La última bala de Ucrania contra Rusia: misiles antitanques y antiaéreos con los que defenderse
Las fuerzas armadas ucranianas han recibido miles de misiles provenientes de Estados Unidos, Reino Unido y Polonia para hacer frente a la invasión de los rusos.
25 febrero, 2022 10:34Noticias relacionadas
Con las tropas rusas dentro Kiev, la invasión rusa parece ir más rápido de lo que todo el mundo esperaba. Y eso que las fuerzas armadas de Ucrania recibieron material militar de la mano de la OTAN, de la que España es miembro, siendo los misiles antitanques y antiaéreos claves en el campo de batalla. Con el desarrollo de la contienda, ese equipamiento extra se ha convertido en uno de los potenciales salvavidas ucranianos para frenar el avance de las tropas de Vladímir Putin.
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Estados Unidos y Reino Unido han sido los dos países más activos en el envío de este tipo de armas y, antes de que estallara la guerra, a diario llegaban aviones cargados a las diferentes bases aéreas ucranianas. En el interior de las bodegas de los enormes cargueros se encontraban misiles Javelin, NLAW, Stinger y GROM. Los dos primeros especialmente creados para terminar con los carros de combate mientras que los segundos para hacer lo propio con aeronaves.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania los están empleando como método de defensa y en la tarde del 24 anunciaron que habían destruido una columna de 15 tanques T-72 rusos gracias a un los Javelin.
В районі Глухова військові застосували ПТРК «Javelin» та знешкодили колонну техніки РФ.
— ЗС УКРАЇНИ (@ArmedForcesUkr) February 24, 2022
15 танків Т-72https://t.co/MiD9k8RbYH pic.twitter.com/rQ83FPX1bD
Del mismo modo, aunque no hay confirmación sobre los equipos utilizados, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania anunciaron en la mañana del mismo día que habían derribado 5 aeronaves de guerra rusas y un helicóptero de ataque.
Misiles antitanques
En la noche del 25 de enero, un avión estadounidense aterrizó en Kiev con aproximadamente 80 toneladas de material militar en su interior. Según algunos reportes, en ese cargamento iban 300 misiles Javelin por un valor de 50 millones de dólares. Si bien fue una de las últimas grandes entregas antes del empuje de Rusia, no fue la única.
Estados Unidos lleva proveyendo de misiles Javelin a Ucrania desde el 2019. El número total de munición operativa se desconoce debido a que otros países como Letonia, Lituania, Estonia y Reino Unido han enviado un número indeterminado de este tipo de arma.
Los Javelin es un modelo de misil antitanque portátil que lleva sirviendo en el Ejército de Estados Unidos desde 1996. Una de sus particularidades es que tan solo se necesita un par de soldados para lanzar los misiles que cuentan con un sistema de guiado por infrarrojos.
Una vez con el misil cargado, el artillero identifica la amenaza, la etiqueta en el lanzador, aprieta el gatillo y se olvida. La munición de 127 milímetros está especialmente diseñada para atacar a los carros de combate desde la parte superior, donde cuentan con un blindaje notablemente más fino y así realizar más daño. En la guerra de Irak, unidades estadounidenses realizaron varias bajas de tanques T-72 como los que han destruido los ucranianos recientemente.
En cuanto al alcance, la versión primigenia de Javelin lograba 2.500 metros de radio de acción, pero actualmente existe una versión aligerada que alcanza los 4.000 metros y otra que incluso puede alcanzar los 4.750, según recoge Military Today. Su poder de penetración, según se recoge en los manuales, consigue atravesar "todos los blindajes conocidos" y consigue atravesar "bien más de 76 centímetros de acero laminado homogéneo".
El segundo ejemplar de misiles antitanque está representado por los NLAW creados entre británicos y suecos. Reino Unido envió aproximadamente 2.000 unidades de este modelo de misiles a Ucrania a lo largo de las últimas semanas.
La mecánica es similar, aunque existen un par de diferencias clave. La primera es que el NLAW no dispone de un sistema de seguimiento por infrarrojos, sino que el artillero debe realizar un movimiento mientras apunta al objetivo durante tres segundos para que el misil tenga la información de hacia dónde dirigirse. Después del disparo, realiza las correcciones necesarias para alcanzarlo.
La segunda divergencia es la del alcance, que en el NLAW se queda en unos discretos 600 metros en lugar de los 4 kilómetros del Javelin. A cambio, este sistema puede operarse con una sola persona.
Antiaéreo
Si las diferencias sobre tierra firme entre Rusia y Ucrania son muy grandes, en el segmento aéreo son abismales. La aviación rusa dispone de cazas de cuarta generación —casi quinta— con pilotos mucho más experimentados y con los sistemas al día. Algo que en Ucrania no pasa debido a la falta de mantenimiento de sus aeronaves que las obliga a permanecer en tierra.
Con un poder aéreo tan escaso y casi descartado un conflicto entre cazas, una de las armas de las que dispone Ucrania son los misiles Stinger. El FIM-92, como se conoce comercialmente, es un sistema que entró en servicio en 1981 dentro de las fuerzas terrestres de Estados Unidos.
Se trata de un misil tierra-aire con sistema de guiado por infrarrojos fabricado por Raytheon. EL misil tiene aproximadamente metro y medio de longitud y un peso de 15 kilogramos con la ojiva montada. Cuenta con un sistema de propulsión secundario que se utiliza para alejarse unos metros del artillero, momento en el que conecta el principal compuesto de dos fases y alimentado de combustible sólido.
Tiene una punta de 2,2 veces la velocidad del sonido (Mach 2,2 o 2.700 kilómetros por hora), puede alcanzar 3.800 metros de altura y un alcance máximo de 5.500 metros. Se desconoce el número de Stingers disponibles para las fuerzas armadas de Ucrania.
También antiaéreos son los polacos GROM que actualmente se encuentran en Ucrania en una cantidad indeterminada, según DW. Estos misiles entraron en servicio a mediados de los años 90 y cuentan con un cohete alimentado por combustible sólido como propulsor.
Gracias a él, tiene un alcance de 5.500 metros y es capaz de alcanzar los 3.500 metros de altitud a una velocidad máxima de 2.340 kilómetros por hora. Al igual que el Stinger, dispone de un sistema de guiado por infrarrojos. Además de la propia Polonia, que ha estado enviando unidades a Ucrania, el GROM está presente en Indonesia, Georgia y Lituania.
"Si se les entregara a los ucranianos misiles antiaéreos más complejos, como el sistema Patriot o el IRIS-T SL alemán, por ejemplo, sería un gran esfuerzo", ha declarado Gustav Gressel, experto en política de seguridad del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, a DW. "Se necesitan varios meses de preparación antes de que realmente se pueda operar este tipo de dispositivos con éxito en Ucrania. Y no tenemos varios meses", ha concluido.