El año 2021 comenzó arrastrando los problemas del 2020. Además de una lucha frenética en España para erradicar la pandemia de la Covid-19, cuya nueva variante ómicron ha provocado que las mascarillas sean obligatorias en exteriores; a nivel tecnológico se presentaba una escasez de componentes sin precedentes. La producción ralentizada por los constantes confinamientos no era capaz de hacer frente a la alta demanda impulsada por el teletrabajo y la minería de criptomonedas.
Un problema que se ha ido extendiendo hasta final de año y cuyo desenlace no parece estar próximo. De hecho, algunos fabricantes, como Intel, afirman que la crisis seguirá vigente al menos dos años más. No poder encontrar con facilidad algún producto será un mal menor cuando esta escasez de componentes para fabricar chips se traduzca en los próximos meses en el aumento de los precios, por ejemplo, de los teléfonos móviles. Algo que terminará ocurriendo.
TSMC, la mayor empresa de procesadores del mundo, anunció a mediados de año que incrementaba el precio de sus chips. La decisión respondía a un problema de suministro que se traducía en un incremento del 10% en el precio de los procesadores avanzados como los chips a 7 nanómetros y un 20% en sus chips de más tamaño. Una medida que afecta a buena parte de la industria, ya que titanes como AMD o Apple dependen de la tecnología de esta compañía y, por lo tanto, sus productos podrían encarecerse.
No hay chips suficientes
Los móviles serán más caros en 2022 y la explicación es sencilla: no hay chips para todos. "Vamos a sufrir un problema relacionado con la oferta y la demanda. Está claro que ahora mismo, por muchos factores, entre ellos la pandemia, la cantidad de procesadores que se están fabricando no son suficientes para la alta demanda que hay", explica Jaume Lahoz, analista y cofundador de Topes de Gama, a EL ESPAÑOL - Omicrono.
Ante esta situación algunas marcas ya han aplicado cambios a sus productos para poder cumplir con la demanda y mantener los precios lo más estables posible. Xiaomi, por ejemplo, lanzaba una nueva versión del Xiaomi 11 Lite con otro chip y bajo el apellido NE. "En vez de dejar de producir este dispositivo, lo que hemos hecho simplemente es cambiarle el procesador" explicaba Fabio Arena, product marketing manager de Xiaomi en España, en una entrevista a este periódico.
Tanto a Xiaomi como a realme se posicionan a EL ESPAÑOL - Omicrono sobre la nueva situación de los componentes y cómo esta crisis afectará al precio de los smartphones. El primero de ellos asegura que "las limitaciones de la cadena de suministro a nivel global tienen un impacto en toda la industria, y de cara al 2022 aún está por confirmar. A pesar de ello, nos comprometemos a ofrecer productos de calidad a precios honestos y optimizaremos nuestra estrategia para ofrecer el mejor precio para los consumidores".
Por su parte, Madhav Sheth, CEO de realme para Europa, afirma que la compañía ha conseguido "los componentes necesarios" y que esta crisis ha sido diferente para ellos. "Es indudable que la crisis de componentes ha afectado a toda la industria. Sin embargo, nosotros hemos crecido a pesar de ello. Nuestro mercado europeo ha crecido el doble frente a 2020 y otras regiones han aumentado un 30% así que, a pesar de todo, estamos muy contentos", apunta. Incluso señala que continuarán trayendo los productos planeados "con más innovación y disrupción".
Aumento del precio
Los fabricantes prefieren por ahora no ofrecer ningún dato exacto sobre cuánto será la subida del precio de los móviles. Sin embargo, "dependerá de la estrategia de cada marca, ya que habrá algunos que se puedan permitir reducir un poco sus márgenes para intentar no repercutir tanto en el incremento del precio porque al fin y al cabo esta crisis no es algo de por vida", expone Jaume Lahoz, quien afirma que la inflación y la crisis energética también son dos factores que harán que los smartphones sean más caros.
El analista asegura que "es complicado dar cifras", pero cree que será "una subida razonable. Tengo claro que será un incremento porcentual de dos cifras, pero a día de hoy no es posible afirmar cuánto exactamente". En cuanto a cómo afectará esta subida a las compañías, Jaume Lahoz opina que "las marcas que se autoabastezcan tienen una cierta ventaja y que cada una lo sufrirá de un modo distinto en función de los acuerdos comerciales que tengan".
En ese sentido, Lahoz sugiere que "al final pasará lo de siempre, que los más fuertes van a ganar. En el sentido de que no es lo mismo que una gran compañía demande chips a cientos de millones de unidades, que una marca más pequeñita que no tiene ese poder de negociación o de presionar para poder abastecerse. Creo que estas últimas son las que más van a sufrir".
Madhav Sheth, por su parte, afirma que en realme siempre buscan "ofrecer la mejor tecnología al mejor precio y eso es lo que seguiremos haciendo". Sobre la evolución que tiene la marca prevista con respecto a los chips y los envíos, la idea del fabricante chino es la de "seguir haciendo las cosas como hasta ahora. Tenemos una excelente relación con todos nuestros partners y seguiremos trabajando mano a mano con ellos para darles a nuestros usuarios lo mejor".
Freno a expansión
El CEO de realme para Europa indica que a la marca le gustaría expandirse por todo el mundo, "pero es importante asegurar que nuestros mercados actuales tengan su demanda satisfecha y que no se vean comprometidos por la expansión". Madhav Sheth también confirma que a pesar de contar con diferentes familias de dispositivos, "cada una con una estrategia y un público diferente", la apuesta de la compañía es que "todas ellas tengan en común una gran calidad entre precio y diseño".
La escasez de chips también podría derivar en que para las compañías sea más caro llevar a los móviles algunas nuevas tecnologías. Sin embargo, el directivo de realme apunta a que la compañía siempre intentará "traer las mejores tecnologías a los mejores precios", ya que su prioridad es "que sea tecnología práctica que haga más fácil la vida a las personas y siendo extremadamente sensibles con el precio en cada segmento".
Otro de los problemas a los que se enfrentarán los fabricantes ante la subida de los precios de los smartphones en 2022 es la estrategia que realizarán para hacer móviles atractivos, aunque sean más caros. En realme lo tienen claro: "nuestro objetivo es que, sea cual sea el segmento de precio en el que estemos presentes, realme sea la mejor opción por especificaciones y precio. Nos parece que la innovación es fundamental y que eso, junto con el diseño, es lo que hace a los productos verdaderamente atractivos".
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