Radiografía del Blas de Lezo, la joya de la Armada que España envía al Mar Negro a defender Ucrania

El aumento de las tensiones entre Rusia y Ucrania ha obligado a los países de la OTAN a mover ficha. Entre ellos se encuentra España, con Margarita Robles al frente de un Ministerio de Defensa que ya ha anunciado el envío de dos embarcaciones y también la disponibilidad de los cazas Eurofighter para desplegarse en Bulgaria.

El envío marítimo se compone de la fragata Blas de Lezo y del buque de acción marítima Meteoro. El primero ya ha zarpado de Ferrol, mientras que el segundo ya puso rumbo al Mar Negro el pasado lunes tras salir del Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria. Un primer binomio al que se podrá unir el barco cazaminas Sella.

Con el despliegue del Blas de Lezo como buque principal de la misión, la Armada española pone a disposición de la OTAN una de sus mejores y más modernas embarcaciones. Esta fragata se botó en mayo de 2003 con la designación F-103 y correspondiente a la tercera unidad —de las 5— que componen la clase Álvaro de Bazán.

La joya española

En plena Guerra Fría, varios países de la OTAN se unieron con el fin de crear una fragata común que respondiera a las necesidades tecnológicas del momento. La iniciativa finalmente fracasó debido a los diferentes criterios que manejaban los 8 países en lo que respecta a las especificaciones.

Blas de Lezo Armada Española

Pero una parte de trabajo de ingeniería naval ya estaba hecho y España lo aprovechó para diseñar la que sería finalmente la clase Álvaro de Bazán como ejemplar primogénito de la familia a la que pertenece la Blas de Lezo. El Álvaro de Bazán  Armada en 2001.

La fragata Blas de Lezo, perteneciente a la 31ª Escuadrilla de Escoltas, salió de los astilleros Izar (hoy Navantia) en Ferrol a finales de 2004; a tan solo unos cuantos cientos de metros del Arsenal donde tiene hoy su base. El coste estimado de la fragata fue de 600 millones de euros y desde que entró en servicio se ha convertido en una de las fragatas más avanzadas del mundo dentro de su clase.

Fragata Blas de Lezo Armada Española

Todas las unidades de F-100, incluida la Blas de Lezo, están construidas con un casco de acero de alta resistencia que les proporciona protección balística. Asimismo, los motores están montados sobre piezas elásticas que evitan la transmisión de vibraciones al casco lo que dificulta el trabajo a los sensores de los submarinos enemigos.

Las 201 personas que comprenden la tripulación de la fragata irán a bordo de una embarcación de 147 metros de eslora por 18,5 de manga y un desplazamiento de 5.800 toneladas. Un peso pesado de la Armada española impulsado por un sistema de 2 turbinas de gas que ofrecen más de 46.000 caballos de potencia y otro par de motores diésel menos potentes para cruceros por debajo de 18 nudos donde consigue una autonomía de 9.000 kilómetros.

Helicóptero en la Blas de Lezo Armada Española

En la popa de la fragata se encuentra un helipuerto con espacio para albergar un helicóptero Sikorsky SH-60B Seahawk, que a su vez tiene capacidad para el lanzamiento de misiles anti buque Penguin y torpedos.

Armas de primera

La ecuación de la fragata se completa con una buena carta de armamento a bordo. Tanto en el plano de la guerra tradicional como en la guerra electrónica. Comenzado por la primera, la Blas de Lezo cuenta con un lanzador vertical de misiles estadounidenses SM-2 y ESSM, ambos con capacidades antiaéreas tanto contra aeronaves como misiles.

Se completa con dos lanzadores cuádruples de misiles Harpoon especialmente diseñados para atacar a otras embarcaciones, un cañón de 127 milímetros con sistema de tiro DORNA que permite un alto grado de automatización en el disparo y 2 lanzatorpedos anti submarinos de 324 milímetros.

En cuanto al apartado de sensores y guerra electrónica, la fragata dispone de un radar SPY-1D avanzado con un radio de escucha de aproximadamente 500 kilómetros y con capacidad para rastrear más de 90 blancos de forma simultánea. Además, también se utiliza para realizar el seguimiento de los misiles lanzados desde la fragata hasta que llegan al blanco.

Del mismo modo, dispone de varios sistemas de radar y sónar que completan el ecosistema de la sensórica de la embarcación. Para la guerra electrónica, Navantia se valió de la también española Indra con el fin de equipar el sistema Aldebaran de análisis, detección y contramedidas radar, así como el de interceptación de comunicaciones Regulus.

Aunque sin duda una de las grandes bazas de la fragata Blas de Lezo es contar con el sistema de combate Aegis que aúna y sincroniza todas las armas a bordo. Fue diseñado por RCA para servir en los buques de guerras estadounidenses pero se integró en la flota española F-100 para proveer un ecosistema de guerra seguro y conectado.

Meteoro y Sella

El Meteoro, el que primero partió de puerto rumbo al Mar Negro, es un buque de acción marítima (BAM) que lleva a cabo "misiones contra amenazas asimétricas o convencionales de pequeña entidad", según recoge la Armada. Su papel suele ajustarse al de disuasión y vigilancia marítima, aunque también puede realizar acciones limitadas de neutralización.

Meteoro Armada Española

Cuenta con una eslora de 94 metros por 14 de manga con un desplazamiento de 2.670 toneladas junto a una tripulación compuesta por 52 personas. El Meteoro se apoya en varios sistemas de vigilancia y rastreo a bordo junto con una pequeña carta de armamento compuesto por 2 modelos de cañón y 2 unidades de ametralladoras.

En cuanto al buque cazaminas Sella, se encuadra dentro de la clase Segura como buques dedicados a la labor anti minas. Dado su cometido y para evitar tocar las minas, el Sella y todos los de su clase cuentan con hélices de paso variable y propulsores en proa que le dotan de gran maniobrabilidad.

Duero, un buque de la misma clase que el Sella Jorge Guerra Moreno

Disponen de todo el equipamiento necesario para la localización de las minas a través de sónar y de un sistema de torpedos. El Sella entró en servicio a mediados de 1999 y alcanza las 550 toneladas de desplazamiento a plena carga en 54 metros de eslora por 10,7 de manga. Su tripulación se compone de 50 personas y tiene una autonomía de 3.700 kilómetros.

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