona a través del reloj inteligente, cuando se encuentra en casa y conecta la calefacción desde el termostato, la cuenta bancaria con la que ha pagado el pedido de comida a domicilio a través del altavoz inteligente y así muchos más datos personales que deben ser protegidos.
En La Unión Europea, las marcas que venden esos productos deben respetar la normativa europea de protección de datos, GDPR, que entre otras cosas obliga a borrar cualquier dato del usuario cuando este lo exija. Conocer esas obligaciones permite a cualquier consumidor defenderse ante un mal servicio.
Con estos consejos y algunos más, es posible mantener la seguridad del ecosistema digital de casa en buenas condiciones. Los ataques informáticos están a la orden del día, pero no es del todo imposible frenar un gran número de esos intentos.