2021, el año en el que el turismo espacial se convirtió en realidad
El 2021 ha sido el año en el que ha comenzado el turismo espacial de la mano de Richard Branson, Jeff Bezos y Elon Musk, como principales impulsores.
25 diciembre, 2021 02:50Noticias relacionadas
La tarde del 11 de julio de 2021 quedará para la historia: la misión Unity 22 ha aterrizaba en el Spaceport America en torno a las 17:40 horas de España peninsular. Richard Branson lograba iniciar la era del turismo espacial para millonarios, una forma de permitir a cualquier persona acercarse a las estrellas siempre y cuando pueda pagar su pasaje.
Branson se adelantaba por unos días a Jeff Bezos, el fundador de Amazon y Blue Origin. La persona más rica del planeta inauguraba los lanzamientos tripulados de la nave New Shepard de Blue Origin en un vuelo de 10 minutos y cuya ambición es la misma que la del magnate británico: permitir sentir la ingravidez y ver la Tierra desde arriba.
Branson y Bezos abrieron la veda durante el verano, pero no fueron los únicos en mandar a turistas al espacio durante el presente año y Elon Musk también se sumó a la fiesta. El fundador de SpaceX envió en septiembre de este año a la Inspiration4 al espacio, una misión que conseguía ir más allá que cualquiera de los vuelos de Branson y Bezos. Y es que mientras que las iniciativas de los cofundadores de Virgin y Amazon pasaban unos minutos en el aire, la alternativa de Musk permitía a los civiles pasar 3 días en la Cápsula Crew Dragon realizando diferentes experimentos.
Más allá de las iniciativas de estos tres empresarios, el último fenómeno turístico espacial del año ha venido desde Rusia quien envió a principios de mes al multimillonario japonés Yusaka Maezawa a la Estación Espacial Internacional a bordo de un cohete Soyuz MS-20.
Diferencias entre modelos
Aunque Branson, Bezos y Musk hayan apostado por el turismo espacial, los tres lo hacen con sistemas completamente diferentes. Mientras que Virgin y Blue Origin se trataron de vuelos suborbitales, la misión de SpaceX alcanzó el espacio orbital, lo que acerca más a los turistas espaciales a la verdadera sensación que tienen los astronautas.
Comenzando por el británico Richard Branson, su compañía Virgin Galactic apuesta por un formato tan peculiar como complejo. La nave VSS Unity, donde se emplazan los turistas, va acoplada al VMS Eve, un avión desarrollado desde cero por la propia compañía y que está especialmente construido para hacer de plataforma de lanzamiento aérea.
Tras el despegue del conjunto desde la pista de un aeropuerto, el plan de vuelo consiste en ascender a una determinada altitud y dirigirse a un punto previamente estudiado como zona de lanzamiento. Una vez completado este ascenso y vuelo inicial, la VSS Unity se desacopla de la nave nodriza y enciende su motor a reacción.
De esta manera, impulsa a los turistas hacia el espacio -aunque sin llegar a él realmente-, donde experimentarán unos segundos de microgravedad en los que podrán flotar dentro de la nave y experimentar parte de las sensaciones de un astronauta. Después de ese periplo de unos minutos, la VSS Unity aterriza en la misma pista desde donde despegó. Minutos antes ha hecho lo mismo la nave nodriza VMS Eve.
El segundo modelo de turismo espacial es el propuesto por Jeff Bezos, quien en 2021 ha dejado de estar al frente de Amazon para centrarse en Blue Origin, empleando un sistema de lanzamiento más tradicional que el de Branson. En concreto, se trata de emplear su cohete reutilizable New Shepard en cuya cúspide se adjunta una cápsula espacial donde van los turistas espaciales.
El despegue se lleva a cabo empleando el motor del cohete que impulsa al conjunto hacia el espacio durante unos segundos sobrepasando los 100 kilómetros de altitud. Seguidamente, la cápsula con los turistas se desacopla y sigue una trayectoria parabólica en el que se experimenta nuevamente microgravedad. A los pocos segundos, comienza la caída libre para más tarde abrir un sistema de paracaídas que los llevará de forma segura a la superficie.
Por último, SpaceX de Elon Musk cuenta con la tecnología más probada que los anteriores. En particular, su cohete Falcon 9 como uno de los sistemas de lanzamiento más fiables y la nave Crew Dragon que ha protagonizado los últimos viajes de la NASA hacia la Estación Espacial Internacional. Ambos sistemas son los elegidos por la compañía para su particular departamento turístico, aunque no es una de las líneas de negocio ni objetivos principales de SpaceX.
El lanzamiento consiste en el despegue del cohete reutilizable Falcon 9 con una Crew Dragon en la cúspide. Tras un ascenso vertical, la nave donde viajan los astronautas continúa su viaje por si sola -gracias a que cuenta con sistemas de propulsión- durante el tiempo preestablecido. Al ser un lanzamiento orbital, la Dragon puede permanecer alrededor de la Tierra durante días, aproximando mucho la experiencia turística a cómo sería un viaje espacial real, pero también notablemente más cara.
Línea de Kármán
Cuando Jeff Bezos parecía que iba a ser el primero de los grandes magnates espaciales en ir al espacio, Richard Branson anunció su participación en el primer lanzamiento comercial de la VSS Unity, que se celebró solo unas semanas antes. Esto descompensó la balanza mediática retirando parte del foco de Bezos y trasladándose directamente a Virgin Galactic.
Este 'pique' entre 2 de los personajes de moda de la industria aeroespacial cristalizó en unos cuantas publicaciones en redes sociales por parte de Blue Origin. En ellas, explicaba que su servicio turístico traspasa la conocida como Línea de Kármán, una convención científica internacional que delimita la atmósfera y el espacio. Certificando de esta forma que los turistas que opten por esta compañía serán astronautas acreditados.
Por su parte, el sistema de lanzamiento de Virgin Galactic se queda unos cuantos kilómetros por debajo de esa franja, por lo que sus turistas no pueden considerarse realmente astronautas. A efectos prácticos y de experiencia suborbital, ambos lanzamientos turísticos cuentan con cierto grado de microgravidez durante unos segundos y proceden seguidamente a su regreso a tierra firme.
También Rusia
Tras las 3 compañías privadas de Estados Unidos, Rusia también quiere ser partícipe de esta nueva industria relacionada con el turismo espacial. Para ello, recurre a la agencia espacial pública Roscosmos y a su cartera de naves Soyuz.
El primero de los viajes tuvo de protagonistas a la actriz rusa Tulia Peresild y al director de cine Klim Shipenko, cuando en octubre volaron a la Estación Espacial en la que permanecieron 12 días rodando la película The Challenge que verá la luz el próximo 2022.
El segundo de estos viajes partió hacia la Estación Espacial Internacional a principios de este diciembre gracias a un viaje financiado por el multimillonario japonés Yusaku Maezawa, a quien le acompañó su asistente personal Yozo Hirano.
A estos dos japoneses les acompañó el cosmonauta y piloto espacial ruso Alexander Misurkin, quien comandó la misión durante las 6 horas que duró el trayecto desde la plataforma de lanzamiento que Rusia tiene en Baikonur hasta acoplarse en la Estación Espacial.
Los turistas permanecieron en órbita durante 12 días (desde el 8 al 20 de diciembre) en los que Maezawa subió puntualmente vídeos a su canal de YouTube contando la experiencia. Los 3 astronautas regresaron sin mayores novedades a tierra firme dentro de la cápsula, que se vale de un sistema de paracaídas.
Con este movimiento, Rusia quiere regresar al plano principal de los viajes espaciales para turistas. Lo hace, además, tras prácticamente una década de parón que puso el punto y seguido en el 2009 cuando Roscosmos y la compañía estadounidense Space Adventures llevaron al artista del Circo del Sol Guy Laliberte a la Estación Espacial.
Sin contar con el último lanzamiento de los japoneses, Rusia había llevado a la ISS a un total de 7 turistas espaciales desde el año 2001. Maezawa planea ser el primer turista en orbitar la Luna en el año 2023 en una misión operada por SpaceX y en la que le irá acompañado por otras 7 personas.
Qué esperar de 2022
La misión Inspiration4 marcó un récord espacial. Sus cuatro tripulantes se sumaron a los siete astronautas que había en la Estación Espacial y a los otros tres cosmonautas chinos en la estación de ese país en el espacio, lo que estableció un récord de más humanos que nunca fuera de la Tierra.
Una de las fechas más importantes del calendario de principios de 2022 es el lanzamiento de la misión Axiom-1. Utilizando una Crew Dragon y un cohete Falcon 9, el 21 de febrero despegará la primera misión de carácter civil y comercial que se acoplará a la Estación Espacial Internacional.
Comandando la misión estará el madrileño Miguel López-Alegría, quien fue astronauta de la NASA y actualmente es el vicepresidente de la compañía Axiom. Junto a él, irá el empresario inmobiliario Larry Connor y los filántropos e inversores Mark Pathy (canadiense) y Eytan Stibbe (israelí). Permanecerán en la ISS un total de 8 días a los que hay que sumar 2 del vuelo de ida.
La Axiom-1 es la primera de una serie de misiones que tienen fines turísticos y que, si todo sale según lo previsto, llevarán al actor Tom Cruise y al director Doug Liman en próximos lanzamientos. Sin concretar más acerca de la posible fecha.
También en 2022 se espera que Virgin Galactic comience a realizar vuelos comerciales con clientes que han pagado su billete. Por ahora, la compañía de Richard Branson se encuentra inmersa en un proceso de validación de la tecnología que presumiblemente concluirá a finales de este próximo año con la vista puesta en inaugurar su línea de vuelos regulares e ir reduciendo la lista de espera.
Asimismo, Blue Origin planea realizar más lanzamientos turísticos a lo largo del 2022 mientras desarrolla su propia estación espacial que tiene como objetivo estar en órbita en algún momento de finales de la década.