Desde hace décadas, DARPA se ha consolidado como una de las instituciones públicas de Estados Unidos donde se llevan a cabo los desarrollos de las tecnologías más avanzadas. Dentro de sus laboratorios se plantean las armas del futuro que años más tarde inspiran la creación de sistemas como las aeronaves no tripuladas, de las que el Ejército de España tiene algunos modelos, o más recientemente de drones submarinos.
Precisamente estos últimos se han convertido en uno de los campos de investigación más importantes con empresas de la talla de Boeing o General Atomics apostando por ellos a través de contratos y encargos públicos. En esta línea, la DARPA cuenta con el programa Manta Ray que tiene como objetivo crear un UUV con forma de mantarraya y para ello acaba de asignar la Fase 2 a Northrop Grumman y a Martin Defense Group
Los UUV o Unmanned Underwater Vehicle (Vehículo Subacuático No Tripulado) se han convertido en uno de los objetivos más mimados económicamente dentro del panorama militar estadounidense. Y es que, además del DARPA, los norteamericanos cuentan con otras iniciativas provenientes de la Marina.
Mantarraya sigilosa
El programa Manta Ray de DARPA arrancó el pasado 2020 con el objetivo de crear un dron submarino autónomo que sea capaz de acarrear sistemas de espionaje en su interior durante largos periodos de tiempo y con gran alcance. Todo ello en un ecosistema oceánico donde las condiciones ambientales son realmente complejas.
En la primera fase del programa, llevado a cabo en el primer año de vida del proyecto, los contratistas diseñaron y realizaron comprobaciones preliminares en los apartados de gestión energética, fiabilidad del UUV, control de corrosión, navegación y esquiva de obstáculos bajo el agua. Según la propia DARPA, también se llevaron a cabo otras tareas relacionadas con la operación del dron submarino en misiones de larga duración.
"El programa Manta Ray de DARPA ha logrado avances significativos para permitir que los vehículos submarinos autónomos con capacidad de transportar carga útil operen independientemente de las embarcaciones tripuladas o de la infraestructura de apoyo", según declaró Kyle Woerner, manager del programa Manta Ray. "Al invertir en diversas soluciones, DARPA fortalece nuestra capacidad de transición de tecnologías submarinas innovadoras a nuestros socios de seguridad nacional".
Woener también apunta a que el programa Manta Ray se está posicionando de manera única para introducir una nueva clase de vehículo submarino al tiempo que aporta tecnologías de componentes clave a otros programas submarinos vitales. Los siguientes pasos del proyecto pasan por la construcción de un prototipo a escala completa que pueda sumergirse y la comprobación de los subsistemas de fabricación.
Como ya es costumbre en DARPA, los detalles de este tipo de programas que se encuentran en pleno desarrollo llevan el sello de material clasificado. Aunque en la página web sí mencionan que el dron mantarraya deberá detectar y clasificar amenazas submarinas o contrarrestar las amenazas de detección. El resto de datos sobre qué llevará en su interior, la autonomía real y la capacidad de operación permanecen en secreto.
Orca y Snakehead
Igual que ocurre con el Manta Ray, los detalles que se conocen oficialmente del Boeing Orca son realmente escasos. La diferencia es que este último se basa directamente en el UUV Echo Voyager, un desarrollo que la propia Boeing realizó hace años y que aparentemente habría modificado lo mínimo como para ajustarse al pliego de condiciones del contrato de la Marina de Estados Unidos.
El Echo Voyager es un dron submarino gigante de 15 metros de eslora por 1,30 de diámetro y 50 toneladas de desplazamiento. Su motor diésel-eléctrico le garantizan una velocidad de crucero de 14 kilómetros por hora y una autonomía de 12.000 kilómetros, según recoge la propia Boeing. Se espera que la Marina reciba las primeras unidades en 2022.
Por su parte, "Snakehead es un UUV multimisión de largo radio, lanzado desde submarinos nucleares, con capacidad para desplegar cargas reconfigurables", según recoge la Marina de Estados Unidos. Una de sus misiones será la de apoyar las operaciones de inteligencia, recolectando información y transmitiéndola al puesto de mando en tiempo real.
La Marina adjudicó la segunda fase del programa que finaliza este año 2021 y se espera que los primeros prototipos comiencen a funcionar próximamente. Estos 3 son solo algunos de los programas que oficial y públicamente ha anunciado Estados Unidos y que otras potencias militares como China ya se encuentran inmersas en potenciar este tipo de plataforma.
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